Homozapping
“La concentración mediática amenaza la libertad de expresión” en el Pen México
Jenaro Villamil
Discurso íntegro de Jenaro Villamil en el Pen México
Es un hecho que en México y e todo el mundo el proceso de concentración mediática se ha agudizado y tiene efectos sobre la libertad de expresión y el derecho a la información. Cinco grandes consorcios a nivel global dominan los gustos y los contenidos en televisión, cine, industria musical y las agencias y programas informativos. Al mismo tiempo, en el mundo cibernético tenemos a grandes gigantes como Google, Facebook, Yahoo, Twitter que concentran más del 90 por ciento del tráfico de internet en Estados Unidos y México.
En México el panorama de la concentración mediática es grave. La reforma de telecomunicaciones y radiodifusión no modificó el panorama. Televisa y TV Azteca ya tenían el control del 90 por ciento de las frecuencias de la televisión analógica. Desde 2004 tienen el 80 por ciento de los llamados “canales espejos” que el Estado mexicano les otorgó para la transición hacia la televisión digital. En total, Televisa tiene 320 frecuencias, incluyendo a sus 60 canales espejos digitales, mientras que TV Azteca posee 211, incluyendo sus 30 canales espejos digitales.
En los últimos dos años, Televisa concretó la compra de dos empresas de televisión por cable -Cablecom y Telecable- que le permiten tener el 66 por ciento de los 12 millones de suscriptores e televisión de paga.
Las dos nuevas cadenas de televisión digital sólo alcanzarán, en cinco años, a tener el 11 o 15 por ciento de un mercado ampliamente dominado por un duopolio, si bien les va.
Los medios públicos son marginales. Canal Once y Canal 22 sólo poseen 13 de los “canales espejos” digitales, frente a los 90 que tienen Televisa y TV Azteca.
En televisión los medios sociales son inexistentes en México.
En la radio, los 9 grupos dominantes en el espectro están claramente alineados a las dos grandes televisoras, salvo uno, MVS, que es el único que ha podido competir con Televisa en la televisión de paga satelital, pero es constantemente bombardeado.
La tentación de crear un monopolio de opinión pública es muy grande y muy grave en México. Es decir, uniformar y homogenizar los contenidos, sobre todo, los informativos.
El uso de las redes sociales, un fenómeno relativamente reciente en México (de 2009 a la fecha) ha representado un mínimo contrapeso y muy incómodo para esta tendencia hacia la creación de un monopolio de la opinión pública, pero las redes sociales, cuando mucho, son utilizadas y llegan al 20 por ciento de la población, mientras el canal 2 de Televisa es accesible en el 95 por ciento de los hogares.
¿Cómo enfrentar esta creciente tendencia hacia una homogenización de la opinión pública disfrazada de pluralidad?
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