domingo, 30 de agosto de 2015

Los sistemas judiciales de Brasil funcionan

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“Club de impunes”

En México los políticos en ejercicio se protegen entre para intercambiar favores y traficar influencias, aseguró el investigador Edgardo Buscaglia y advirtió que ese grupo no romperá con su situación privilegiada

CIUDAD DE MÉXICO, 29 de agosto (SinEmbargo).– El mal desempeño económico, un pacto de impunidad y la corrupción política son las características que definen a la administración del Presidente Enrique Peña Nieto en estos tres años que lleva de gobierno en México, consideró Edgardo Buscaglia, director del International Law and Economic Development Center e investigador principal en Derecho y Economía en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, en entrevista para la televisión internacional alemana Deutsche Welle (DW).

“El sistema judicial mexicano se cierra, se paraliza automáticamente cuando existen investigaciones contra políticos en ejercicio. No se investiga, y se asedia a los periodistas que lo hacen y hasta se los asesina. Ese es el caldo de cultivo por el cual la delincuencia organizada sigue prosperando y expandiéndose en México a través de múltiples tipos de delitos”, advirtió el experto.

Buscaglia compartió junto con el politólogo Javier Corrales, del Amherst College, de Massachusetts, su opinión acerca de la popularidad de los presidentes latinoamericanos.

El manejo de los recursos públicos, la impartición de justicia y el combate a la corrupción determina el sube y baja en la popularidad de los mandatarios, como se ve en el caso de México, coincidieron los expertos entrevistados por la periodista Eva Usi.

Edgardo Buscaglia destacó que la única forma de combatir la corrupción, que existe en todas partes del mundo, es con sistemas judiciales que funcionen adecuadamente, recordó el caso de Brasil, donde la Presidenta Dilma Rousseff se encuentra inmersa en una serie de escándalos de este tipo.

“Los sistemas judiciales de Brasil funcionan, investigan, encarcelan a los empresarios y ya hay sentencias judiciales en el caso de Petrobras. Ya se tienen políticos al más alto nivel acusados. En la medida en la que los sistemas judiciales reaccionan y generan sentencias la corrupción no es tan preocupante”, aseguró el investigador a DW.

También lamentó que ese no sea el caso de México, en donde los políticos en ejercicio se protegen entre para intercambiar favores y traficar influencias, y advirtió que el “club de impunes” no romperá con su situación privilegiada. “La presión tiene que venir de la ciudadanía, de los empresarios y de la comunidad internacional”, advirtió Buscaglia a la televisora.

Desde noviembre del año pasado, la admnistración federal en México ha sido fuertemente cuestionada luego de descubrirse que la primera dama, Angélica Rivera Hurtado, el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, habían comprado casas a contratistas del gobierno bajo condiciones poco claras.

Esta semana, la agencia de noticias Bloomberg reveló que en el caso de Luis Videgaray, la constructora Higa cobró el cheque con el que se hizo la transacción de una casa de descanso en Malinalco, lo que pone en entredicho la investigación que sobre el tema realizó la Secretaría de la Función Pública (SPF) y que exoneró a los tres de cualquier conflicto de interés.

La popularidad del Presidente mexicano Enrique Peña Nieto, refiere Deutsche Welle, cayó siete puntos en los últimos 12 meses, del 51 por ciento al 44 por ciento, según una encuesta publicada por el Pew Research Center.

“El sondeo, que coincide con una reestructuración del gabinete de Peña Nieto, asegura que el 72 por ciento de los mexicanos está insatisfecho con el manejo en cuestiones como educación, seguridad, economía y combate a la corrupción. Los escándalos en torno a un presunto conflicto de interés que salpicaron al entorno cercano de Peña Nieto en 2014, así como la fuga del narcotraficante JoaquínEl ChapoGuzmán el pasado 11 de julio, influyeron en la percepción de los ciudadanos”, destacó el medio alemán.

Nicolás Maduro y Evo Morales

Otro caso que menciona Deutsche Welle es el del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, a quien la recesión económica, la alta inflación y el desabastecimiento de productos básicos, aunados a los menores ingresos que percibe ese país por sus exportaciones de petróleo, han provocado una caída en picada en la popularidad del mandatario.

“Es probablemente uno de los niveles de popularidad más bajos entre los presidentes venezolanos”, afirmó el politólogo Javier Corrales a la periodista Eva Usi.

Además de la crisis económica, la crisis de gobernabilidad y la inseguridad, el experto subrayó la peligrosa combinación de control de cambios con la caída de los precios del petróleo y el gasto desenfrenado del sector público.

“El gobierno está racionando los dólares a muchos sectores. Sin dólares no puede haber importaciones y eso paraliza la actividad productiva del país. La gente trata de cambiar sus bolívares por dólares baratos y tan pronto puede, los saca, eso está provocando una fuga de capitales del país”, planteó Corrales.

En el caso del Presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, detalló que hasta el momento ha tenido una buena gestión económica en comparación con sus homólogos de América Latina.

“Al igual que Venezuela, este país depende de la explotación y exportación de recursos naturales, en este caso, de gas natural. Tiene también un gobierno anti-imperialista, socialista y chavista. Sin embargo, Bolivia no está sufriendo un desplome económico como el de Venezuela. Por el contrario, está registrando altos niveles de crecimiento económico”, expuso el politólogo.

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