Nadie enmienda el camino
Jorge Meléndez Preciado
Tiene razón (tardía) Luis Videgaray: no importan innumerables reformas (traicionadas), sino restaurar la confianza entre gobierno y sociedad, algo que no se está haciendo. Igualmente es correcto el razonamiento de Lorenzo Córdova, presidente consejero del INE, hay desconfianza de los ciudadanos en el árbitro electoral.
¿Pero qué ocurre en este último caso?
El negocio familiar, PVEM, no es impedido de hacer lo que le viene en gana desde hace mucho. No olvidar que su vocero, Arturo Escobar, fue detenido en el aeropuerto de Chiapas con un millón cien mil pesos, en 2009, y nada pasó. Ahora, han erogado 320 millones de pesos en propaganda falsa, y todo sigue igual. El sector salud gasta centenas de millones de pesos con el objeto de satisfacer los vales de medicina de los Verdes. Todo ello porque ante la caída del PRI, nuevamente, esa organización repudiada será la tabla de salvación oficialista.
El Tribunal Electoral, luego de dos años, nos dice que el reparto de tarjetas Monex no influyó en la elección de Peña Nieto. ¡De locura!
En la pasada sesión del INE, siete partidos se salieron porque el caso del PVEM se postergó para el 25 de este mes. Entre los consejeros que votaron esta medida están Marco Antonio Baños, Beatriz Galindo, Enrique Andrade y Adriana Favela, los cuatro propuestos por el tricolor. Ahora, el septeto, ya no quiere regresar si no se quita a Alfredo Cristalinas, quien ha dicho que en las anteriores elecciones presidenciales no hubo manejos ilícitos de recursos; carcajadas de Felipe y Enrique.
Desde ahora se puede asegurar que los comicios de este año estarán marcados por la duda. Y resulta correcta la aclaración del biólogo Salvador Ávila Beltrán: Lorenzo debería leer a Guillermo Prieto en Memorias de mis tiempos, para darse cuenta que los salones de te eran lugares de cambio y subversión, no como opina el señor Córdova (Julio Hernández, La Jornada, 20 de febrero).
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