Borrón y cuenta nueva
MEXICO, D.F., 20 de febrero (SinEmbargo).– La propuesta de la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público (SHCP) de realizar el Presupuesto Base Cero en 2016 resulta inviable, ya que no sólo traería discusiones interminables sobre la decisión acerca de los programas o proyectos que resultan ser los más prioritarios para la actual administración, sino que requeriría modificaciones legales y constitucionales para empezar desde cero la asignación de presupuestos, consideraron analistas.
Los expertos agregaron que, en caso de que se desee continuar con dicho plan, lo más recomendable es hacer una revisión exhaustiva de los programas y gastos actuales a partir de las herramientas legales con las que ya se cuenta.
“En el 2016 no podrá ser un año en el que tengamos un presupuesto inercial, en el que se toma como base el presupuesto del año anterior y se le hacen algunas modificaciones marginales. La realidad nos exige que nos atrevamos a hacer una revisión completa de en qué estamos gastando los recursos que provienen de los impuestos de los mexicanos”, dijo el titular de la SHCP.
Para ello, afirmó, se identificarían aquéllas áreas que representan duplicidades, los programas que no cumplen con sus propósitos, que no tienen los niveles de rentabilidad social que las evaluaciones exigen y que tengan impactos regresivos en materia de distribución del ingreso y la riqueza.
Por lo tanto, “el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2016 deberá hacerse bajo un esquema de Presupuesto Base Cero, y privilegiar los proyectos de inversión y los programas que tengan un mayor beneficio para la población”, agregó el funcionario federal.
Analistas han afirmado que esta medida propuesta por el titular de la Secretaría de Hacienda en realidad no es viable ya que resulta ser un “mito inaplicable”, pues no sólo involucra a dicho organismo, sino a cada uno de los responsables de cada área del Gobierno federal.
Explicaron que su inviabilidad consiste en que implica un largo proceso de discusión en donde se decida qué programas conservar o qué aspectos actuales del presupuesto deben de ser modificados; también conlleva un proceso de modificaciones y aprobaciones a leyes constitucionales, que es donde está establecido el porcentaje que debe de ser dispuesto a cada rubro que debe de ser atendido por el presupuesto.
En este sentido, tanto la propia naturaleza de un Presupuesto Base Cero como las posibles discusiones que se pudieran gestar para determinar qué áreas o programas deberían ser afectados y el tiempo que todo esto llevaría, simplemente revelan que por lo menos para el 2016 no será factible aplicar este propósito anunciado por Luis Videgaray Caso. No obstante, en caso de que fuera posible e implementado de la manera correcta, esto sería uno de los legados más importantes que la administración del Presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete.
Presupuesto Base Cero: Poco recomendable
El Presupuesto Base Cero planea el gasto sin tomar en cuenta lo que ha ocurrido en años previos. Para hacerlo se le pide a cada persona con cierta capacidad de decisión sobre los recursos (puede ser a cada encargado de programa o a cada unidad responsable del gasto) que justifique las necesidades de gasto a partir de sus objetivos y actividades. A partir de esto, se decide respecto a la prioridad a determinadas actividades y objetivos. Sunny Villa Juárez, investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), dijo que “el hecho de tener un presupuesto diferente es como decir borrón y cuenta nueva y volvemos a asignar todas las prioridades de gobierno asignándoles cierto tipo de presupuesto dependiendo de las prioridades que se presentaran”.
Sin embargo, afirmó que “hacer presupuesto Base Cero requiere de mucho trabajo y un análisis muy profundo del gasto público, que no estoy segura de que en menos de un año se pudiera hacer. Para que realmente fuera un Base Cero, se tendría que tener en México modificaciones a las leyes”.
En este sentido, gran parte del presupuesto está comprometido por ley, como puede ser a la ley de pensión universal, a ley de seguro de desempleo. Por lo que para que el PEF fuera realmente base cero, primero se tendrían que modificar todas esas leyes. “Que seamos realistas, si el presupuesto de egresos se presenta en septiembre, no creo que sea posible pasarlas todas esas modificaciones de leyes de aquí a entonces”, agregó Villa Juárez.
En este sentido, gran parte del presupuesto está comprometido por ley, como puede ser a la ley de pensión universal, a ley de seguro de desempleo. Por lo que para que el PEF fuera realmente base cero, primero se tendrían que modificar todas esas leyes. “Que seamos realistas, si el presupuesto de egresos se presenta en septiembre, no creo que sea posible pasarlas todas esas modificaciones de leyes de aquí a entonces”, agregó Villa Juárez.
“Una presupuestación base cero es muy pocas veces recomendable y que para que sea operable, pues en el caso mexicano, tendríamos que cambiar muchas leyes que ya existen y en donde dice cuánto se le debe de asignara cada rubro, como educación, salud, programas sociales los cuales no pueden ser reducidos”, dijo.
Debido a que ya existen programas, rubros y proyectos cuyo presupuesto está establecido por la ley, para poder tener un presupuesto Base Cero se tendría que pensar primero en modificaciones de algunas legislaciones incluso algunas hasta constitucionales.
Acerca de esto, Viridiana Ríos, directora del Observatorio Económico México ¿cómo vamos?, dijo que “si realmente se logra un presupuesto Base Cero, no solamente es algo que se llevará a cabo en la Secretaría de Hacienda, es una discusión que se va a tener que llevar a cabo con los legisladores. Y con una estrategia política adecuada en la que se pueda realmente lograr pasar los cambios que se necesitan”.
Reestructuración del gasto público
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