Les ofrezco una sincera disculpa: EPN

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Homozapping

#CasaBlancaDeEPN, el Repudio en Redes Sociales y la “Disculpa” en Prensa
Jenaro Villamil

Un nuevo fenómeno bipolar se produjo tras la exoneración de Virgilio Andrade, secretario de la Función Pública, al primer mandatario Enrique Peña Nieto y a su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, ante el presunto conflicto de interés con Grupo Higa y sus mansiones: mientras en redes sociales, el repudio, la burla y la incredulidad se expresaron a través de Memes y miles de mensajes, en los medios impresos se hizo la “operación nado sincronizado” para que en portada destacaran la “disculpa” de Peña Nieto.

Eso sucedió con La Jornada, Excélsior, Milenio Diario, La Razón y El Universal que publicaron como noticia principal no la exoneración ni la reacción social sino las palabras de Peña Nieto:

-“Peña se disculpa por agravios de la Casa Blanca”: La Jornada.
-“Peña se disculpa por el escándalo”: Excélsior.
-“Peña se disculpa con ‘indignados’ por Casa Blanca”: Milenio.
-“El presidente ofrece disculpas a indignados por el tema de las casas”: La Razón.

Reforma publicó en su segunda nota en importancia la misma frase: “Les ofrezco una sincera disculpa: EPN”.

Esta operación burda de uniformar las noticias principales de los periódicos sólo se explica por la desesperación de Los Pinos de tratar de cambiar la pésima percepción en la opinión pública frente a lo que una gran mayoría considera un caso liso y llano de corrupción y una operación de encubrimiento por parte de Andrade.

Seis meses tardó el titular de la SFP para decir lo mismo que el propio Peña Nieto adelantó cuando habló, por primera vez, del conflicto de interés por la adquisición de la Casa Blanca de Las Lomas: que la propiedad inmobiliaria no era de él sino de su esposa.

La Gaviota se hundió en el escarnio cuando en noviembre de 2014 salió en un pésimo video a explicarle a la población lo increíble: ella compró esa casa a Juan Armando Hinojosa, utilizando la jugosa liquidación que le pagó Grupo Televisa por sus años de trabajo en la compañía. Más de 80 millones de pesos para Angélica Rivera, una actriz mediocre que encubrió a su esposo a costa de perder ella misma toda credibilidad pública.

La SFP incluyó en su “exhaustiva investigación” (Peña Nieto dixit) el caso de la casa de campo de Ixtapan de la Sal que el actual mandatario compró en 2005 y la mansión de Malinalco, del titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray. Y en los tres casos, Virgilio Andrade, concluyó que no hubo “conflicto de interés” porque ni Peña Nieto ni Videgaray eran servidores públicos en los momentos de adquirir estos bienes inmuebles.

Para la gran mayoría de usuarios de redes sociales se trató de un acto de encubrimiento, impunidad, previsible desde el momento que Peña Nieto le “ordenó” a Andrade que debía investigarlo a él, su propio jefe.

Ahora, con “humildad y perspectiva”, tanto Luis Videgaray como Peña Nieto piden disculpas, pero no hicieron lo que todo mundo ha pedido a favor de la rendición de cuentas y la transparencia. Por supuesto, los medios que dependen de los recursos públicos (como si éstos fueran propiedad de Peña Nieto) se unieron en un vergonzoso coro presidencialista.