A los problemas más problemas y mentiras

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Mentiras del peñismo: Ayotzinapa del presidencialismo

Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas

I.- El peñismo ha respondido a los problemas de su competencia con más problemas y mentiras. Y la crisis económica genera más desempleo porque las empresas despiden personal ajustándose a la política de austeridad, con lo cual se cancela el crecimiento económico. Unas inversiones se van, y las que prometieron llegar al botín de la contrarreforma energética ya no vendrán ante el desastre petrolero mundial. Y llevándose entre las patas a la Nación, el peñismo se despeña ante las protestas encabezadas por la legítima y legal (Art. 9 constitucional) demanda de encontrar a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que siguen desaparecidos; pues los expertos forenses de Austria y Argentina se han deslindado de la resolución de la PGR que se ha quedado a la mitad, ya que no han sido consignados a los tribunales penales los 92 detenidos para ir a la verdad jurídica, previas sus declaraciones si es que éstas no fueron arrancadas con torturas, amenazas o promesas.

II.- No hay duda que Peña y Murillo mienten y abusan de sus funciones, para mantener un gobierno fallido con total falta de credibilidad, aumentando la ingobernabilidad que exige el relevo de Peña por causa grave: mentirle a la Nación, para quitarse un problema. Las investigaciones de los familiares y quienes los apoyan por todo el país deben proseguir y luchar por examinar los cuarteles militares. Pues esos funcionarios acostumbrados a decretar resoluciones autoritarias, quieren cerrar una investigación perversamente amañada con su “verdad histórica”; pero los forenses argentinos y los laboratorios austríacos los han desmentido, dictaminando que, salvo en un caso bajo sospecha de veracidad, no se ha encontrado evidencia de que esos jóvenes fueron asesinados e incinerados como apresuradamente sentencia el peñismo. A esa “verdad histórica”, el columnista Miguel Badíllo, ingresado a El Universal (martes y viernes) con su columna: Oficio de papel, agregó la verdad social constituida con las opiniones de los padres de esos muchachos y la sociedad civil. Y hay que agregar la verdad política; o sea, la mentira política como verdad que usan los gobernantes para no ser pillados en sus perversidades, y que “autorizó” Aristocles, alias Platón cuando asesoraba al tirano Dionisio I en Sicilia, en su diálogo: El Político (399 A. C.).

III.- Esa “verdad histórica” del peñismo, es la mentira política platónica usada como verdad. La desaparición forzada de esos 43 estudiantes ha sido el detonador de la crisis de ingobernabilidad que arrastra el peñismo; lo que se puede traducir como: el Ayotzinapa del presidencialismo peñista que no ha sabido resolver la quiebra de la paz social. El Ayotzinapa de la inseguridad sangrienta. El Ayotzinapa económico que ha devastado a los mexicanos, detonado por el neoliberalismo económico llevado a sus últimas consecuencias por el peñismo, con sus ineficaces contrarreformas apoyadas por el PRI, el PAN y el PRD. Y el Ayotzinapa político de la impunidad y raterías de los políticos y sus pandillas. Así arribamos al Ayotzinapa peñista y la posibilidad, cada vez menos remota de la erupción del volcán social.

cepedaneri@prodigy.net.mx