Homozapping
Aristegui revela: MVS censuró la Casa Blanca
(Leer primera parte)
Texto Original publicado en Revista Proceso, No. 2003
Para Aristegui otro indicio importante que el tema fundamental de la ruptura es el de la Casa Blanca fue el propio comunicado de MVS, leído el 19 de marzo por Felipe Chao, vicepresidente de Relaciones Institucionales, poco después de la transmisión vía streaming de la posición de la periodista emplazando a los Vargas a un diálogo.
“Carmen sostiene que su despido fue ‘fraguado con mucha anticipación’ y por la intervención de situaciones ‘extrañas e inexplicables’. Eso es falso”, sentenció Chao.
“Carmen sabe muy bien que en el mes de diciembre, pocos días después de la difusión del reportaje de la Casa Blanca, su contrato fue renovado. Hace quince días se le autorizó la compra del automóvil de lujo que le proporciona la empresa, con el doble de valor del establecido contrato”, siguió leyendo el vocero de MVS.
“Es importante mencionar que el verdadero autor del reportaje de la Casa Blanca, Rafael Cabrera, sigue y por lo que respecta a nosotros, seguirá trabajando en MVS Radio. Por lo visto, la señora Aristegui ha ignorado algunos detalles en beneficio de su propia causa”, acusó Chao.
Poco después de que se conociera el comunicado Rafael Cabrera redactó una serie de mensajes en su cuenta de Twitter con la frase “MVS Miente”. “Es mentira. Tengo las fotos de los documentos que prueban mi liquidación”, escribió en su cuenta @raflescabrera. “MVS Miente al decir que sigo contratado. Exijo aclaración. En todo momento he estado con mis compañeros de la Primera Emisión y de Carmen”, sentenció.
Cabrera formaba parte de la unidad especial de periodismo de investigación, integrada por Daniel Lizárraga e Irving Huerta, a quienes MVS despidió alegando presunta “pérdida de confianza”.
Para Aristegui la mención de Rafael Cabrera fue “una situación bastante perversa”, cuyo objetivo es “mandar una señal de división, una señal de que se han regateado los méritos periodísticos, una señal de que el reportero de la Casa Blanca está trabajando en casa. Algo que él mismo clarificó. MVS faltó a la verdad”.
“Rafael estaba con nosotros cuando estábamos escuchando el mensaje y él dijo ‘de qué están hablando’. A él también lo despidieron. Y, de pronto, el periodista que inició la pesquisa de la Casa Blanca fue reconsiderado. El no tiene interés en regresar a MVS en esas condiciones. El tiene interés en regresar todos juntos”, abundó Aristegui.
-En su comunicado del 19 de marzo, MVS te acusa de lanzar un ultimátum a la empresa.
-Lo que dije fue que reinstalaran a los colegas, entre otras cosas, porque el despido fue injustificado y yo soy responsable y así lo acordamos de la designación de quiénes son colaboradores de la Primera Emisión. Ellos no tenían derecho a despedirlos no sólo porque no había justificación ni tenían derecho según el acuerdo.
-¿Había ahí una violación al contrato?
-Mira, mis abogados dicen que no hable del contrato porque me pueden demandar.
-MVS niega que hubiera una injerencia externa al conflicto entre ambas partes y da una cifra de que ellos dependen sólo del 6 por ciento de la publicidad gubernamental y que después del reportaje de la Casa Blanca renovaron el contrato contigo.
-Es un elemento discursivo que no es suficiente. Si bien pueden tener sólo ese porcentaje de publicidad gubernamental como grupo corporativo tienen una enorme cantidad de intereses relacionados con decisiones gubernamentales. La vinculación o los intereses relacionados con lo gubernamental no sólo radican en los ingresos publicitarios.
-Ello son una concesión. ¿Este episodio te vuelve a ilustrar la vulnerabilidad de los concesionarios?
-La vulnerabilidad principal es la de los periodistas. Si una periodista que firmó un contrato con peso legal, con una definición muy clara respecto a lo que se puede revelar, si existe un código de ética basado en la libertad de expresión, basado en la libertad editorial pretende ser roto de esta manera, imagínate cómo está el panorama general del país. Si con esas herramientas que incluyen un ombudsman, un código de ética, pasa lo que pasa, pues entonces el grado de vulnerabilidad de la prensa mexicana es muy fuerte.
“Por eso he dicho que la batalla que se tiene que dar no es sólo por los periodistas de este equipo sino lo que sucede cuando se da un manotazo como éste, de manera autoritaria, y desde luego se pretende aniquilar un espacio que ha logrado tener un público importante, una audiencia.
“En este caso, si prospera este golpe será un signo ominoso no sólo para este grupo de periodistas sino para los demás. Si prospera este golpe tendremos menos posibilidades de defensa como periodistas. Creo que por eso esta frase de ‘esta es una batalla por la libertad de expresión’ no es sólo una frase. La tenemos que dar todos.
