Por Esto!
La (in)decencia
Jorge Lara Rivera
Alguien moralino que viviese de la maledicencia tal suele hacer la gente de Acción Nacional, parecido a esas viejas “ventaneras” que aunque estén achocadas todo el día todos los días en la iglesia dándose de golpes de pecho, con el Jesús en la boca y poniendo el grito en el cielo afectando bochorno por la menor licencia de urbanidad y con constante miedo a descortesías y falta a la castidad; explicaría la meteórica y fulgurante carrera de Ricardo Anaya Cortés en la Cámara como surgida de una recámara gubernamental queretana, compartiendo el esposo con una senadora que sea hoy integrante de la Comisión Electoral a cargo de la inminente elección interna partidista, y que cuajó entre almohadones presidenciales de un borracho que lloraba viudez, aunque su esposa, cuyo nombre empieza con Margarita y termina con Zavala Gómez del Campo, aún respira. Pero no, eso no debe hacerse nunca.
Alguien moralino que viviese de la maledicencia tal suele hacer la gente de Acción Nacional, parecido a esas viejas “ventaneras” que aunque estén achocadas todo el día todos los días en la iglesia dándose de golpes de pecho, con el Jesús en la boca y poniendo el grito en el cielo afectando bochorno por la menor licencia de urbanidad y con constante miedo a descortesías y falta a la castidad; explicaría la meteórica y fulgurante carrera de Ricardo Anaya Cortés en la Cámara como surgida de una recámara gubernamental queretana, compartiendo el esposo con una senadora que sea hoy integrante de la Comisión Electoral a cargo de la inminente elección interna partidista, y que cuajó entre almohadones presidenciales de un borracho que lloraba viudez, aunque su esposa, cuyo nombre empieza con Margarita y termina con Zavala Gómez del Campo, aún respira. Pero no, eso no debe hacerse nunca.
En cambio merece mencionarse la indiscreción de una llamada reveladora filtrada por “Reforma” de quien fue, por antidemocrática concertacesión en el salinato, gobernador bajacaliforniano –Ernesto Ruffo Appel– al depredador de Sonora, el ladrón gobernador Guillermo Padrés Elías (ver nota hoy) nada menos ni nada más que para pedirle desvío de recursos, dinero público para financiar ilegalmente la campaña del cortesano Ricardito Anaya contra el iluso chihuahuense Javier Corral Jurado un fundamentalista quien ahora descubre amargamente que “los enemigos de sus enemigos” no siempre ni necesariamente “son sus amigos”: apenas en enero se alió con el grupo calderonista (Ernesto Cordero Arroyo, Javier Lozano Alarcón, Francisco Barrio Terrazas) contra Gustavo Madero Muñoz Lozano firmando un documento cuestionando a ése quien se agenciaba una curul plurinominal. A cambio le ofreció apoyo para permanecer impune.
Sí, Ruffo Appel sigue sangrando al erario además de con su dieta como Senador, con un gasto anómalo, según prueba la página web, ya que aunque vive en el DF se ha gastado los primeros 2 años de su legislatura 26 mil 242 pesos en “peaje” de carreteras de la zona. Pero Guillermo Padrés Elías tiene, desde luego, el mayor interés en asegurar el apoyo de Anaya Cortés y del clan calderonista para cuando, al dejar el cargo a que llegó por cuestionado fallo –literal– del TEPJF dominado por panistas, tras judicializar la elección, y deba encarar molestias legales por sus latrocinios y abusos, dejando al descubierto sucios tratos detrás del Acueducto Independencia y el Trasvase del agua del Reservorio del Yaqui, megaobra inaugurada a última hora por Calderón, el misterio del colapso de la presa en el rancho “Pozo nuevo de Padrés”, la falta del pago de las indemnizaciones que Grupo México adeuda por la contaminación de los ríos Bacanuchi y Sonora debido a filtraciones de su mina Buenavista del Cobre, y por las arteras ejecuciones de líderes e incriminación de activistas de la etnia yaqui, despojada del agua del Valle del Yaqui; la utilización de un esquema fiscal de exenciones federales (conocido como “vacuna fiscal”) para condonar 708 millones de pesos por adeudos fiscales de Javier Gándara Magaña al erario nacional, a 41 empresas ligadas al propio G. Elías Padrés, familiares suyos, su socio candidato panista a sucederlo J. Gándara (quien derrochó dinero público usando avión privado al ir a eventos particulares y giras) y, en el colmo, al PAN, beneficiados con la discrecionalidad de este auto “perdón” fiscal otorgado que configuró al menos 6 delitos: Defraudación Fiscal, Coalición de Servidores Públicos, Uso indebido de atribuciones y facultades, Ejercicio indebido de funciones, Tráfico de Influencias y Asociación Delictuosa, pero también “financiamiento ilegal” que compete al INE y al TEPJF.
