¡¡Exijamos lo Imposible!!
Meade, Carstens, Aurelio, Videgaray, Osorio, etc.
Álvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- Si pudiéramos mirar sobre el hombro de Peña, y dado su imperativo ya no de renovarse o morir, como de cambiar y quitar a sus amigos y empleados de la élite o renunciar, de conformidad a los rumores, deducciones y adivinanzas, podemos atrevernos a especular o con el nombre de esta columna: Conjeturar, que Videgaray se va de embajador a Washington y José Antonio Meade Kuribreña a la SHCP, mientras Aurelio Nuño entra a la presidencia del PRI (¿será verdad que juventud, es divino tesoro?); mientras César Camacho será el coordinador de la bancada priísta en la Cámara de Diputados. Se dice que mejor Meade debe ir a Pemex y Carstens a la Secretaría de Hacienda. Osorio tendrá que construir un túnel para escapar de Gobernación rumbo a Sedesol o una embajada (y Rosario deberá de irse a otra embajada, pero no a la de Argentina donde vive su ex amante Carlos Ahumada, quien le anda cobrando más de 200 millones de pesos no precisamente por amor). Lozoya y Ruiz Esparza, de Pemex y la SCT (los negocios al por mayor) de embajadores o despedidos; en todo caso uno a Canadá y el otro no a Brasil, donde la corrupción ya plantea la renuncia de la presidenta Dilma Roussef sino a Perú. Y Navarrete Prida a la secretaría general de PRI, para asesorar a Nuño.
II.- Ya entrados en gastos, Humberto Castillejos de la consejería jurídica de Los Pinos a la STPS. Chuayffet del escritorio que fue de Vasconcelos (secretario de Educación con Álvaro Obregón) a la jubilación y en su lugar Narro Robles rector de la UNAM, o José Ramón de la Fuente. ¿Y en Gobernación…? Aunque clamen al cielo los peñistas que no vaya a ser en el que están pensando, al gobierno federal le urge un político con las cualidades de un salmón: que nade contra las corrientes del tsunami que se viene encima, para solucionar los problemas que agobian al peñismo, y amenazan con provocar una explosión social por pobreza y desempleo, impunidad y corrupción. Necesita Peña, sin el peñismo de sus cuates, sacudir la élite de las secretarías del gobierno federal. No traerse a ningún desgobernador. En el IMSS el concuño de CSG: José Antonio González Anaya debe irse a la Secretaría de Salud y darle las gracias a doña María de las Mercedes Martha Juan López (¡qué raro nombrecito!).
III.- Idelfonso Guajardo debe quedarse donde está. Y abandonar a su suerte a Murillo Káram, tras su “verdad histórica” para tapar con un dedo el sol de Ayotzinapa. La señora Ruiz Massieu ya sin la aureola del final de su magia para atraer turismo y quien despreció ser gobernadora de Guerrero, no seguir aspirando a la sucesión presidencial. Los del IMSS y del ISSSTE seguirán capoteando las sospechas de privatización. Coldwell calladito en Energía donde la venta de pozos petroleros ha sido un fracaso total. Cienfuegos y Soberón Sanz sirven en sus cargos. Guerra Abud, protector de Larrea (o Navarrete Prida) seguirá donde está. Todos los cambios han de estar listos para finales de agosto, para que los temblores que provoquen acompañen al tercer informe peñista que llega en medio del tsunami económico, que amenaza con el desastre social.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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