sábado, 28 de febrero de 2015

Estamos más para llorar que para cantar

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Homozapping

Batallas contra el embrutecedor “entetanimiento” que nos gobierna
Autor Invitado
Rubén Luengas

“Ruego porque podamos encontrar y construir el gobierno que merecemos”, dijo el cineasta mexicano, Alejandro González Iñarritu, tras recibir el Oscar al mejor director por su película Birdman. En sólo unos minutos sus palabras se convirtieron en las más compartidas y leídas en México en la red social Twitter. Palabras muy significativas para los mexicanos conscientes de la situación de anomia que se vive en un país tradicionalmente identificado en todo el mundo por la célebre canción “Cielito Lindo, de Quirino Mendoza y Cortés: “Ay ay ay ay, canta y no llores porque cantando se alegran cielito lindo los corazones”.

Linda canción sin duda, pero la situación en México está más para llorar que para cantar. Situación de anomia dije antes, término introducido al vocabulario por uno de los fundadores de la sociología moderna, el francés Emile Durkheim, que se refiere a la incapacidad estructural para lograr las metas de una sociedad debido a una ruptura o desviación de las normas, aunque no de las leyes como tales, implicando un colapso de la gobernabilidad entre la proliferación de conductas desviadas como el crimen, el suicidio o los desórdenes mentales.

Mientras valiente y acertadamente, González Iñárritu dedicaba su premio a los mexicanos desde la Mecca de una sociedad adiestrada para que sus dioses sean a menudo las llamadas ‘celebridades’, diciendo: “Sólo quiero tomarme un segundo para dedicar este premio a mis compatriotas mexicanos que viven en México, rogando porque podamos construir el gobierno que merecemos, y a aquellos que vivimos en este país (Estados Unidos), quienes somos parte de la última generación de inmigrantes en este país, espero que podamos ser tratados con la misma dignidad y respeto que aquellos que llegaron antes y construyeron esta increíble nación de inmigrantes”.

En México, la académica, periodista y escritora mexicana Denise Dresser era insultada y amenazada de muerte tras difundir en su cuenta una sátira de Enrique Peña Nieto cuya imagen sostiene entre la manos una estatuilla del Oscar y muestra los rubros por los que la sátira premia irónicamente al presidente mexicano: “Recesión económica, Estado fallido, México en venta y justicia mexicana”. Acompañada por el siguiente texto: “El mejor actor de reparto … de la patria”.

La cuenta de Twitter de Denise Dresser fue inundada con insultos, pero uno en particular causó inquietud en la también activista: “PUTA CHAIRA DE MIERDA @DeniseDresserG RESPETA A NUESTRO PRESIDENTE @EPN TE VAMOS A MATAR MALDITA PERRA! ARRIBA EL PRI! AUNQUE TE DUELA PUTA”.

Lo anterior es un claro ejemplo del estado de anomia que se vive en México, en cuanto, según el francés Durkheim, el concepto anomia implica la falta de normas sociales que puedan orientar el comportamiento de los individuos. Que nadie se confunda, ese mensaje dirigido contra Dresser no es sólo el resultado de los delirios aislados de una mente enferma, sino el de alguien que se nutre de todo un ambiente de acoso y linchamiento fabricado contra quienes se atrevan a hablar en México en voz alta contra la corrupción y sus complicidades, contra la impunidad, la simulación democrática y el cinismo con el que se exhiben y manejan los familiares y los beneficiarios directos de los cargos públicos ¿Qué positiva orientación pueden estar recibiendo los individuos que integran la sociedad mexicana por parte de medios de comunicación comparsas del gobierno consagrados casi en su totalidad a un degradante concepto monocromático de entretenimiento que tiene la intención de mantener a la gente lo más ignorante, acrítica y amaestrada posible?