Por ésos y la ingeniería fiscal que permitió a otras empresas dejar de pagar millones de pesos por Auditorías Fiscales del SAT, con posibles “moches”, el Coordinador de la bancada priísta en San Lázaro emplazó a Hacienda y a su SAT (del oaxaco-tepiteño Aristóteles Núñez Sánchez aupado en el calderonato) para investigar lo señalado por medios informativos y denunciado ante PGR, que incluye a Carlos Villalobos Organista (de Hacienda estatal), su director de Auditoría Fiscal Roberto Francisco Ávila Quiroga, Gerardo Encinas (Subsecretario de Ingresos); asimismo contra el titular de la SAGARPHA sonorense, Héctor Ortiz, el Secretario Técnico Luis Erasmo Terán y John Swanson Moreno, Jefe de Oficina del Ejecutivo.
Nepotismo, enriquecimiento inexplicable, abuso del cargo y despreciable vasallaje al servicio de Germán Feliciano y Genaro Federico Lara Mota Velasco (propietarios de Minera México, Grupo México, Ferromex, Ferrosur, Intermodal México y la línea ferrocarrilera estadounidense Texas Pacific, la minera Southern Copper Company en Perú y Asarco en Estados Unidos, Cinemex y el 30% de las acciones de Grupo Aeroportuario del Pacífico) Padrés Elías sin autorización de SEMARNAT ni de CONAGUA, se construyó una enorme presa cuya cortina medía más de 120 metros de ancho y 80 metros de altura, con capacidad para acaparar más de 4 millones de metros cúbicos de agua del río Manzanal que fluye hacia el Bacanuchi en una tierra sedienta (campesinos ribereños de Arizpe que nunca habían tenido problemas con el abasto de agua se quedaron sin ella).
Obra tan costosa que no existía hace 4 años requirió 170 millones de pesos para regar tierras del inmenso rancho (3 mil 670 hectáreas –a su nombre y el de Miguel, su hermano, de su dañino hijo Guillermo Padrés Dagnino, y su sobrino Daniel Padrés Molina) que por su costo indica dinero inexplicable. Valido de su filiación política y el cargo público, en 2012 obtuvo además permisos concedidos expeditamente por el régimen de Calderón para perforar 6 pozos electrificados y explotar hasta 2 millones 888 mil metros cúbicos de agua del subsuelo por 30 años; exacción que se suma a los 500 mil pozos particulares que, con “cuchara grande”, sirviéndose de su propio gobierno, se autorizó a sí mismo, en obvio conflicto de intereses, perforar, mientras que la comunidad de 248 agricultores y ganaderos en la margen del río Bacanuchi no puede abrir ni 2, pese a que llevan años solicitando se les autorice y quienes resintieron el acaparamiento hídrico del insaciable Padrés con su presa, pues se les secaron los pocitos.
Hará un par de meses “The Wall Street Journal” lo encueró al revelar que con su hermano Miguel logró un monstruoso enriquecimiento ilícito (en 2015 suma 261 millones) corolario lógico de innumerables denuncias sociales de sus abusos, más al considerar que en 2006 refiere la Internet era dueño sólo de una casa con moblaje menor, de 3 cuartos, salacomedor, cuarto de TV, y electrodomésticos; ahorros que no llegaban a 600 mil pesitos y un Volkswagen. Para 2008 tras su paso por el Senado tenía 2 millones 100 mil pesos. Y en 2009 ya contaba con 2 millones 700 mil pesos y hoy resulta que incrementó 9,000% su riqueza en sólo 6 años. Tal es el fundamento de una presunta investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda en el caso de unas transferencias sospechosas hacia cuentas de Miguel Elías por un total aproximado de 3.3 millones de dólares hechas por Mario Aguirre, hombre de negocios ligado a empresas –entre ellas una firma holandesa– que obtuvieron contratos por 20 millones de dólares del gobierno estatal para proveer uniformes escolares a los niños de escuelas públicas sonorenses. Y no es 1ª vez que Miguel sirve de tapadera de los negocios de Guillermo Padrés. Pase lo que suceda este domingo, claro que debe investigarse el financiamiento de la campaña del cortesano Ricardo Anaya y aplicar –por fin– la ley.
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