Regresión autoritaria con Peña
-¿Por qué expresaste en tu discurso lo del “tufillo echeverrista”? ¿Por alguna relación con el golpe a Excélsior de 1976?
-Porque te evoca un capítulo de la vida mexicana, de la prensa que todos tenemos a flor de piel, no porque me equipare ni nada que se le parezca a nadie, sino porque simplemente digo que un golpe de esta naturaleza es algo que no podemos aceptar ni permitir.
“No podemos permitir que desde altos niveles de poder se extirpe, se aniquile y se pretenda silenciar a los periodistas de la peor manera posible, violentando un marco legal establecido, la libertad de expresión, violentando las maneras porque ha sido un atropello, de principio a fin, lo que ha sucedido”.
-¿Es una regresión o una reinstauración autoritaria?
-Creo que sí. Estamos ante una regresión autoritaria, ante la reinstauración de modos y maneras del viejo régimen que creíamos superadas. El problema mayor es que lo están logrando con mucha velocidad reinstaurar precisamente al dinosaurio.
“Estamos viviendo cosas que no creíamos: que no podían imponer a un ministro con una terna de uno, con la ofensa para la Suprema Corte que se imponga un perfil totalmente inadecuado y ofensivo por tratarse de un personaje tan cercano a un presidente y a los poderes fácticos.
Para Aristegui “Peña Nieto es un presidente que carga desde el origen un déficit importante de legitimidad por la manera en que fue impulsada su candidatura, por la manera en que obtuvo la presidencia, por la manera en que ha operado las reformas, por la manera en que ha sido exhibido en asuntos que no ha podido explicar a cabalidad como la Casa Blanca”. “Tenemos a un presidente muy disminuido en materia de credibilidad y me atrevo a decir que en materia de legitimidad”, sentenció.
-En el caso de la Casa Blanca, ¿sentiste que ése iba a ser un parteaguas en tu situación en MVS o era la investigación normal?
-Desde luego, tuve todo el tiempo conciencia del calibre de una investigación así. Todo el tiempo tuve conciencia de lo que significaba poder demostrar, con documentos, con una información muy rigurosa, la propiedad que ahora se atribuye a la primera dama y como si se hubiera demostrado cabalmente.
Teníamos en nuestras manos, como periodistas, un conjunto de elementos sumamente comprometedores y graves que se expusieron en el reportaje especial de “La Casa Blanca de EPN” que así se tituló.
-¿Alguna relación de tu salida con la llegada reciente de Eduardo Sánchez como nuevo director de Comunicación Social de la Presidencia?
-Lo único que sé es que es muy cercano a los Vargas desde siempre y que la coincidencia de su llegada ha sido notada por varios.
Movilizaciones y vía judicial
Durante la primera semana de su ausencia en la radio comercial, hubo movilizaciones y en las redes sociales y frente a las instalaciones de MVS para solicitar la reinstalación de Aristegui y de su equipo, así como para acusar a la empresa y al gobierno federal de censura.
El lunes 16 de marzo poco más de 2 mil personas fueron a entregar más de 174 mil peticiones en la plataforma Change.org con la frase “Carmen se Queda”. En la misma plataforma comenzaron a recolectarse miles de firmas pidiéndole a Radio Ibero, a Radio UNAM y al Canal del Congreso que abran su espacio a la periodista.
Frente a esta ola de expresiones de solidaridad y de apoyo, Aristegui define legalmente su situación como “terminación anticipada de contrato” y destacó que privilegiará, por ahora, su defensa legal.
-¿Qué escenarios vienen ahora ante la respuesta de MVS que te da la despedida?
-He escuchado a varios abogados, muy importantes, de muy buen nivel, que encuentran que hay materia para impugnar, para buscar el amparo de la justicia frente a un atropello que no tienen derecho a hacer: dar por terminado un contrato que tiene vigencia y que involucra derechos no sólo contractuales per se, sino de derechos de expresión, de libertad editorial.
“Coincido con muchos abogados: si permitimos que este contrato por su naturaleza se desconozca unilateralmente es un signo ominoso para los periodistas y es una señal muy preocupante en materia de libertades porque, incluso, con un manotazo se puede desaparecer algo con consecuencias legales”-
-La gran mayoría de la gente está pidiendo tu retorno a otra estación radiofónica o en transmisiones online. ¿Estás pensando en esas opciones?
-No, en este momento el foco de atención está puesto en la batalla judicial de que independientemente de si es difícil o no se tiene que dar. Hay que revertir algo que no podemos permitir. Entiendo que puede ser un proceso que puede tomar tiempo y, desde luego, enfrentar el asunto de un despido masivo de mis colaboradores.
-¿Masivo?
-Sí, ya despidieron a todos. Todo el equipo de producción y de redacción ha sido despedido de la estación.
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