Estado de los ESTADOS
Lilia Arellano
Prevalecen violencia y criminalidad en México
Gran fracaso de la “nueva estrategia” de EPN
“Mexicanización” de países sudamericanos
Bisoño canciller se lanza contra El Vaticano
Mayor deuda para Federación y municipios
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“Los poderosos aman a Dios, pero amenazan al prójimo”: Jorge Saldaña
Un sincera preocupación del Papa Francisco por su tierra natal, Argentina, en una misiva personal, crispó al régimen de Enrique Peña Nieto porque exhibió otro de los grandes fracasos de su administración: el fallido combate al narcotráfico y la violencia desenfrenada que se resiente en territorio nacional, como consecuencia de la operación de redes criminales trasnacionales que operan de manera muy estructurada bajo el liderazgo de los cárteles mexicanos.
Para el católico mexiquense constituyó un duro golpe la toma de distancia que ha mostrado el Pontífice hacia su gobierno y que lo han llevado a posponer indefinidamente una presunta visita a tierras guadalupanas este año, ante el temor, como acertadamente lo apunta Bernardo Barranco, experto en sociología del catolicismo, de que su imagen sea utilizada como un factor de distracción y/o para fines políticos.
La jerarquía de la Iglesia mexicana tiene amplio conocimiento de la situación que impera a lo largo y ancho del territorio nacional en la administración peñanietista, que se traduce en decenas de miles de cadáveres y desaparecidos, sin que siquiera se lleve un recuento de los mismos o alguna investigación seria para dar con los responsables de esos crímenes de lesa humanidad, y que han provocado el desprestigio internacional del régimen peñanietista.
Tal situación se ha hecho del conocimiento del Papa a través de diversas denuncias hechas por obispos que le han subrayado el clima de terror que priva en algunos estados por la presencia del crimen organizado, muchas veces coludido por gobiernos de los tres niveles, y que no obstante las pruebas aportadas sobre la colusión de autoridades y grupos criminales, sigue imperando la impunidad.
Ante la sincera preocupación del Papa Francisco en la que señala que espera que Argentina esté “a tiempo de evitar la mexicanización” refiriéndose al problema del narcotráfico en el país, el inexperto titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, expresó de inmediato que el gobierno de la república se encuentra “preocupado” por las declaraciones del máximo líder de la Iglesia católica, a quien le pidió no caer en estigmatizaciones que, dijo, no contribuyen a los esfuerzos en la materia.
El bisoño funcionario informó que el lunes citó al nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, para pedirle que le trasmita el mensaje de que al régimen de Peña Nieto “nos parece que más que estigmatizar a México o a cualquier otra región de los países latinoamericanos, lo que debiera hacer es buscar mejores enfoques, mejores espacios de diálogo y mayores espacios de reconocimiento de los esfuerzos que México y Latinoamérica hacen respecto de un tema que a muchos nos preocupa y que mucho esfuerzo nos ha implicado”.
Durante una conferencia conjunta a su homólogo del Líbano, Gebran Bassil, “el inexperto canciller” mexicano explicó que “lo que nos genera esta preocupación es que el reto del narcotráfico es un reto compartido, es un reto respecto del cual México ha hecho enormes esfuerzos y ha manifestado un gran compromiso; ha señalado en lo multilateral la necesidad de que respecto de este tema se dé un diálogo amplio y ha dado la bienvenida a la Asamblea General de las Naciones Unidas que habrá de reflexionar sobre este tema”.
La inusual reacción del gobierno mexicano derivó de la difusión, el domingo pasado, de un correo privado del Papa Francisco, dentro de un intercambio epistolar con el legislador porteño Gustavo Vera, quien dirige la organización civil La Alameda, que fue publicada en el sitio web de esa ONG, la cual fue recibida el 21 de febrero en respuesta a otra que le envió Vera, donde le reportó “el crecimiento sin pausa del narcotráfico” y las próximas denuncias que va a hacer contra la trata de personas y el trabajo esclavizante
La desacostumbrado respuesta del régimen de Peña Nieto se da también dos meses después de que la Iglesia católica en México hizo un llamado a su gobierno para detener la violencia del crimen organizado, que a últimas fechas ha venido afectando gravemente también a sacerdotes. En la pasada Navidad, el cadáver del padre Gregorio López Gorostieta fue hallado en un paraje del convulsionado estado de Guerrero, tres días después de haber sido secuestrado. También en esa misma entidad, el sacerdote ugandés John Senyondo fue secuestrado en abril pasado y sus restos fueron hallados, en noviembre, en una fosa clandestina junto a otros 12 cadáveres.
