Homozpping
BOTICA R334
Jorge Meléndez Preciado
A pesar que se dicen “víctimas de linchamiento social”- las redes son en muchas ocasiones la única forma de protesta sin represión, hasta ahora-, los funcionarios no paran de atropellar los derechos de los periodistas. Rafael Moreno Valle, el autócrata de Puebla, no obstante que ha encarcelado a casi la mitad de los 500 presos políticos en la nación, ahora no sabe qué hacer ante la balacera que hubo en la casa de la reportera de El Heraldo de México, Alejandra Corona. Sus cinco voceros de prensa, encabezados por el ex baterista de Timbiriche, Maximiliano Cortázar, seguramente dirán que fue un borracho que pasaba por el sitio donde todavía huele a pólvora.
El ofendido Javier Duarte, para levantar ánimos, mandó a su empleado, Aldo Ferrari (sic desbielado), que aparece como gerente del PRI local, al que le organizara un acto para desagraviarlo de las acusaciones que realizaron Rubén Espinosa y Nadia Vera (¿qué dirá Manlio de este tipo de PRI dinosáurico?). En dicha ceremonia de quema de incienso, igual que las de 1968 a favor de Gustavo Díaz Ordaz, se agredió por parte de un escolta del (des) gobernador a un fotógrafo de la agencia AVC, la misma donde trabajaba Espinosa Becerril; a otros compañeros suyos no se les dejó entrar a la simulación de apoyo. Muestras claras que las agresiones a los compañeros de la lente continúan, a pesar de lo que diga el parte oficial.
Por si fuera poco, en Orizaba, Veracruz, un comando de narcos asesinó a cinco personas, entre ellos el ex corresponsal de Televisa, Santos Cabrera; se salvaron de la muerte dos reporteros del periódico El Buen Tono, quienes no estaban, seguramente, en la lista de los que caerían; el director del medio, Juan Heriberto Salas, dijo que fue un milagro que ambos tecleadores salieran ilesos pero que de inmediato se irían a otro lugar de la más peligrosa entidad del país en cuanto a la vida de los informadores, algo que había señalado enfáticamente Rubén. A quien se detuvo como posible cómplice del crimen de las cuatro de Narvarte más el fotorreportero, Daniel Pacheco, ya se le decretó auto de formal prisión.
Aunque para Televisa en sus famosos y cada vez menos vistos noticiarios, los “pachecos” eran Nadia y Rubén, como dijeron constaba en estudios de la PGJDF (¿nuevas filtraciones o tergiversaciones?) Bien plantea Darío Ramírez de Artículo 19 (SinEmbargo, 13 de agosto), ninguna investigación acerca de los periodistas asesinados ha tenido como eje su oficio periodístico. Algo que ya hemos visto desde la época de Miguel de la Madrid, en el caso de Manuel Buendía y otros 20 caídos entonces, para las autoridades somos narcos, alcohólicos, vagos o andamos con malas compañías. Nunca se enjuicia a alguien, excepto a José Antonio Zorrilla Pérez, por asesinar a Manuel Buendía debido a sus investigaciones acerca del narcotráfico, y eso porque hubo un grupo de apoyo periodístico (encabezado por Miguel Ángel Granados Chapa, la Fundación Manuel Buendía y otros) para evitar que las autoridades hicieran de las suyas. Hora de exigir en lugar de bajar la guardia.
Ole
Enrique Peña Nieto celebró el Día Internacional de la Juventud y afirmó que los muchachos deben ser “rebeldes y contestatarios” (La Jornada, 13 de agosto). Eso mismo no lo pensó cuando en la Universidad Iberoamericana lo cuestionaron por la represión en el Estado de México. Tampoco lo ha puesto en práctica en su administración ya que la cifra de los mal llamados ninis (ni trabajo ni estudio), aumenta a más de siete millones. Jamás lo hemos visto condenar los ataques a los chavos de la prensa que han sido asesinados. Nunca ha sacado la cara por los migrantes que en Estados Unidos son vejados y mandados a la cárcel. Y, para no seguirle, el presupuesto para las universidades y otras instituciones de enseñanza superior no aumenta como se requiere, según la ANUIES y otras agrupaciones que saben del asunto. Como decía sabiamente mi abuelita: “De lengua me como un plato”. Algo en que coinciden diversas ONG, quienes afirmaron: no hay nada que celebrar en el Día Internacional de la Juventud.
¡Vamos de maravilla!
Según Agustín Carstens– el del “catarrito, que retrajo la economía más de 7 por ciento-, no aumentarán los costos de los alimentos, el dólar está siendo controlado- no dijo que hemos dilapidado más de mil 700 millones de billetes verdes de las reservas-, aunque un día baje unos céntimos y luego aumente décimas; el mercado nacional no sufrirá grandes elevaciones de precios- en lo que no coinciden los empresarios-, y somos una economía fuerte que atraerá inversiones realmente que ayuden al país- la compra de empresas nacionales continúa y se contabiliza como entrada de capitales, oh, Dios.
Así pues, mientras los analistas internacionales dicen que el próximo año la compra de petróleo irá a la baja, la exportación de las pocas materias primas que enviamos no traerá buenas ganancias- no se olvide que importamos el 35 por ciento de alimentos gracias a la reforma salinista- y que la volatilidad del dólar y el yuan será mayor, para el regordete funcionario nada malo pasa. Por cierto, Luis Videgaray, secretario de Hacienda, mejor no abre la boca. Como siempre, viene la tormenta que se nota porque ya hay aguaceros en muchos lados, y el país no está preparado para hacerle frente al vendaval. Claro, lo único que le interesa a los economistas del FMI y la OCDE, como Carstens y José Ángel Gurría, es salvar a las empresas gigantes, los bancos y quienes especulan en un mercado débil, en el cual la bolsa de valores (de unos cuantos), está resintiendo los embates de economías como la yanqui y la china. Otra crisis más en puerta que, necesariamente, pagaremos los ciudadanos que no tenemos defensa.
Uno
El 13 de agosto a las 20.30 horas se estrenó, en canal 22, la serie de Mardonio Carballo: La raíz doble. En el inicio vimos tres importantes asuntos: el caso de las alfareras de Cuentepec, Morelos; el de las parteras de Amuzgo, Guerrero, y el renacer del Huapango en Veracruz. El autor de su muy famosa colaboración: Las plumas de la serpiente (saludos, Carmen Aristegui), con su lenguaje poético, su investigación a fondo de los pueblos indígenas, su trato de iguales con los más pobres y trabajadores y eficientes, su visión de que el México Profundo del que nos hablaba Guillermo Bonfil Batalla es el efectivo, muestra que el racismo en México es cuestión de zafios. Con esta emisión, el muy polémico canal que dirige Raúl Cremoux, se reivindica en parte, ya que nos han llegado informes de que continúa una mala forma de hacer las cosas en dicha empresa cultural, asunto que abordaremos pronto.
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