En México y en prácticamente todo el mundo, la población lleva mucho tiempo de ser diariamente bombardeada por los medios de comunicación con algo denominado “tittytainment” en inglés o “entetanimiento” en español, concepto acuñado por Zbigniew Brzezinski, ideólogo muy influyente del neoliberalismo quien fuera asesor de Seguridad Nacional de el expresidente Jimmy Carter. El entetanimiento consiste en un “cóctel de entretenimiento embrutecedor y de alimento físico suficiente que permita mantener de buen humor a la población frustrada del planeta”. El mismo Brzezinski explica el término “entetanimiento” como una combinación de los vocablos en inglés “tits (tetas) y “entetainment (entretenimiento) que no debe entenderse como algo de carácter sexual, sino como algo que tiene que ver con el efecto adormecedor y letárgico que la lactancia materna produce en el bebé.

El libro de Gabriel Sala, “Panfleto contra la estupidez contemporánea”, afirma que “el entetanimiento pretende convencer al individuo de que la situación económica y social mundial contemporánea es inevitable, que deriva directamente de la naturaleza de las cosas y que no ha sido una creación artificial y voluntaria de aquellos que se benefician de la misma. El entetanimiento persigue convencer al individuo de que no hay alternativa posible y de que, sobre todo, él, el individuo, no puede hacer nada al respecto, no puede hacer nada para cambiar la situación; por lo que lo más adecuado y razonable es sentarse ante la televisión, ganar dinero, consumir y no cuestionarse nada”

“El entetanimiento es el método que se ha revelado más eficaz para ocultar una realidad cada vez más insoportable que pugna por abrirse camino en las conciencias de todos aquellos seres humanos que conservan algo de dignidad, de respeto por mismos y de amor por la humanidad. El entetanimiento como forma de control de los individuos y de perpetuación de esquemas que los someten en beneficio de unos pocos, es un método que se ha ido puliendo a lo largo del siglo pasado y que hoy, en los inicios del siglo XXI, ha alcanzado una sólida madurez”.

Alejandro González Iñárritu está muy consciente de esta realidad y por eso aprovechó para expresar su ruego por “encontrar y construir el gobierno que nos merecemos”. Él sabe muy bien que el gobierno mexicano hace mucho tiempo que abandonó a los mexicanos que mal gobierna para dedicarse a los negocios propios de la globalización neoliberal que a su vez ha abandonado en su camino a la sociedad mundial. Gobierno que es parte fundamental del “consejo de administración” del entetanimiento en México, ciertamente “mediocre, vulgar, de bazofia intelectual y de propaganda vil” que hace todo lo posible en y desde los grandes medios de comunicación por mantener a los mexicanos convenientemente “sedados, ansiosos, sumisos y serviles ante los dictados de la minoría nacional y la minoría internacional que decidirá su destino”.

Denise Dresser también está muy consciente de todo lo anterior, pero en la llanura mexicana del pensamiento controlado al que sirve el entetanimiento, quien saca la cabeza corre el riesgo de que se la quieran cortar. De hecho, según me ha comentado un amigo periodista mexicano, los administradores del entetanimiento en México se refieren a periodistas, escritores, artistas y académicos como Denise Dresser, como los miembros del “eje del mal”.

El cobarde mensaje por Twitter contra una de las voces críticas que se atreven a disentir y a desmarcarse de manera tan lúcida del imperio de imbecilidad que se quiere imponer en México y en todo el mundo, no es sólo culpa de la persona que lo escribió, sino la de todas esas ‘moscas venenosas, mediocres y miserables’ que viven por y para el entetanimiento que ha sumido a México en el estado de anomia en que se encuentra.

Como uno más de esos mexicanos radicados en Estados Unidos, a quienes dedicó su Oscar Alejandro González Iñarritu, respondo gracias por la dedicatoria y su ruego justo y necesario por un gobierno comprometido con la gente. Y como uno más de los oyentes y lectores de Denise Dresser, digo también gracias por su trabajo y su activismo para que la resignación y el entetanimiento no tengan en México la última palabra.

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