Tenemos el gobierno que merecemos
Lilia Arellano
Convierten a México en un mal ejemplo
Francisco e Iñárritu: “dedo en la llaga”
Por “pifias” de EPN, PRI en caída libre
PAN: en duda imparcialidad del INE
“Dudo que Dios tenga necesidad de nuestra abnegada entrega”.- Jorge Saldaña
“Ruego por que podamos encontrar y tener el gobierno que merecemos”, dijo Alejandro González Iñárritu al recibir el tan codiciado Oscar, uno de los que su filme ganó; casi de inmediato llegó la felicitación de rigor a través de la cuenta twitter de Enrique Peña Nieto, mejor dicho de quien se la maneja, ya que después de semejante descolón no se cree que él mismo, con esa vanidad que le es característica, hubiese contestado tan rápida y cortésmente. Y, al darse cuenta del error, los priístas de inmediato han dado respuesta: “Más que merecerlo, estamos construyendo un mejor gobierno”, con lo que esto quiera decir. Apenas en estas mismas líneas publicadas en algunos medios el viernes pasado, el título señala “Pifias dentro y fuera del país”, y no estamos equivocados.
Ahora bien, tendrían que aclararse algunos puntos con respecto a estas declaraciones. Uno de ellos se refiere al gobierno que merecemos los mexicanos y todo indica que justo es éste, el de Peña Nieto, el de Calderón, el de Fox, el de los Salinas, el que mantiene en el poder a cuanto saqueador aparece en la escena pública. Porque si se sigue votando por los mismos, no se hace ninguna reclamación ante las pruebas que una y otra vez se presentan de todas las rapiñas que sexenio tras sexenio se cometen, si no hay denuncias más que en tiempos electorales, en los que son convertidas en cartas de negociación que encumbran a los opositores al partido que se encuentre en el poder; si la población permanece estática, paralizada, inamovible ante el desempleo, la pobreza, la inseguridad, los hurtos, las condonaciones, las concesiones, las alzas de impuestos, etcétera, tiene, justamente, el gobierno que merece.
Según datos del INEGI, somos más de 118 millones de mexicanos, la mayoría con la cabeza gacha. Se dice que sin posibilidad de hacer reclamos y no se ve que en el extranjero lo vean y midan de la misma forma. Por eso, también nos merecemos la cínica respuesta priísta que habla de la construcción de un mejor gobierno que se basa en la opacidad, en la impunidad, en las modificaciones a las reformas planteadas para dejar sin posibilidad alguna de castigo o siquiera de explicación del mal manejo de los fondos públicos. Como se recordará, las modificaciones a la ley que regirá al IFAI se pretenden manejar y autorizar de tal manera que deja garantizada por todos lados a la impunidad y los legisladores que van a aprobarla son aquellos por los que la mayoría votó. Sin duda es un mejor gobierno, uno que les permitirá seguir saqueando al país hasta que no quede nada; mejor, sin duda alguna, para quienes lo ejercen, para el partido que domina y pacta, no así para los millones de ciudadanos que se hunden “moviendo a México”.
Ya completo van las cosas de mal en peor, para nosotros, por supuesto, porque finalmente la exhibición no es para quien y quienes ya están más que exhibidos, sino una vergüenza para quienes se mantienen estáticos: “A mis compañeros mexicanos, rezo por que podamos conseguir el gobierno que nos merecemos y a los que están en este país, rezo por que los traten igual de bien que a aquellos que vinieron antes y construyeron esta increíble nación de inmigrantes”. El reconocimiento de que han sido millones y millones de compatriotas los que han tenido que abandonar el país para ir no detrás de un sueño, sino de una realidad que les permita vivir y no sólo sobrevivir, y labrarse un futuro que en su tierra no existe ni pidiéndoselo de rodillas a la Guadalupana, es otra de las grandes vergüenzas que se viven frente a millones de televidentes que estuvieron pendientes de las premiaciones de los Oscares.
Después de expresiones como las de Vicente Fox, sobre las tareas que en aquel país realizan los mexicanos y que son aquellas “que ni los negros quieren hacer”; o de las demandas por un trato mejor a los inmigrantes al tiempo que construyen un muro ignominioso en la frontera o cuando se asesinan en cacería a los indocumentados y se guarda un total hermetismo independientemente de que los Consulados no responden al llamado de las familias para que por lo menos les envíen los cadáveres, situaciones que se han presentado durante las últimas décadas y que provienen de la nación que habla de Derechos Humanos y de su defensa, nos revela claramente que también en ese renglón tenemos el gobierno que nos merecemos y que los Estados Unidos cuentan con el que de siempre les conviene a sus intereses y a su seguridad.
En cuanto a lo dicho por su Santidad, lejos quedaron los tiempos cuando se advertía en México que debería evitarse la colombianización. Hoy no sólo se trata de que el territorio sea el puente por el que pasa la droga que se distribuye en Estados Unidos o en Europa, sino que ya existe un consumo preocupante ante una sociedad que se debate en problemas económicos de todo tipo, ante el desempleo que va engrosando el ejército de la delincuencia, de las mafias que ahora han incluso disminuido la paga a los sicarios porque la demanda laboral abunda y está compuesta no sólo por jóvenes que venden en las esquinas, sino por profesionistas en diversas ramas y con especialización. Ya tendrán hasta perforadores en breve. Una advertencia como la que se hizo vuelve a ser vergonzosa para México, nos han convertido en el mal ejemplo de las peores acciones que sacuden a las sociedades.
Ellos “mueven a México” y nosotros seguimos bailando al son que nos toquen. No parece que el remedio sea de arriba hacia abajo porque no se ha visto, en décadas, ningún cambio. Y lamentablemente, señor González Iñárritu, no es con rezos como se encontrará una salida, ya bastantes ha tenido la Virgen de Guadalupe y la corte celestial misma y ni siquiera han atendido la petición de un salario mínimo que alcance para bien comer o bien vivir o para seguir dando limosnas y diezmos, y es comprensible: no se pudo dotar a una misma tierra de tantas riquezas para que, utilizando su libre albedrío, seamos tan agachones.
PRI EN CAÍDA LIBRE
La preferencia electoral del PRI del mes de noviembre del año pasado a la fecha ha resentido una grave caía de 12 puntos porcentuales y apenas mantiene una ventaja de cuatro puntos sobre el PAN, a poco más de tres meses de las elecciones de diputados federales del próximo 7 de junio. Esta realidad, que reflejan las más recientes encuestas sobre la intención del voto para los próximos comicios, se explica fácilmente: sólo basta salir a la calle a observar el desastre económico que han dejado a su paso dos años de la administración de Enrique Peña Nieto y el incumplimiento de sus promesas en la materia; los escándalos de corrupción de su familia e integrantes de su administración; el caso de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos; y la crisis de derechos humanos que se resiente en el país.
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