Gatopardismo: enroques y ajustes
Lilia ArellanoEstado de los ESTADOS
Cambios cosméticos, no de fondo
Desgastes provocan destituciones
Reacomodos hacia la Presidencia
Economía y seguridad, sin cambios
“De lo único que no puedes dudar es de las apariencias” Jorge Saldaña
Desde hace varias semanas se comentaba que apenas se tuviera el Tercer Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto se sabría si los cambios que se reclaman se llevarían a cabo. Lo hizo antes y no precisamente en los renglones más sensibles, en los que han llevado su popularidad al sótano, es decir aquellos que hablan no nada más del cambio de hombres y de nombres sino de rumbo. La segunda parte de la administración del mexiquense tendrá como escenario la consecución de errores porque los nuevos nombramientos hablan de inexperiencia e, incluso, de incapacidades ya demostradas en los considerados como enroques.
Así, lo que tiene que ver con el manejo económico y la necesidad de una revisión a la política hacendaria, y los referentes a la gobernabilidad del país y la aplicación del Estado de Derecho, así como la seguridad, quedaron pendientes y tendrían que haber incluido el relevo de los secretarios de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, y de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Los movimientos revelan sólo una estrategia de gatopardismo, es decir cambios para seguir igual. Cuando mucho, se puede hablar de ajustes en el equipo cercano del inquilino de Los Pinos y de relevos de personajes ya muy desgastados y que requerían ser cambiados.
Pese a que el mexiquense intentó ser muy cortés, queda claro el fracaso de Juan José Guerra al frente de la dependencia cuya responsabilidad tiene que ver con el entorno, con la protección ambiental. Y esto no porque se hubiese distraído en sus tareas, sino porque se convirtió en un muro en el que se estrellaban muchos de los proyectos de los “amigos del presidente”, por lo que consideraban “pequeñeces” y exigencias sin sustento del secretario. En el caso de Enrique Martínez y Martínez, su despido se dio justo a tiempo para evitar que sus agencias funerarias fueran las más exitosas del mundo. Con la falta de producción en el agro y las importaciones excesivas de todo tipo de alimentos, estuvo a un tris de matar de hambre a millones de mexicanos.
Ni que decir de don Emilio Chuayffet, a quien le importó más vengarse de Elba Esther Gordillo y generar caos dentro del magisterio que poner en buena marcha una auténtica reforma educativa. Al también ex gobernador del Estado de México ni siquiera se le ocurrió que en el país se demanda una enseñanza que esté acorde a las exigencias laborales de un mundo globalizado. Para Jesús Murillo Karam llegó el segundo movimiento y los dos se dieron en momentos álgidos, en los que no se sabe si fue “cansancio” o, de plano, una inesperada ineptitud que no se le vio cuando pudo “producir un producto” sin los mínimos requeridos para gobernar un país.
Tras la fuga de Joaquín Guzmán Loera, la salida de Monte Alejandro Rubido era esperada. Sólo que este funcionario se va sin ningún cargo, sin que se le fincaran responsabilidades. Todo se llevó a cabo según lo marca el conocido refrán: “más vale aquí corrió que aquí quedó”, en franca referencia a que merecía una estancia en los lugares que estaban bajo su responsabilidad. Ahora que, con mucha palabrería y halagos a su función fueron retirados de sus cargos los antes mencionados al igual que el director del ISSSTE, Luis Antonio Gordini, sin embargo lo cierto es que los corrieron.
En cuanto a los enroques habrá que ver que lo que se esperaba del ex de Relaciones Exteriores, de José Antonio Meade, no resultó, no se unió esta dependencia con Economía para poder atraer inversiones extranjeras con un mínimo de requisitos a llenar para su estancia y la de sus colaboradores en el país. Claudia Ruiz Massieu, en esta titularidad, seguramente que abrirá puertas para el turismo, actividad que por fin va considerándose clave para lograr algunos puntos de reactivación económica. Habrá que ver si existe química con su sucesor, con el hijo del ex presidente Miguel de la Madrid, con Enrique de la Madrid Cordero, ya que de no ser así, no habrá otra responsabilidad fallida, sino dos.
Habrá que preguntarse qué tanto sabe José Antonio Meade de apoyos, de subsidios, de las funciones de una Secretaría de Desarrollo Social porque, en sus tiempos en Hacienda, lo que hizo fue precisamente cancelar apoyos y subsidios. Claro que en esta posición en la que ya hubo un candidato presidencial priísta y una panista: Luis Donaldo Colossio y Josefina Vázquez Mota, los amigos de Pepetoño pregonan que está a un punto de convertirse en candidato presidencial.
José Calzada recibió la aprobación a su solicitud para retirarse de la gubernatura de Querétaro y así poder tomar protesta como nuevo titular en Sagarpa. Este es otro de esos extraños nombramientos ya que en el pasado reciente, muy reciente, este personaje perdió para el PRI la gubernatura de esa Entidad, además de que al igual que su antecesor poco o nada sabe de producción alimenticia. Rafael Pacchiano llega a la secretaría de Medio Ambiente con instrucciones muy precisas de combatir todo aquello que estorbe a las inversiones.
