Por Esto!
El bufón de un rey de chocolate
María Teresa Jardí
El analfabeta impuesto como presidente por Televisa, por ser el más traidor y a modo de lo que exige el imperio yanqui, contrata a un bufón para que entretenga al pueblo como parte del circo que sin pan y ya descaradamente como dictadura se aplica en México.
El analfabeta impuesto como presidente por Televisa, por ser el más traidor y a modo de lo que exige el imperio yanqui, contrata a un bufón para que entretenga al pueblo como parte del circo que sin pan y ya descaradamente como dictadura se aplica en México.
Pero el bufón, que se sabe comprado como bufón, con un acto de magia dedicado también al favorito y a la corista comprada por Televisa para el analfabeta al que hicieron creer que el puesto que le compraban era el de “rey”, se ríe del pueblo y de los otros tres.
El más elemental de los silogismos hace saber a los alfabetizados e incluso a los analfabetas con sentido común, el menos común de los sentidos entre la mafia adueñada del poder político en México, que si A es igual a B y si B es igual a C. A y C también son iguales.
Si alguien recibe una casa de regalo y ese alguien entrega contratos millonarios, siendo funcionario, al empresario, se da un conflicto de intereses. Dos más dos son cuatro, aunque al pueblo mexicano le quieran hacer creer que son dieciséis.
Si Higa regaló una casa a Peña y Peña encabeza el Ejecutivo federal, si funcionarios de ese Ejecutivo benefician a Higa con contratos, se da un diáfano conflicto de interés.
Elemental silogismo hasta para la más bananera de las repúblicas. Bozal tendría que ponerse toda la mafia política.
Pero ya se sabe que en México nada es ni siquiera lo que en otros lugares que antaño soñaban con ser como México, a pesar de estar mal todo el mundo.
En México se ha exterminado el Estado de Derecho sin que el pueblo mexicano haya llegado a saber nunca lo que es vivir en un Estado de Derecho. No digamos en un Estado de Derecho social donde los unos sirven a los otros y los unos no se hacen multimillonarios a costa de los otros. Donde los unos viven de sus buenos salarios y los otros no sobreviven con salarios mínimos congelados desde hace treinta años. Donde los otros no se convierten sólo en testigos de cómo se enriquecen cada día más los unos mientras se empobrece más a los otros.
Llegado a esta situación el pueblo, deseducado por Televisa, igual no perdona la burla.
Y quizá en aras de que a nadie se le ocurra que la única salida es la guerra civil. Es claro que quieren que de una vez estalle, por algún lado de manera nítida algún grupo harto de tanta obscena ignominia, para convertir en aún más implacable la dictadura que ya se aplica como última etapa del neoliberalismo salvaje.
Y quizá la encomienda al bufón del “rey” sea que lamiéndole los zapatos siga haciendo crecer la ira de un pueblo harto también de la impunidad y la mentira. Lo que no entiende el “rey” y puede que tampoco el “bufón”, aunque es probable que sí lo entienda la corista, es que al “rey” la resolución del bufón lo baja un peldaño más en su continuada caída en picada.
Las escaleras se barren de arriba hacia abajo señor Virgilio Andrade. Pero para hacer caer a un “rey de chocolate”, vendido caro por la telebasura, basta con lamerle los pies. Y de Disneylandia nada, señor Peña Nieto, sus “perdones” son otra metedura de pata.
Quizá al rey, al favorito y a la corista los divierte el bufón con su gracejada.
Pero para el pueblo mexicano desde la elección del bufón, hasta su existencia, es otra burla imperdonable. No hay nada que moleste más que el saber que ríen de la miseria del pueblo los que tienen como único mérito para ser: el de ser corruptamente obscenos e imperdonablemente traidores al lugar y al pueblo que, para su desgracia, los viera nacer.
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