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Videgaray reacciona… pero el daño está hecho
Claro, lo anterior no incluye el escándalo que la compra una casa en Malinalco, Estado de México, a Grupo Higa, propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú, uno de los empresarios más beneficiados por los gobiernos de Enrique Peña Nieto en el Estado de México –donde Luis Videgaray se desempeñó como Secretario de Finanzas– y ahora como Presidente de la República –donde Videragay es el responsable de conductr la política económica del país–.
Pero no, en términos de comunicación en su materia y a la luz de los resultados, el Secretario de Hacienda se fue hundiendo en una espiral de desconfianza frente a los actores productivos del país. La incapacidad para explicar con claridad esa toma de decisiones radicales a veces duele, y significan un fracaso en algunos proyectos pero que, al final, son necesarias para no afectar a las mayorías en un país donde la pobreza y la marginación crecen a pasos agigantados, hizo aún más grande el rechazo.
Lejos de eso, la política de comunicación de la SHCP se empecinó en mostrar esas decisiones como acciones obligadas por un contexto internacional, nunca como ajustes inteligentes y pensados para amortiguar los daños, y que además se llevaron entre las patas de los caballos a proyectos emblemáticos del actual sexenio, como los de los ferrocarriles, además del mayor reto de esta administración que, claro, ya no se cumplirá: generar los empleos bien remunerados que le urgen al país.
No fue sino hasta el miércoles pasado, en el marco de la X Cumbre Financiera Mexicana, organizada por LatinFinance, una firma especializada en inteligencia de mercados financieros en América Latina y el Caribe.
En ese foro, Videgaray Caso mostró una cara distinta al reconocer que la economía no marcha como se espera, pero que las acciones realizadas se han hecho para preservar la estabilidad macroeconómica y proteger a la mayoría: “lo que estamos protegiendo no son las grandes cifras, estamos protegiendo la economía de las familias mexicanas”, dijo el titular de la SHCP.
“No hace falta más que recordar lo que ocurría en México hace algunas décadas, cada vez que teníamos una crisis financiera para recordar el daño profundo que se hacía en la economía de las familias mexicanas; particularmente aquellas que menos tienen”, añadióVidegaray, antes de hablar de los logros que, de acuerdo con sus cifras, se han concretado en lo que va de la administración peñista.
Antes, además, admitió que desde septiembre del año pasado se ha visto una disminución del apetito por el riesgo en México, y que esto ha provocado una migración de los flujos de capital hacia las economías más avanzadas, y particularmente a los activos de menor riesgo.
Además, dijo, los mexicanos deben tener presente que la caída en los precios del petróleo no es transitoria y que hay una muy baja probabilidad de que se vea una pronta recuperación de las cotizaciones en las próximas semanas, o incluso en los próximos años, y por ello la urgencia de tomar medidas extraordinarias para ajustar las finanzas públicas.
Videgaray destacó que una de las opciones era seguir aumentando el déficit público, pero eso, afirmó, endeudarse aún más, es algo que “no estamos dispuestos a hacer”. Tampoco se hará, agregó, aumentando impuestos, una medida que ya le fue ampliamente criticada tras la Reforma Fiscal que entró en vigor en 2014.
Habló del ajuste al presupuesto como una medida preventiva, para evitar tener un problema con la estabilidad macroeconómica, y dar una señal clara y contundente que el Gobierno federal está dispuesto a tomar las medidas que sean necesarias para mantener la solidez de las finanzas públicas y por lo tanto, la estabilidad macroeconómica.
También aceptó que el reto para las finanzas públicas vendrá en 2016 e incluso en los siguientes años, donde en un contexto de bajos precios del petróleo y menores ingresos se tendrá que gastar menos y mejor.
En fin que Luis Videgaray por fin fue claro para explicar sus acciones de política económica, algo que no se había visto en todo el sexenio, que ha transcurrido para él entre golpes de timón e incluso el escándalo personal por las acusaciones en su contra de presuntos conflictos de interés.
La pregunta es si a estas alturas del partido, ya entrados en los meses que completarán la mitad del sexenio, este viraje en la forma de comunicar del titular de la SHCP permanecerá y será suficiente para generar confianza entre ciudadanos, inversionistas y analistas.
El daño a la imagen del gobierno y del país es grande, porque todo se achaca a los fracasos del actual gabinete: la violencia que no cesa, los abusos a los derechos humanos, la corrupción y la impunidad que la alimenta, el descontento social y la desconfianza ciudadana a la clase política, la economía que no marcha…
Pero en esa percepción de fracaso mucha responsabilidad le toca a quienes diseñaron y diseñan la forma de comunicar del actual gobierno que, contra las cuerdas, hace anuncios sin consistencia ni compromiso político para enmendar errores, no los cumple y luego, como resultado, sale peor el remedio que la enfermedad.
Videgaray Caso le dio un viraje a ese rumbo en materia de comunicación, el punto es ver ahora la dimensión del daño que se produjo en los últimos 27 meses, y si éste es ya irreversible para él. Más ahora que nuevas revelaciones lo vuelven a cuestionar por la compra “inusual” de su casa de Malinalco.
(SINEMBARGO.MX)
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