Donald Trump es un republicano en campaña

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

Trompetillas a Trump

Ricardo Monreal Ávila

Para entender a Donald Trump y sus críticas a los mexicanos hay que considerar los siguientes factores: 1) Es un republicano en campaña, 2) es un empresario producto de un reality show (“El Aprendiz”) no de una rama industrial productiva, 3) tiene un agravio personal contra México por haber perdido una inversión en bienes raíces y haber sido demandado por fraude.

Es un republicano en campaña: en tiempos de crisis económicas los republicanos en Estados Unidos se vuelven xenófobos, racistas e intolerantes. No les interesa quedar bien con nadie en el mundo que no sean los electores de los Estados Unidos que están hartos de la crisis económica y que hacen de los prejuicios un curso exprés de ciencia política.

Son muchos los ciudadanos norteamericanos que piensan que los migrantes les van a quitar su trabajo, que son seres inferiores a ellos y que van a pervertir sus tradiciones y costumbres. Todo lo que venga de fuera de los Estados Unidos es un peligro. A este ciudadano medio es al que está hablando Trump y por ello ha crecido rápidamente en las encuestas. Trump no está hablando con el cerebro (el órgano humano de la razón), sino con el páncreas (el órgano donde se secreta la bilis, nombre médico del odio).

La estrategia de Trump se llama polarización/diferenciación y consiste en identificar un enemigo a vencer, declararle la guerra y convocar a los electores a ir tras él para acabar con la amenaza en las urnas. El enemigo son los migrantes y, de manera especial, el grupo más numeroso en la Unión Americana, los mexicanos, quienes aportamos a los Estados Unidos drogas, crímenes, violaciones y corrupción. “El Chapo” ejemplifica todo eso. Para Trump todos los mexicanos somos “El Chapo” o como “El Chapo”. Esta sería la primera trompetilla que muchos mexicanos estarían dispuestos a lanzar desde el Zócalo a Trump.

Empresario mediático: De acuerdo a la revista Forbes, la fortuna de Trump asciende a 4 mil 100 millones de dólares. No los tenemos ni usted ni yo, ni el 90 por ciento de los más de 6 mil millones de habitantes en el mundo. Pero tampoco es el gran millonario de Estados Unidos ni del mundo. Arriba de él hay más de 300, pero se proyectó y se vendió como el prototipo del sueño americano empresarial gracias a un reality show llamado “El Aprendiz”, donde participaban de 16 a 18 empresarios que competían por un premio de 250 mil dólares y un contrato para dirigir una de sus empresas. El show-business y el business-show es realmente su fortaleza como figura pública.

Sin este ingrediente mediático, Trump sería un corredor más de bienes raíces, muy luchón y muy trabajador ciertamente, pero también un promotor en buena parte de la crisis financiera del 2008 por los bonos basura hipotecarios que usufructuó en su momento.

Para muchos no es el prototipo de empresario que pueda sacar a los Estados Unidos de la larga atonía económica, porque la renta de la tierra hace tiempo que dejó de ser el motor de la economía norteamericana, siendo ahora la “nueva economía de la tecnología y la información” lo que mueve a esta potencia. En este sentido, Bill Gates sería un presidente más ad hoc al momento actual que un especulador de tierra urbana o rentista urbano. Por eso, la segunda trompetilla para Trump se haría desde el foro económico.

3) Agravio personal contra México: El odio y el coraje hacia México nace de un golpe a su bolsillo. En 2006 Donald Trump comenzó la construcción de un desarrollo inmobiliario de lujo en México. El proyecto fracasó y Trump fue demandado por 190 personas en su país y en México.

Casi 200 personas, la mayor parte de ellos del sur de California, perdieron millones de dólares al apartar condominios en el Trump Ocean Resort Baja Mexico, proyectado en Tijuana, Baja California, como un lujoso resort con vista al océano Pacífico, albercas y canchas de tenis, que fracasó en 2008, en medio de la crisis financiera internacional.

Los clientes defraudados exigieron 20 millones de dólares al empresario y a la firma Irongate, codesarrolladora del proyecto, pero Trump y la compañía sólo tuvieron que pagar 7.5 millones de dólares, de acuerdo con el fallo de un juez, aceptado por los demandados, de acuerdo con una nota de Los Angeles Times publicada el 27 de noviembre de 2013, cuando concluyó la disputa legal.
Sin especificar si se refería a esta demanda, en febrero de este año, cuando Alejandro González Iñárritu ganó el Oscar a “Mejor Director”, por su película “Birdman”, Donald Trump publicó un tuit en el que advertía “no hagan negocios con México” y afirmaba haber ganado una demanda en la “corrupta corte de México” que no había podido cobrar.

Sus críticas contra México están, pues, afectadas de parcialidad por motivos económicos, no ideológicos o políticos. Habla por la herida del bolsillo que significó el fracaso de su proyecto inmobiliario en Tijuana, al que pretendía financiar con bonos basura. En ese momento, los mexicanos éramos “prósperos y visionarios”, y las mexicanas que participaban en el concurso “Miss Universo” organizado por él, eran hermosas e inteligentes. Después de haber perdido su inversión en Tijuana, ahora los mexicanos somos criminales, violadores y drogadictos. Su juicio sobre México está afectado por ese descarado interés económico. Es cierto que las cortes mexicanas están plagadas de jueces corruptos, pero son las cortes y un grupo de malos mexicanos, pero no todos los ciudadanos ni todo el país. Por esa incapacidad para emitir un juicio objetivo sobre la realidad mexicana, Trump merece una tercera trompetilla de parte de millones de compatriotas.

Habrá que estar muy atentos a la evolución de este personaje populista de la derecha radical del vecino país, porque si llega a ganar la nominación republicana y, posteriormente la presidencia de los Estados Unidos, tendríamos enfrente no a un Jefe de Estado, sino a un rentista agraviado que buscará cobrarse la afrenta con una invasión o una ocupación territorial. Así de peligroso está el mundo en estos días. 

ricardomonreala@yahoo.com.mx
Twitter: @ricardmonreala