¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
La corrupción y criminalidad desde 1968, hacen crujir las amarras del sistema
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.-
Está bien que le carguemos la mano a Peña,
a su peñismo y al grupo de amigos y empresarios coludidos no en un “conflicto de intereses”,
sino en el botín del enriquecimiento ilícito de conformidad al Artículo 224 del Código Penal Federal;
y,
del Artículo 275,
del Código Penal para el Distrito Federal,
por llevar a peores consecuencias la criminalidad que padecemos desde 1968,
cuando para celebrar los Juegos Olímpicos,
el déspota y autoritario Díaz Ordaz ordenó los homicidios estudiantiles para aplastar las protestas contra su autocracia.
Llegó Echeverría con más abusos del poder presidencial y los asesinatos de 1971.
Este impuso a su amigo López Portillo,
quien llevó el nepotismo al extremo y designó a un delincuente como jefe de la policía:
“el negro” Durazo.
Heredó el trono sexenal el mediocre De La Madrid,
cuando el narcotráfico muestra su infame rostro;
e impuso al millonario troglodita:
Carlos Salinas.
Y de la simulada venta de TV-Azteca y la privatización de Telmex a su protegido Slim –
hoy distanciados–,
salieron con su botín Raúl y Carlos.
II.-
Este sacrificó a Manuel Camacho y desde los pasillos de Los Pinos salió el homicidio de Colosio,
para dejar al no menos perverso:
Zedillo y las matanzas de Acteal,
Agua Blancas y El Charco;
quien con su botín de asesor de las empresas ferrocarrileras,
cortó lo invicto al PRI (
de 1946 al 2000)
y promovió la pseudo-
alternancia ayudando a la pírrica victoria de Fox y el matriarcado de su esposa.
Y facilitando el ascenso del alcohólico Calderón y la ola criminal de sicarios,
militares,
delincuencia,
marinos,
policías que dejó más 100 mil homicidios.
Como comentario al margen,
casi estoy seguro que la frase:
“crujen las amarras del sistema” es de Lorenzo Meyer.
Historiador,
periodista-
ensayista y autor de libros que recogen los problemas nacionales,
con tratamiento crítico e informado.
El caso es que cada vez más crujen esas amarras porque –
con la metáfora de “la nave estatal” de Jean Bodin,
y la de Aristocles,
alias Platón,
del timón–,
está claro que el actual timonel de la Presidencia de la cada vez menos República y más botín de la rapiña de desgobernadores,
narcotraficantes y el “señor presidente” en turno,
lleva a los mexicanos a una crisis general,
empujada por la austeridad que dañará mas al pueblo,
y 50 millones caerán en las hambrunas.
III.- Por esto es que las amarras del viejo autoritarismo, al que están asidos panistas, perredistas y priístas, crujen y rechinan, anunciando que en cualquier momento pueden romperse porque ya no resisten el peso de la ingobernabilidad. Las élites de los poderes políticos públicos y privados tienen un motín a bordo por la concentración de la riqueza y se pelean por lo que resta. Y los que reman para mantener a flote la nave quieren salir a cubierta para echar al mar al timonel y a esas élites voraces, para llevarla a puerto seguro y con reparaciones democráticas, hacer coincidir las demandas de la democracia directa con una nueva democracia representativa. Y elegir a un político que coordine a eficaces administradores que den solución a los problemas.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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