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Mentiras por todos lados
Jorge Meléndez Preciado
¿País de mentirosos?
No hay índices nacionales ni mundiales al respecto, aunque el nuestro podría estar, hace años, entre los primeros lugares. Veamos por qué.
Inició la publicidad oficial rumbo al Tercer Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto. En el primer anuncio que vi el inquilino de Los Pinos habla de que aumentó la seguridad y en los próximos años tendremos más libertad. Antes, el ejecutivo había dicho que México no estaba tan mal, ya que a otras naciones les iba peor, y que la devaluación-hoy llamado desliz- sería benéfica para todos pues vendrían más visitantes. Tres falacias evidentes.
Luis Videgaray, encargado de la hacienda pública, por fin habló, y señaló que hay más empleos, mejor pagados y creceremos económicamente. Usted saque las conclusiones.
Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, aseguró que “nada afectará la reforma energética”, no obstante que muchas empresas no quisieron nuevamente participar en la Ronda Uno y el barril de crudo llegó a menos de 34 dólares; a principios de sexenio estaba en 98 billetes verdes. ¿Un zafado en el gabinete?
Se dio inicio al ciclo lectivo, los discursos menudearon y las arengas a los chavos estuvieron en boca de todos. Se dijo que la reforma educativa va adelante con todo. Los especialistas en la materia apuntan que en realidad se trata de una reforma laboral, pues ni siquiera se les ha pagado hace más de un año a quienes hicieron los libros de texto y menos se evaluaron los contenidos. Para el especialista Ricardo Raphael, en verdad se trata de una reforma política (Radio Educación, noticiario matutino, 25 de agosto). ¿Ante qué estamos?
Lorena Martinez, directora de la Profeco, asegura que los precios de los artículos de primera necesidad no subirán ya que no tienen componentes nacionales. ¿Sabrá la dama que importamos el 35 por ciento de la alimentación por las reformas salinistas? Tal vez le falta información a la señora o ir a los mercados populares.
Los empresarios dicen que para no sufrir tanto la crisis debemos reactivar el mercado interno, con el fin de evitar los graves efectos del dragón chino. Pero el salario mínimo se ha depreciado casi ochenta por ciento desde la primera crisis de Miguel de la Madrid, los patrones no han querido dar buenos sueldos y las prestaciones de ley casi han desparecido, además esa minoría de ricos estuvo feliz por globalizarnos al máximo. ¿Cómo, entonces, hacer el milagro?
Pero lo más ridículo que hemos sufrido en los últimos días fue el informe del encargado de la secretaría de la Función Pública, Virgilio Andrade, acerca de que tanto Angélica Rivera como Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray no había incurrido en conflicto de interese respecto a la compra de sus casas. No tocó, por cierto, a Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, ni al subsecretario de esa dependencia, Luis Miranda. Los dos con propiedades en conflicto.
Que el asunto fue no sólo trágico sino cómico es que coincidieron en la sátira los moneros de El Universal: Helio Flores y Naranjo; de La Jornada: Magú y Rocha, y de Milenio: Rapé y Jabaz (todos el 24 de agosto). Pocas veces se ha visto a un personaje que atraiga así el pitorreo. Claro, de paso las críticas a su jefe, Peña Nieto, fueron obligadas.
Para el investigador Raúl Trejo Delarbre (La Crónica, 24 de agosto), el problema no es sólo el conflicto de intereses, sino algo más importante, lo que sucedió en Inglaterra, en 1994, con la famosa Ley Nolan, que señala: entre los gobernantes debe existir: “integridad, objetividad, responsabilidad, transparencia y honestidad”. Algo que es casi imposible ya que Peña Nieto, Angélica y Videgaray gozaron de los favores de un contratista, Juan Armando Hinojosa Cantú. Además, Raúl señaló que Meryl Streep, la ganadora tres veces del premio Óscar, percibió 10 millones de dólares entre 2010 y 2011, mientras que La Gaviota (Angélica Rivera), la superó en ingresos en ese periodo (sic que vuela).
El señor de los viajes (EPN), ofreció que en dicho proceso habría transparencia internacional, la cual fue simplemente ignorada por don Virgilio, quien tiene hermanos y esposa en diferentes oficinas importantes del gobierno federal y su papá (del mismo nombre) fue abogado de Carlos Romero Deschamps (Julio Hernández, La Jornada, 2 de agosto).
Por cierto menudearon los elogios a Carmen Aristegui por la investigación de la Casa Blanca: Ciro Gómez Leyva, Leo Zuckerman, Raymundo Rivapalacio, Carlos Puig y otros más. Trejo, además, felicitó a Daniel Lizárraga y Rafael Cabrera. Y algunos lamentaron que Aristegui ya no esté frente al micrófono. Ella misma sacó en su blog: Aristegui Noticias, a diez informadores que opinaron del asunto.
Para Ricardo Raphael (El Universal, 24 de agosto), en otros países, un conflicto de intereses, aparente o potencial, generalmente se sanciona. De acuerdo.
Evoca Leo Zuckerman que PRD y PAN jamás censuraron ni alertaron acerca de las famosas casas, en especial la Blanca, por lo que se vieron como “achichincles del gobierno” (Excélsior 24 de agosto). Lo cual demuestra, asimismo, que el famoso Pacto por México fue una asociación delictuosa y encubridora.
