Por Esto!
Los iguales y los otros
María Teresa Jardí
En Alemania con la Merkel, en España con Rajoy, en el imperio yanqui con Obama y aún vendrá uno peor. En Inglaterra y en Israel encabezado por los sionistas el fascismo está de regreso. Y el fascismo es lo que se aplica en México de manera esperpéntica por Peña.
En Alemania con la Merkel, en España con Rajoy, en el imperio yanqui con Obama y aún vendrá uno peor. En Inglaterra y en Israel encabezado por los sionistas el fascismo está de regreso. Y el fascismo es lo que se aplica en México de manera esperpéntica por Peña.
El narcoestado avanza y no tiene cabida nadie que se oponga a los mandatos de los demonios que dominan el mundo globalizado.
La criminalización de la víctima toma impulso con la amenaza que la llegada de Beltrones al PRIANVerdepodrido, sin contrapesos, significa.
Que nadie se haga ilusiones de que el PRIANPRD es otra cosa más que fascista, desde la época de Salinas en la presidencia.
Y por Peña se aplica, con descaro, lo mismo culpando y castigando a las maestras que ayudaron a rescatar a los niños de la guardería ABC del achicharramiento provocado presumiblemente por la necesidad de quemar información confidencial del gobierno de Sonora. El mismo estado que vio nacer a Beltrones.
Entre iguales sólo favores. Entre desiguales las víctimas son responsables del horror y la muerte violenta que les aplican los iguales.
Basta conque sean maestros a los que la razón asiste por lo que toca a las reformas que convierten al pueblo en esclavos para que Gabino Cué, descaradamente ya el fascista priísta que en el fondo nunca dejó de ser, demande la militarización del estado de Oaxaca. Lo priísta es una enfermedad mortal. Qué no le habrán ofrecido como recompensa a ese ente despreciable Peña o Beltrones o ambos, igual de bribones.
Lo mismo se convierten aquí en responsables del achicharramiento de infantes, las también víctimas maestras de los niños.
Que es suficiente con decir que fumaron mota o inhalaron cocaína, para que las víctimas ejecutadas en la colonia Narvarte se conviertan en culpables de lo no tardaremos en saber que fue un suicidio. Un suicidio, asistido por los propios ejecutados, quienes muertos, ayudaron al otro a darse el tiro de gracia.
Merecido se tienen lo que les pasó por haber fumado un cigarro de mota o inhalado una línea de coca. Productos que sólo son para los iguales. Los iguales que incluso tienen permiso de abusar de los mismos porque ellos tienen el permiso para abusar hasta de sus propios hijos, no se diga de los hijos de los otros.
En México los desiguales, si estorban, se suicidan. Que lo sepa el mundo: esa es aquí la única verdad histórica. ¿Acaso no hizo lo mismo Murillo Karam con el caso de los estudiantes desaparecidos forzadamente en Ayotzinapa y sigue “viviendo” del presupuesto nacional y cobrando como si fuera un funcionario honesto y una persona normal?
Los ejecutados en la Narvarte se suicidaron y cada muerto asistió al otro dándole el tiro de gracia para afectar a Javier Duarte. Esa es la verdad histórica y ninguna otra.
Pero esa también la más clara prueba de que el fascismo a los mexicanos hace tiempo que nos alcanzó.
Son tiempos de elecciones y tenemos que elegir si queremos estar con el pueblo o con la minoría fascista que, adueñada del poder vende el territorio mexicano deshaciéndose a base de cometer diversos genocidios contra maestros, estudiantes, jóvenes, mujeres, niños, ancianos, periodistas y todo ser viviente que se niegue a renunciar a la capacidad de razonar, según mandan los cánones de la telebasura, poder de facto deseducativo.
Un genocidio en contra de los muchos mexicanos que a los vendedores y, en particular, a los compradores, estorban.
Algunos, ya se sabe, que convertidos “legalmente” en esclavos con falsas reformas educativas que en la realidad son laborales, como esclavos los necesitan.
Mientras que los iguales se conforman con seguir siendo los “gatos” premiados por su traición entreguista pero “gatos”, al fin y al cabo, de amos que, como el pueblo mexicano, también los desprecian.
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