Por Esto!
Mario Renato Menéndez Rodríguez
Un aniversario más de un diario emblemático
Lo que necesita el pueblo de México lo describe de manera sucinta el lema de POR ESTO!, el diario emblemático del periodismo en estos tiempos aciagos: Dignidad, Identidad, Soberanía. Hoy 21 de marzo cumple su vigésimo cuarto aniversario, sin haberse desviado de sus propósitos originales de ser un baluarte de la libertad de expresión, del periodismo veraz y comprometido con las mejores causas de la sociedad mexicana. Sin temor a equivocación, puede afirmarse que la población del Sureste es de las mejor informadas del país por contar con un medio ajeno a componendas con los poderes fácticos, gracias a los valores cívicos y humanos de su Director, el maestro del periodismo que es Mario Renato Menéndez Rodríguez, cuya vida es un ejemplo a seguir por quienes pretenden dedicarse a una profesión que exige total entrega.
En estas poco más de dos décadas ha podido construir un medio de comunicación que sigue fielmente su compromiso inicial de servir a los lectores con una ética periodística que es muy difícil encontrar en nuestro país en la actualidad. Somos víctimas de la descomposición social acelerada, no sólo por la corrupción de las élites, sino porque hacen falta medios como POR ESTO!, que sirvan de escudo a la fuerza destructora de los poderes fácticos, cada vez más feroz contra un pueblo inerme ante la impunidad de la que disfrutan, lo que sin duda es el mayor incentivo al círculo vicioso que forman ambos flagelos, a cual más destructor del tejido social y eficaz desmoralizador de la sociedad mayoritaria.
En sus veinticuatro años de vida, POR ESTO! se ha distinguido por su actitud digna ante los poderes, su firmeza para coadyuvar a que la sociedad del Sureste mexicano se mantenga fiel a su identidad histórica, y su empeño indeclinable para defender la soberanía del pueblo ante los embates de los poderosos, en estos tiempos en los que es difícil disociar al delincuente común de gente con fachada de hombres de bien, pero que gracias a la doble moral con que se mueven en el mundo, en realidad son tan delincuentes como aquellos que tienen fama pública de ser integrantes de mafias delictivas. No pocos de ellos han sido desenmascarados por el gran diario que fundó Mario Renato Menéndez Rodríguez, un Periodista con mayúscula, de tiempo completo y que nació para dar cabal cumplimiento a una vocación tempranamente adquirida, que mantiene no obstante el paso inexorable del tiempo y de los infortunios de un país cuyas instituciones están al servicio de intereses mezquinos.
Desgraciadamente, como si la historia tuviera que dar giros de ciento ochenta grados, hoy vivimos un paralelismo con aquellos años heroicos, cuando los liberales sacrificaron todo, incluso la vida, para darle a los mexicanos un sentido de Dignidad, de Identidad y Soberanía. Lo lograron con creces, como nos lo recuerdan las páginas de la historia patria, no sólo porque derrotaron al invasor extranjero aliado a los vende patrias criollos y al alto clero católico, sino porque fundaron el Estado mexicano que hizo posible la conformación de una nacionalidad propia.
Mario Renato Menéndez Rodríguez pertenece a esa pléyade de insignes mexicanos liderados por el Indio de Guelatao, a quien acompañó el grupo de intelectuales más probo, valiente y patriota que ha dado la sociedad nacional. Entre ellos destacaron Ignacio Ramírez, El Nigromante; Guillermo Prieto, Francisco Zarco, Ignacio Manuel Altamirano, Melchor Ocampo y otros menos distinguidos pero igualmente valiosos que sería prolijo enumerar. Nos lo ha demostrado a lo largo de su vida, y lo sigue haciendo para legar a los habitantes del Sureste mexicano un gran diario que ya es patrimonio de todos los mexicanos.
(guillermo.favela@hotmail.com)
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
Apuntes
En estas poco más de dos décadas ha podido construir un medio de comunicación que sigue fielmente su compromiso inicial de servir a los lectores con una ética periodística que es muy difícil encontrar en nuestro país en la actualidad. Somos víctimas de la descomposición social acelerada, no sólo por la corrupción de las élites, sino porque hacen falta medios como POR ESTO!, que sirvan de escudo a la fuerza destructora de los poderes fácticos, cada vez más feroz contra un pueblo inerme ante la impunidad de la que disfrutan, lo que sin duda es el mayor incentivo al círculo vicioso que forman ambos flagelos, a cual más destructor del tejido social y eficaz desmoralizador de la sociedad mayoritaria.
En sus veinticuatro años de vida, POR ESTO! se ha distinguido por su actitud digna ante los poderes, su firmeza para coadyuvar a que la sociedad del Sureste mexicano se mantenga fiel a su identidad histórica, y su empeño indeclinable para defender la soberanía del pueblo ante los embates de los poderosos, en estos tiempos en los que es difícil disociar al delincuente común de gente con fachada de hombres de bien, pero que gracias a la doble moral con que se mueven en el mundo, en realidad son tan delincuentes como aquellos que tienen fama pública de ser integrantes de mafias delictivas. No pocos de ellos han sido desenmascarados por el gran diario que fundó Mario Renato Menéndez Rodríguez, un Periodista con mayúscula, de tiempo completo y que nació para dar cabal cumplimiento a una vocación tempranamente adquirida, que mantiene no obstante el paso inexorable del tiempo y de los infortunios de un país cuyas instituciones están al servicio de intereses mezquinos.
Podría decirse que Mario debió nacer en los gloriosos años de la lucha de los liberales contra los conservadores, cuando no había medias tintas sino pleno compromiso con los ideales que cada grupo defendía. Obviamente, POR ESTO! estaría del lado de la irrepetible pléyade de intelectuales liberales dirigidos por el Benemérito de las Américas, con quienes dio una batalla frontal, inquebrantable, contra poderes tanto o más poderosos que los actuales poderes fácticos, como fueron el alto clero católico, dueño entonces de vidas y haciendas, y los aristócratas de pacotilla que se sentían más europeos que ciudadanos de un país étnicamente plural, del que se avergonzaban, aunque gracias a sus recursos podían darse una gran vida lejos de la pobreza ancestral de México.
Desgraciadamente, como si la historia tuviera que dar giros de ciento ochenta grados, hoy vivimos un paralelismo con aquellos años heroicos, cuando los liberales sacrificaron todo, incluso la vida, para darle a los mexicanos un sentido de Dignidad, de Identidad y Soberanía. Lo lograron con creces, como nos lo recuerdan las páginas de la historia patria, no sólo porque derrotaron al invasor extranjero aliado a los vende patrias criollos y al alto clero católico, sino porque fundaron el Estado mexicano que hizo posible la conformación de una nacionalidad propia.
Mario Renato Menéndez Rodríguez pertenece a esa pléyade de insignes mexicanos liderados por el Indio de Guelatao, a quien acompañó el grupo de intelectuales más probo, valiente y patriota que ha dado la sociedad nacional. Entre ellos destacaron Ignacio Ramírez, El Nigromante; Guillermo Prieto, Francisco Zarco, Ignacio Manuel Altamirano, Melchor Ocampo y otros menos distinguidos pero igualmente valiosos que sería prolijo enumerar. Nos lo ha demostrado a lo largo de su vida, y lo sigue haciendo para legar a los habitantes del Sureste mexicano un gran diario que ya es patrimonio de todos los mexicanos.
(guillermo.favela@hotmail.com)
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