Por Esto!
Inaceptable el atraco del INE
Jorge Canto Alcocer
Las voces discordantes sonaron más bien tímidas. Si bien Pablo Gómez hizo gala de su fluida oratoria y Horacio Duarte puntualizó las razones de la ilegalidad en la asignación de plurinominales al PRI y al Partido Verde, lo cierto es que el Instituto Nacional Electoral volvió a violar la Constitución Federal, la ley electoral, los principios básicos de la democracia representativa y la voluntad popular expresada en las urnas al conceder al PRI y a su satélite una sobrerrepresentación de ¡CATORCE POR CIENTO! por encima de su votación real, lo que representa un total de 69 diputados de más, que son, casualmente, los que necesita el gobierno de Peña para asegurar la mayoría simple.
Las voces discordantes sonaron más bien tímidas. Si bien Pablo Gómez hizo gala de su fluida oratoria y Horacio Duarte puntualizó las razones de la ilegalidad en la asignación de plurinominales al PRI y al Partido Verde, lo cierto es que el Instituto Nacional Electoral volvió a violar la Constitución Federal, la ley electoral, los principios básicos de la democracia representativa y la voluntad popular expresada en las urnas al conceder al PRI y a su satélite una sobrerrepresentación de ¡CATORCE POR CIENTO! por encima de su votación real, lo que representa un total de 69 diputados de más, que son, casualmente, los que necesita el gobierno de Peña para asegurar la mayoría simple.
¿De dónde procede esta sobrerrepresentación? Los consejeros al servicio del gobierno se sirvieron de la votación nula (casi un 5 por ciento), las de los partidos que no alcanzaron registro (PT y Partido Humanista, que en su conjunto representan otro 5 por ciento), mas como ni así les alcanzaba para crear esa mayoría ficticia, despojaron a MORENA de siete curules y a Movimiento Ciudadano de cinco, sin tocar las representaciones de sus aliados coyunturales del PAN y del PRD, que tendrán en el Congreso de la Unión la cantidad de diputados que efectivamente les debieran corresponder dada la votación recibida.
La Constitución concede, de acuerdo al principio de gobernabilidad, una sobrerrepresentación máxima de hasta ocho por ciento. Consideramos injusta esta disposición, pues vulnera los derechos de los grupos minoritarios y las bases de la democracia representativa, pero finalmente está en las reglas del juego. De acuerdo con ellas, el PRI tendría derecho a un máximo de 40 curules de más, pero en esta ocasión les fueron asignadas un total de 57 más, lo que sumadas a las 12 que en exceso se concedieron al Verde, suman las 69 requeridas para obtener la mayoría necesaria. Ciertamente la cláusula de gobernabilidad favorece al PRI –en el pasado, cuando gobernaba el PAN, les favoreció a los azules- pero ¿a título de qué se premió al Verde? ¿Cómo un aliciente por todas las descaradas violaciones que realizó a las propias leyes, y que finalmente fueron reconocidas por el INE, pero sancionadas muy tibiamente?
El asunto es muy grave, y se suma al cúmulo de irregularidades, trapacerías y fraudes que acompañaron esta elección, manchada además por la violencia criminal, que incluyó amenazas, “levantones”, atentados e incluso asesinatos de varias decenas de candidatos. Contra todo lo declarado por el propio instituto y los partidos políticos dominantes, estas fueron las elecciones más sucias y manipuladas de la historia reciente del país. El silencio cómplice al respecto por parte del PAN y del PRD nos demuestra que forman parte del sistema, y que sus eventuales protestas coyunturales en realidad son histrionismos para conseguir una mayor rebanada del pastel.
No hay que olvidar que este INE de la ruindad y la desvergüenza es el que organizará las elecciones de 2018. Por eso nos preocupa sobremanera que ni MORENA ni Movimiento Ciudadano estén alzando la voz con la fuerza necesaria ante este atraco, ante este auténtico golpe de Estado consumado por la autoridad electoral. En lo personal, como hemos señalado en múltiples ocasiones, consideramos que la senda electoral es una de las vías, y no la más idónea, para derrotar a la oligarquía y conseguir la urgente transformación de México. Pensamos que el camino más adecuado es el de la consciencia y la movilización popular. Pero no podemos dejar de preocuparnos al contemplar que se prepara desde ya un nuevo atraco en las urnas, y quienes están por el cambio popular desde la trinchera electoral no parecen estar tomando las medidas necesarias para combatirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario