Por Esto!
Los Peñas y los Gracos…
Hugo Carbajal Aguilar
Una élite perversa
Esta debe ser una opción fuerte y clara por los pobres si no, no tiene sentido comprometerse, más si se trata de un partido que se dice de izquierda y que ha accedido a raciones de poder. Pero hoy parece que el pueblo entero es enemigo de esta casta politiquera.
Una élite perversa
Esta debe ser una opción fuerte y clara por los pobres si no, no tiene sentido comprometerse, más si se trata de un partido que se dice de izquierda y que ha accedido a raciones de poder. Pero hoy parece que el pueblo entero es enemigo de esta casta politiquera.
Como el PRD.
¿Cómo puede ser posible que el Gobernador de Oaxaca clame por militarizar completamente su Estado? ¿Sólo quiere legitimar la represión? ¿Y cómo puede ser que en Morelos –gobernado por el PRD, por la izquierda- se viva un ambiente desolador agrediendo a los maestros, negando compromisos, tolerando abusos policíacos, ensordeciendo ante los reclamos populares…?
La ambición de poder ha hecho presa de mentalidades calenturientas que se anotan para ser próximos candidatos a gubernaturas y hasta la misma presidencia nacional. Esto no es inconcebible, dado que ocupan altos cargos los sátrapas, los vanidosos, los fatuos y engreídos se antoja lógico que se anote hasta la vecina de enfrente considerándose el personaje idóneo.
Quieren volver al pasado, quieren restringir los derechos sociales conquistados, las políticas públicas, quieren -¡peor!– el regreso del militarismo y la imposición de la represión. Toda política social incomoda y enfurece a esta élite perversa.
Ya lo dijo el gobernador Graco: hay que ser de izquierda… pero, modosito. Por eso ha sido el primero de los gobernadores que se aparece en cuanta oportunidad tiene para abrazar zalameramente a Peña Nieto; el primero en saludarle y reverenciarle, el primero en aplaudir las reformas entreguistas -¡aun siendo de un partido de izquierda!-, el primero que fervientemente desea que Peña Nieto lo lleve a sus brazos dándole una Secretaría de Estado.
Falta que se instaure por decreto la Secretaría de Asuntos sin Importancia… Y hay quienes lo secundan porque él no quiere asesores ni colaboradores, quiere incondicionales. Ya ven a sus Secretarios y Directores actuales. Se encuentran más pendientes de cuidar que no se vaya a molestar el ciudadano que en cumplir con eficacia las tareas que les han sido encomendadas, bastaría con que consultaran su propia Ley Orgánica. Pero… no.
Un ejemplo de estas conductas lo ofrece el Director del IEBEM, Fernando Pacheco, que niega con su proceder actual toda una trayectoria contestataria cuando se encontraba con la base de Maestros, acá, de este lado. Ahora regaña, llama la atención, dice que esos no son modos de protestar y pone oídos sordos a los reclamos absolutamente lógicos de la base opositora a esta Reforma Educativa impuesta y violadora de los derechos sindicales conquistados.
Han heredado estos funcionarios “izquierdosos” una máquina administrativa hecha para repartir privilegios, no para prestar servicios.
¿Cuáles son las expectativas que tenemos? La corrupción y la impunidad se van haciendo costumbre en todos los institutos políticos de hoy. El PRD arrastra una vergüenza nacional. El PAN celebra sus elecciones con una auténtica farsa. Ricardo Anaya es un jovencito imberbe en todo sentido a quien envían para hacer el soberano ridículo pidiendo apoyos a gobernadores corruptos a cambio de impunidad. Así y todo, cometen la osadía de proclamarse ejemplos de probidad, integridad y autoridad moral. El senador Javier Corral ya podría ir haciendo sus maletas. El PRI, fiel a su costumbre, alista sus tramoyas y levanta el telón para iniciar su envejecida y fantoche farsa teatral. Todos sus actores y extras se mueven al unísono.
En ninguno de estos partidos aparece la voluntad y la valentía para entregarle al pueblo lo que merece y lo que necesita. Porque…una vez en el poder:
¿Quién va a enjuiciar y a sancionar al Ejército asesino y violador? ¿Quién va a detener los abusos del Instituto Nacional de Migración contra nuestros hermanos centroamericanos? ¿Quién parará a las empresas canadienses que destruyen la naturaleza y explotan vilmente a los mexicanos que laboran en las minas?
¿Por qué los extranjeros tienen ahora dominio directo sobre tierras y aguas? ¿Se ha legalizado el atraco en lugar de sancionarlo? ¿Por qué el mismo gobierno se niega a que sean entrevistados los militares por los desaparecidos de Ayotzinapa? ¿Qué esconden?
¿Hay algún compromiso por parte de estos detentadores del poder?
Los Peñas, los Gracos, los Cué y los cómplices de esta mafia que abarca desde Sonora hasta Yucatán emprenden ya la represión y la violencia institucionalizada contra el pueblo.
De nosotros depende…
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