Por Esto!
El deterioro continúa
Gerardo Esquivel
La crisis en el INE es más complicada e importante de lo que parece. Es en parte también una crisis de confianza, en la que siete partidos de oposición se pararon de la mesa del INE y han cuestionado inclusive el liderazgo del consejero presidente. Todo el problema deriva de lo que se percibe como una cierta condescendencia y/o favoritismo de algunos órganos del INE para con el PVEM. Esta percepción es en parte fundada, ya que ha habido un cierto rezago y lentitud para responder a algunos cuestionamientos de otros partidos e incluso de la ciudadanía. El problema, sin embargo, es que tanto los partidos de oposición como algunos analistas se equivocan al centrar su enojo en el consejero presidente. El problema viene de otro lado, en específico de ese bloque de consejeros que abiertamente simpatizan con el PRI y/o el PVEM y que han contribuido a esta situación. Son ellos, los que ponen en un predicamento al consejero presidente y a otros consejeros que sí están tratando de hacer bien su trabajo. Se trata nuevamente de la cooptación de los órganos electorales que deberían ser independientes. Algo similar parece ocurrir con otras instancias como el Tribunal Electoral, cuya sentencia al tema de los spots del PVEM en el cine es francamente ridícula (una amonestación pública nada más). Lo realmente sorprendente es que ha habido muy pocas voces cuestionando el actuar de esos consejeros con claras afinidades políticas y menos aún cuestionando la resolución del TEPJF.
Y por otro lado, mientras el deterioro continúa, la clase política mexicana, como los violinistas del “Titanic”, siguen actuando como si nada, mientras el barco se hunde. El líder de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe, por ejemplo, inauguró una estatua de sí mismo, seguramente como una especie de autohomenaje a las cero huelgas ocurridas en todo el 2014 en el país. El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le dio una entrevista al “Financial Times” en donde asegura que hay una crisis de confianza en el país, sin siquiera ruborizarse y sin que parezca darse cuenta de que él mismo está en el epicentro de dicho problema y que su contribución a dicha crisis es muy significativa. El Presidente, por su parte, envía una terna de un solo hombre para la Suprema Corte, en dónde el candidato del Presidente, el embajador Eduardo Medina Mora, no cuenta con ninguna experiencia en el ámbito judicial. Nadie parece haberles avisado que el horno no está para bollos.
Twitter: @esquivelgerardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario