Homozapping
¿Qué ocasionó que MVS fuera sinónimo de censura?
Autor Invitado
Miguel Angel Elorza Vázquez
“…Me tuvo como un sujeto deleznable, hinchado de vanidad. Por mi parte lo juzgué simplemente como un traidor” Julio Scherer.
El 13 de febrero de 2011, cuando Carmen Aristegui fue despedidia en represalia por haber preguntado al aire si el presidente Felipe Calderon tenía “un problema de Alcoholismo”, Javier Lozano —¡en ese momento secretario del trabajo!—, le envió un mensaje de texto a Joaquín Vargas, presidente de Grupo MVS Comunicaciones: “Hemos encontrado que tu proyecto de la 2.5 ghz tiene méritos propios, pero si recontratas a la periodista, a tu proyecto se lo lleva la chingada y te olvidas de este gobierno hasta el último día”.
En agosto de 2012, el propio Joaquin Vargas reveló, junto con el mensaje de texto, lo que cualquiera que estuviera un poco informado sabía: que había recibido advertencias y presiones de Dionisio Pérez Jácome, titular de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes y Javier Lozano, digno expositor del cabroñol y la amenaza (“se lo lleva la chingada”).
En el fondo, lo que el Ejecutivo Federal hacía era extorsionar a MVS y a su presidente Joaquin Vargas. A cambio del espacio en el espectro de la banda 2.5 ghz que MVS siempre había querido, Javier Lozano pidió que no se recontratara a Carmen Aristegui. El trato era claro: la concesión en la banda 2.5 a cambio de no hacerle preguntas incómodas al Ejecutivo, la concesión a cambio de negarle al periodista la oportunidad de hacer periodismo, la concesión a cambio de la libertad de expresión…. ¿Entonces, para qué?
Joaquín Vargas no cedió a la extorsión y, a pesar de que MVS había despedido a la periodista en un fin de semana —estrategia que repite—, la reincorporó a su espacio. Aristeguí volvió más fuerte que nunca y se convirtió en el ícono de la libertad de expresión. Joaquín Vargas también quedó muy bien parado pues, a pesar de las presiones del Ejecutivo, se había decantado por el reclamo de una audiencia que, en pleno uso de su derecho, exigía la voz de Aristegui que, debe decirse, es muchas voces y es pluralidad, pues su programa no se trataba de un univocismo intolerante que negara el espacio a las voces disidentes.
Para ilustrar la pluralidad de voces que hizo del programa de Carmen Aristegui en MVS el noticiario con mayor rating en todo el país por su apertura, basta con recordar el papelón que —¡En el estudio en vivo y frente a Carmen!—, hizo Héctor Aguilar Camin al perder el control y gritarle a Jenaro Villamil que sus pruebas “son papelitos”, tratando de desacreditar el reportaje de Proceso en el que Villamíl exponía, como en su libro Si yo fuera presidente, el plan mediático y los escandalosos contratos que el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, tenía con Televisa. Por otro lado, para ilustrar aún mejor, también hay que recordar que tiempo atrás (junio, 2009) Televisa había pagado desplegados en los principales diarios de circulación nacional donde afirmaban que la propia Carmen Aristegui y Jenaro Villamil mentían y, también debe recordarse que Aguirlar Camín era —¿es?— uno más de los empleados de Televisa, como Laura Bozzo, por ejemplo.
En 2011 los Vargas actuaron como caballeros. La propia Carmen Aristegui, en el mensaje del 19 de marzo transmitido vía streaming, lo reconoció. ¿Qué ocasionó que aquellos que Carmen Aristegui calificó como caballeros se convirtieran en traidores del derecho-a-decir y el derecho-a-escuchar? ¿Qué ocasionó que MVS se convirtiera en sinónimo de la censura? Carmen Aristegui ensayó una respuesta: “algo grave o muy grave debe haberle pasado a la familia Vargas […] para que siempre caballeros, siempre amables, siempre atentos se hayan comportado de esta manera, con virulencia, con agresividad mostrando una clara intención no sólo de romper sino de aniquilar a este grupo de periodistas”.
Quizá nunca se sepa qué fue lo que pasó. Quizá Joaquín Vargas, como en 2012, se envalentone y lo cuente. Quizá algún periodista lo descubra (Quizás, Quizás, Quizás). Lo que hoy sí sabemos, es que MVS prohibió a Carmen Aristegui y a su equipo transmitir el reportaje de la Casa Blanca porque a su vez alguien se lo pidió a MVS. ¿Quién y por qué? Además, sabemos que pocos días antes de hacerse público el reportaje de la Casa Blanca, se canceló la licitación que ya había ganado el consorcio donde estaba grupo HIGA para el tren rápido. Por último; sabemos que Carmen Aristegui y su equipo se negaron a la humillación que a otros les ha sido impuesta e hicieron público el reportaje que, debe admitirse, fue un fuerte golpe mediatico a la administración, al presidente y su esposa.
Twitter: @melorzav
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