Del Cisen a entrenarse con los yanquis y de ahí a la Corte
María Teresa Jardí
Sin entender que la crónica les anticipa que los tecnócratas neoliberales no van a recobrar NUNCA ni la credibilidad ni el respeto, ya que entregan al pueblo mexicano, convertido en esclavo, al pueblo yanqui. Lo que además —y en el mundo ya se sabe— han hecho a cambio de engrosar sus bolsillos con casas y dinero.
Perdida la vergüenza y convertido el cinismo en regla ya no son capaces de darse cuenta de lo canallas que se escuchan cada vez que abren la boca: “¡Qué horror!, un populista”. ¡Qué horror!, alguien que no mantenga la bonanza que nos dejan las macroganancias y todo para llevar un poco de comida a la mesa del otro. ¡Qué horror!, que no se entienda que el otro es desechable. ¡Qué horror!, tan bien que va la macroeconomía...”.
Otra cosa es el Legislativo del que la República mexicana exige a gritos un nuevo Constituyente en el que ninguno de los que son repita por el resto de generaciones que les sigan.
Si algo demuestra la ausencia absoluta de inteligencia, desde luego, pero peor aún, del menor respeto por los mexicanos por parte del traidor Enrique Peña Nieto, es el poner en una terna a un impresentable que del Cisen fue enviado a entrenarse con los yanquis y aspira a sentarlo como ministro en la Corte. ¿Recomendación también de Videgaray, el equivalente de Peña, del Córdoba de Salinas? Puede ser, Videgaray es el más estúpido, además de malvado.
El ejemplo de la ausencia de un ápice aunque sea fingido de respeto al pueblo mexicano, que masacra, es el hecho de poner en una terna a Medina Mora para ocupar el más alto cargo que se puede ocupar en la judicatura.
Se ven patéticos los Ebrard y los Bejarano dejados fuera de la patente de corso que del PRD, quién sabe por qué, querían obtener. Porque si un partido ya no es, aparte del Verde que incluso se muestra como anormal, es el PRD, enterrados, los dos juntos, en el basurero de Coyuca.
De lo mismo trata el nombramiento del embajador mexicano ante los yanquis, como ministro de una Corte de suyo también patética.
En busca de la patente de corso van todos. Dando muestro de lo grande que tienen la cola. Para Medina Mora convertirse en legislador, y no se diga en ministro, trae como plus de lo mucho que se gana y de todo lo que impunemente se roba, la impunidad garantizada.
No es que lo de la casa blanca sea exclusivo de Peña. ¿Cuántos legisladores no tienen las mismas casas obtenidas de similar manera? Deschamps es un ejemplo. ¿Pero en qué “partido” no existen similares ejemplos? ¿Acaso Abarca y los Aguirre no son ladrones? ¿Y los Fox y la Gordillo? ¿Y el Verde no está acaso robando el dinero, que tendría que ser convertido en servicios para los chiapanecos, para promocionarse de manera vomitiva? ¿Y acaso no hacen lo mismo Eruviel Avila y Peña Nieto?
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