Por Esto!
Percepciones engañosas
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
Se prevé un impacto negativo que afectará el crecimiento del PIB, a menos de 3 por ciento como se había pronosticado a fines del año pasado. Sin embargo, para los gurús económicos del gobierno federal la situación no afectará a la población mayoritaria. El inquilino de Los Pinos sigue con un optimismo que, de acuerdo con sus publicistas, mantiene vivo el entusiasmo de los acarreados que llevan a sus actos públicos. Es obvio que se trata de gente hambreada que acude por las dádivas que ofrecen los operadores del partido, la misma con la que la empresa Parametría hace sus encuestas para demostrar que el partido ganador en las elecciones del próximo mes de junio, será el PRI.
Quien al parecer se deja llevar por percepciones engañosas es el propio inquilino de Los Pinos. Así lo demuestra su entusiasmo mediático al participar en actos preparados por los funcionarios para que se luzca, con el apoyo logístico del Estado Mayor Presidencial. Parece que en realidad cree que la gente que lo aplaude lo hace por convencimiento, no porque para aplaudir recibe las limosnas ofrecidas previamente. No tuvo empacho en decir, durante un mitin en San Andrés Tuxtla, Veracruz: “No se puede gobernar un país, no se pueden trazar líneas y políticas públicas que mejoren las condiciones de un país, si no se siente a su gente. Si no se toca a su gente, si no se palpa a la gente, al pueblo que se gobierna”.
Es obvio que se engaña solo, porque el divorcio entre la camarilla que encabeza y el pueblo es total. ¿Acaso no son fortalezas intocables, inalcanzables para el ciudadano de a pie, tanto la mansión oficial de Los Pinos como el Palacio Nacional? En dicho acto, Peña Nieto afirmó que durante sus dos años al frente del gobierno la cifra de 7 millones de hambrientos en el país descendió a sólo 3 millones. Podría afirmar incluso que ya no hay hambre en la República, gracias al éxito de la Cruzada Nacional contra el Hambre que puso en marcha al inicio de su mandato. Sin embargo, la realidad siempre acaba imponiéndose y es imposible ocultarla, aunque se gasten miles de millones de pesos en propaganda.
La pobreza en México ha estado creciendo a medida que se impuso el modelo neoliberal, pues en sí mismo es un eficaz productor de pobreza generalizada. Así lo constatan incluso las recomendaciones de los principales organismos trasnacionales encargados de vigilar el cumplimiento del programa empobrecedor y entreguista, como el propio Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE, en el sentido de que le bajen a la dureza de las medidas adoptadas. De ahí que sea muy cuesta arriba para el pueblo lo que resta del sexenio. Lo único positivo de esta triste realidad es que los millones de pobres que tienen los ojos cerrados, por su analfabetismo funcional, acabarán abriéndolos por la hambruna que se avizora.
(guillermo.favela@hotmail.com)
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