Aurelio Nuño recibe su premio de consolación. No llegó a la presidencia del PRI pero si ocupará la titularidad de Educación Pública y se convertirá en un aspirante presidencial que cuenta con recursos suficientes para empezar su campaña. Antes de dejar ese cargo, Ernesto Zedillo logró reunir fondos suficientes para empezar a hacer la suya. La vacante que deja la cubrirá Francisco Guzmán, quien tendrá como primer reto identificar plenamente a los que tienen derecho de picaporte y largas charlas dentro de la Oficina de la Presidencia, justo donde hay un “cuarto de guerra” también fallido.
Ya Rosario Robles no podrá argumentar que la única tierra que tiene está en las uñas porque ahora sí tendrá oportunidad de ver tierras y más tierras y de conseguir que estas caigan en las mejores manos. No es que hubiese reunido experiencia entre el campesinado pobre a través de su listado de Oportunidades, sino que se requiere que lo poco que queda del país caiga en las manos actuales. Pero si de decisiones con interrogantes se trata, ni que decir de la del ex gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza en el ISSSTE o de Renato Sales al frente de la Comisión Nacional de Seguridad. El primero nada hizo por la salud pública en su entidad y el segundo acumula expedientes de secuestros que da terror.
Así las cosas cada uno de los recién nombrados y los que sólo fueron sujetos de movimientos inician una segunda etapa bajo presiones mucho más fuertes que las del primer trienio.
LA VIDA SIGUE IGUAL
A pesar de la desaceleración económica, la ampliación del número de pobres, la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, la devaluación del peso, el crecimiento del endeudamiento del país, y la pérdida de competitividad económica, no se ven señales que prevean un cambio en la política económica, sustentada en las reformas estructurales empujadas por Enrique Peña Nieto al iniciar su administración. Tampoco se ve voluntad de mejorar realmente la seguridad del país, de cambiar la estrategia que ejecutó Felipe Calderón, de aplicar el Estado de Derecho y de mejorar la aplicación y administración de justicia. Esos dos pilares de la gobernabilidad seguirán tal cual.
Las dificultades económicas se le acumulan a la actual administración federal y no hay señales de que las cosas vayan a cambiar en el corto y mediano plazos. Por ejemplo, ya es insostenible la utilización de la reserva internacional de divisas acordada por el Banco de México y la Secretaría de Hacienda para tratar de contener la devaluación del peso, de acuerdo con especialistas financieros. Datos del banco central dan cuenta de que al 21 de agosto, el monto de la reserva del país bajó hasta 187 mil 333 millones de dólares. De mantenerse los mecanismos de subasta, se espera que la reserva de divisas descenderá a unos 170 mil millones de dólares al final del año, lo que implicaría una pérdida de reservas de 17 mil 333 millones de dólares, adicional a los casi seis mil millones de dólares ya utilizados en el transcurso del año.
Los cambios en materia económica son urgentes. La caída de los precios internacionales del petróleo generará una pérdida al fisco de 400 mil millones de pesos en el 2016, y con la tendencia de crecimiento del gasto público, organización de la iniciativa privada han exigido a la administración federal transparentar y someter a una revisión integral el presupuesto del siguiente año. Además, esta semana presentaron propuestas para realizar una reestructuración integral del sistema presupuestario en sus tres componentes: ingreso, deuda y gasto.
Especialistas del sector privado consideran que la reestructura programática que anunció la Secretaría de Hacienda no será suficiente porque no está justificada y carece de detalles de cómo y cuál será su aplicación. Advierten que en el largo plazo se tendrá que incrementar el nivel de deuda, gastar mejor o recurrir a otros mecanismos de recaudación. Destacan la necesidad de regular adecuadamente el ejercicio de recursos y establecer candados para el control del dinero proveniente de otros programas y proyectos. Y lamentan que diversos rubros del gasto público han tenido un aumento sostenido de ingresos con resultados limitados, como sucede con el gasto en Educación Pública, donde pasó de 353 mil millones de pesos en 2006, a 667 mil millones de pesos en 2015, es decir, un incremento de 92.1 por ciento. Sin embargo, se tienen lo peores resultados en las evaluaciones del sector educativo que lleva a cabo la OCDE.
Para el líder de la fracción parlamentaria del PAN en la Cámara de Diputados, Marko Cortés, los cambios, más allá de personas, llegan tarde, y señaló que lo que debería presentarse es una transformación en la actitud. Cortés dijo que el gobierno federal debe estar dispuesto a cambiar la miscelánea fiscal, pues la que ha aplicado hasta el momento no ha propiciado el crecimiento económico y ha sido un lastre para las empresas.
DE LOS PASILLOS
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