jueves, 26 de marzo de 2015

Por seguir dependiendo del petróleo

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Presupuesto base cero
Ricardo Monreal Avila

Terminó la borrachera petrolera y hoy toca pagar los platos rotos del dispendio, el derroche y la ineficiencia presupuestal.

Después de diez años de altos precios del crudo mexicano de exportación (2004-2014), hoy se vislumbran precios bajos durante al menos tres años.

Sobreproducción, sobreoferta, disminución de la demanda de energía y la decisión de los países árabes de sacar del mercado a los nuevos productores de petróleo shale, son las causas de esta baja de precio que ha puesto en jaque a los gobiernos que siguen dependiendo de los ingresos petroleros para financiar buena parte de su gasto público.

Venezuela es el país de América Latina que más males va a padecer por este ciclo de baja petrolera. Más que la oposición política, la caída de los petroprecios es la principal amenaza para la estabilidad y la continuidad del gobierno de Nicolás Maduro.

México es el segundo país de América Latina con más riesgos. 38 de cada 100 pesos que gasta el gobierno provienen del petróleo y ahora esa fuente de recursos está a la mitad de lo que se presupuestó durante los últimos años. Hablamos de un impacto de casi un punto del PIB: 170 mil millones de pesos.

Para subsanar ese boquete financiero, el gobierno tiene tres opciones: subir impuestos, endeudarse o recortar su gasto.

Las dos primeras ya están agotadas. El gobierno no puede subir un peso más de impuestos, porque se le vendría el electorado encima. Sería la estocada para una economía estancada. La deuda también ya se llevó a su tope. En dos años, el actual gobierno ha contraído deuda por 1.2 billones de pesos, llegando a 6.5 billones de pesos la deuda pública total. No hay espacio para más

Sólo le queda la tercera carta: amarrarse el cinturón y recorrer la hebilla dos o tres ojillos más.
Esto es lo que se hará a partir del próximo año con el llamado “presupuesto base cero. En términos lisos y llanos se trata de un recorte presupuestal importante. “Gastar menos y hacer más” o “hacer más con menos”, dicen las trilladas frases

El “presupuesto base cero” es una práctica financiera que ponen en práctica las grandes corporaciones privadas cuando están con problemas de caja o enfrentan entornos difíciles de mercado.

Se aplican cinco puntos básicos: 1) se revisa el presupuesto rubro por rubro, para detectar gastos hormiga, innecesarios o duplicados (cero duplicidades); 2) parten del escenario más crítico de expectativas para el año siguiente (cero proyectos nuevos); 3) anula los incrementos de los presupuestos anteriores (cero aumento de recursos); 4) pospone o cancela nuevos proyectos (cero gasto adicional); 5) disciplina y transparencia en el gasto autorizado reajustado (cero sobregiros).

Durante años se nos ha dicho que el presupuesto federal no tiene margen para cambios. Que todo lo presupuestado está debidamente acreditado, comprometido y no hay espacios para reasignaciones. “La cobija es la misma y para tapar a unos hay que descobijar a otros. Si quieren una cobija más grande hay que aumentar impuestos”. Es el argumento de los secretarios de Hacienda de los últimos 25 años ante los reclamos del Congreso de eliminar gastos superfluos y destinarlos a infraestructura o a programas sociales.

Ante esta información la pregunta obligada es, ¿qué rubros, ramas o programas pueden reducirse a cero, recortarse o posponerse? 

Según una investigación del diario El Financiero
(miércoles 25 de marzo), el rediseño del presupuesto de 2016 está comprometido por gastos ineludibles e incrementales como la deuda pública, erogaciones en pensiones y jubilaciones, la prestación de servicios públicos de salud y educación, las aportaciones y participaciones estatales y los programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca.

“Expertos consideraron que la negociación será difícil, pues sólo se tiene cerca de 5.9 por ciento del gasto público total para modificar o redistribuir en el periodo inmediato, y realmente trabajar sobre una base cero para el año entrante”.

De acuerdo con el Centro de Estudios de Finanzas Públicas (CEFP), los gastos ineludibles representaron 76.6 por ciento del gasto neto total del sector público presupuestario en 2010 y en 2013 se incrementó a 77.5 por ciento, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En el Diagnóstico del Sistema Fiscal Mexicano, el CEFP señala que estos gastos están destinados a grupos de alto poder público y político y que su estructura sólo puede ser modificada en el largo plazo mediante una planeación integral y reformas estructurales.

El porcentaje restante puede ser modificable, pero únicamente en el mediano plazo, y los cambios dependerán de la voluntad política.

En este sentido la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) trabaja con el Banco Mundial para enfrentar los retos de la baja de ingresos presupuestarios petroleros, refirió en entrevista Sunny Villa, investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

La investigadora del CIEP dijo que para realmente trabajar con una base cero, es necesario llevar a cabo reformas de fondo para terminar con los gastos ineludibles. Tendrían que cambiarse leyes como la de Educación, Salud, la Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la de Desarrollo Social.

Por ejemplo, el artículo 25 de la Ley General de Educación establece que el gasto en educación pública y servicios educativos de los tres órdenes de gobierno no podrá ser menor a 8 por ciento del PIB.

En tanto, el artículo 20 de la Ley General de Desarrollo Social señala que el gasto social no podrá ser inferior, en términos reales, al del año fiscal anterior, lo que representa una antítesis a la metodología para el presupuesto base cero.

“Es difícil empezar a hacer un presupuesto desde cero; hay inercia presupuestal, pues hay muchas partidas que continúan de un año a otro”, dijo Gerardo Corrochano, director para México del Banco Mundial.

Fernando Galindo, subsecretario de Egresos de la SHCP, señaló que en la revisión al presupuesto se mejorarán las reglas de operación de programas y se detectará la duplicidad de funciones o estructuras, dando prioridad al gasto social

Además de las dificultades para encontrar áreas de recorte, el presupuesto “base cero” enfrentará resistencias políticas importantes. Desde los gobernadores y alcaldes hasta las centrales obreras y campesinas. El presupuesto “base cero” generó disturbios sociales en Grecia y tiene casi fuera del poder al gobierno español de Mariano Rajoy. México no será la excepción de futuras reacciones y costos políticos para quien lo instrumente.

ricardomonreala@yahoo.com.mx
Twitter: @ricardomonreala

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