Esta crisis de confianza y credibilidad, es mejor hacerla a un lado y pasar a otra cosa, al decir de Jorge Fernández Menéndez (Excélsior, ídem).
Inició la publicidad oficial rumbo al Tercer Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto. En el primer anuncio que vi el inquilino de Los Pinos habla de que aumentó la seguridad y en los próximos años tendremos más libertad. Antes, el ejecutivo había dicho que México no estaba tan mal, ya que a otras naciones les iba peor, y que la devaluación-hoy llamado desliz- sería benéfica para todos pues vendrían más visitantes. Tres falacias evidentes.
Luis Videgaray, encargado de la hacienda pública, por fin habló, y señaló que hay más empleos, mejor pagados y creceremos económicamente. Usted saque las conclusiones.
Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, aseguró que “nada afectará la reforma energética”, no obstante que muchas empresas no quisieron nuevamente participar en la Ronda Uno y el barril de crudo llegó a menos de 34 dólares; a principios de sexenio estaba en 98 billetes verdes. ¿Un zafado en el gabinete?
Se dio inicio al ciclo lectivo, los discursos menudearon y las arengas a los chavos estuvieron en boca de todos. Se dijo que la reforma educativa va adelante con todo. Los especialistas en la materia apuntan que en realidad se trata de una reforma laboral, pues ni siquiera se les ha pagado hace más de un año a quienes hicieron los libros de texto y menos se evaluaron los contenidos. Para el especialista Ricardo Raphael, en verdad se trata de una reforma política (Radio Educación, noticiario matutino, 25 de agosto). ¿Ante qué estamos?
Lorena Martinez, directora de la Profeco, asegura que los precios de los artículos de primera necesidad no subirán ya que no tienen componentes nacionales. ¿Sabrá la dama que importamos el 35 por ciento de la alimentación por las reformas salinistas? Tal vez le falta información a la señora o ir a los mercados populares.
Los empresarios dicen que para no sufrir tanto la crisis debemos reactivar el mercado interno, con el fin de evitar los graves efectos del dragón chino. Pero el salario mínimo se ha depreciado casi ochenta por ciento desde la primera crisis de Miguel de la Madrid, los patrones no han querido dar buenos sueldos y las prestaciones de ley casi han desparecido, además esa minoría de ricos estuvo feliz por globalizarnos al máximo. ¿Cómo, entonces, hacer el milagro?
Pero lo más ridículo que hemos sufrido en los últimos días fue el informe del encargado de la secretaría de la Función Pública, Virgilio Andrade, acerca de que tanto Angélica Rivera como Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray no había incurrido en conflicto de interese respecto a la compra de sus casas. No tocó, por cierto, a Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, ni al subsecretario de esa dependencia, Luis Miranda. Los dos con propiedades en conflicto.
Que el asunto fue no sólo trágico sino cómico es que coincidieron en la sátira los moneros de El Universal: Helio Flores y Naranjo; de La Jornada: Magú y Rocha, y de Milenio: Rapé y Jabaz (todos el 24 de agosto). Pocas veces se ha visto a un personaje que atraiga así el pitorreo. Claro, de paso las críticas a su jefe, Peña Nieto, fueron obligadas.
Para el investigador Raúl Trejo Delarbre (La Crónica, 24 de agosto), el problema no es sólo el conflicto de intereses, sino algo más importante, lo que sucedió en Inglaterra, en 1994, con la famosa Ley Nolan, que señala: entre los gobernantes debe existir: “integridad, objetividad, responsabilidad, transparencia y honestidad”. Algo que es casi imposible ya que Peña Nieto, Angélica y Videgaray gozaron de los favores de un contratista, Juan Armando Hinojosa Cantú. Además, Raúl señaló que Meryl Streep, la ganadora tres veces del premio Óscar, percibió 10 millones de dólares entre 2010 y 2011, mientras que La Gaviota (Angélica Rivera), la superó en ingresos en ese periodo (sic que vuela).
El señor de los viajes (EPN), ofreció que en dicho proceso habría transparencia internacional, la cual fue simplemente ignorada por don Virgilio, quien tiene hermanos y esposa en diferentes oficinas importantes del gobierno federal y su papá (del mismo nombre) fue abogado de Carlos Romero Deschamps (Julio Hernández, La Jornada, 2 de agosto).
Por cierto menudearon los elogios a Carmen Aristegui por la investigación de la Casa Blanca: Ciro Gómez Leyva, Leo Zuckerman, Raymundo Rivapalacio, Carlos Puig y otros más. Trejo, además, felicitó a Daniel Lizárraga y Rafael Cabrera. Y algunos lamentaron que Aristegui ya no esté frente al micrófono. Ella misma sacó en su blog: Aristegui Noticias, a diez informadores que opinaron del asunto.
Para Ricardo Raphael (El Universal, 24 de agosto), en otros países, un conflicto de intereses, aparente o potencial, generalmente se sanciona. De acuerdo.
Evoca Leo Zuckerman que PRD y PAN jamás censuraron ni alertaron acerca de las famosas casas, en especial la Blanca, por lo que se vieron como “achichincles del gobierno” (Excélsior 24 de agosto). Lo cual demuestra, asimismo, que el famoso Pacto por México fue una asociación delictuosa y encubridora.
Esta crisis de confianza y credibilidad, es mejor hacerla a un lado y pasar a otra cosa, al decir de Jorge Fernández Menéndez (Excélsior, ídem).
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