Esa es parte de la situación que los obispos mexicanos han reportado al Papa. Mientras que en Argentina, la Iglesia católica ha advertido en los últimos años sobre el agravamiento de la problemática del tráfico de drogas en esa nación. En el país sudamericano, al comentar la carta del Papa Francisco a un canal de televisión, Vera señaló que el Pontífice “quiere muchísimo al pueblo mexicano”, pero mostró su preocupación por que Argentina no termine emulando “el proceso de guerra civil no declarada entre cárteles”.
La “mexicanización” de Argentina, que tanto preocupa al Papa Francisco, ya está en marcha en Colombia desde hace muchos meses, donde es patente el control cada vez mayor de los cárteles mexicanos sobre el tráfico trasnacional de cocaína, una creciente presencia de representantes de las estructuras mafiosas de México y un aprendizaje local de los métodos de control y sometimiento de rivales que utilizan los cárteles mexicanos más violentos.
Expertos como el presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz de Colombia), Camilo González Posso, sostiene que el negocio del narcotráfico en Colombia “ya está subordinado a los cárteles mexicanos, que son los que manejan las rutas, el transporte y la comercialización internacional de la droga, y supervisan cada vez más de cerca la producción de hoja de coca y su procesamiento en cocaína”.
Un reportaje de la revista “Proceso” da cuenta de la situación que prevalece en territorio colombiano por la “mexicanización”: “en Buenaventura, principal puerto del Pacífico colombiano, se registra desde enero pasado una escalada de violencia que incluye ejecuciones, desapariciones, desplazamientos forzados de población, hallazgos de fosas clandestinas, y la reaparición de las denominadas “casas de pique”, en las cuales los bacrim de Los Rastrojos y Los Urabeños torturan, matan y descuartizan a sus rivales”.
Al igual que en México, en territorio colombiano se está haciendo común la localización de fosas clandestinas con restos óseos y cuerpos desmembrados, así como los enfrentamientos armados, los homicidios, el desplazamiento de cientos de personas que están relacionados con la guerra entre pandillas rivales por el control del negocio del narcotráfico, que hacen negocio con los cárteles mexicanos.
El autor del libro “Más que plata o plomo: el poder político del narcotráfico en Colombia y México”, Gustavo Duncan señala que actualmente “estamos asistiendo a la mexicanización de Colombia”, país en el que, como en México, “los narcotraficantes nunca han tenido que afrontar la amenaza de la guerrilla, no tuvieron la necesidad de armar ejércitos irregulares. Les ha bastado con sicarios y bandidos para ejercer el control de sus plazas y hacer la guerra a sus enemigos, y esa es una forma que han copiado de los mexicanos” las bandas criminales colombianas.
Lo que acontece en México, lo que se desarrolla en Colombia, es lo que ruega el Papa que no acontezca en su país natal, Argentina, y fue lo que se reveló en la carta que envía al legislador porteño Gustavo Vera, dirigente de la organización civil La Alameda:
Querido hermano:
Gracias por tu correo. Veo tu trabajo incansable a todo vapor. Pido mucho para que Dios te proteja a vos y a los alamedenses. Y ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror.
Mañana me voy, por una semana, a hacer ejercicios espirituales con la Curia Romana.
Una semana de oración y meditación me hará bien.
Te deseo cosas buenas. Saludos a tu madre. Y, por favor, no te olvides de rezar por mí.
Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.
Fraternalmente, Francisco.
PRETENDE IGLESIA RECUPERAR INFLUENCIA
Durante el actual régimen del católico Peña Nieto, la jerarquía de la Iglesia mexicana, cardenales y obispos, ha pretendido recuperar influencia en la política interna del país y su principal arma ha sido el semanario “Desde la fe”, que cada semana distribuye más de 650 mil ejemplares en las principales ciudades del país.
Su interés en la política interna no es gratuito. Los jerarcas católicos están vinculados a las oligarquías del país, con intereses políticos y económicos específicos. Buscan influir en decisiones sociales y educativas, impulsar candidatos a puestos de elección popular, tener medios de comunicación, exigen prebendas y privilegios fiscales, y hacen uso de la crítica al gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto, quien hasta el momento los ha tolerado ante el temor de perder también el respaldo de este influyente sector de la sociedad mexicana.
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