miércoles, 5 de agosto de 2015

La larga mano del asesino Javier Duarte

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

¿En qué le ha ido a México mejor que a otros países, señor Peña Nieto?
María Teresa Jardí

 ¿Mejor que a quiénes nos ha ido a los mexicanos? Felipe Calderón Hinojosa, acomplejado por su escasa estatura física y moral, declara una falsa guerra contra los narcotraficantes, promovidos y defendidos por las cabezas del “Estado mexicano” que se torna en fallido.

 Saca al Ejército Nacional a la calle sin reglas y permite al más criminal de sus favoritos crear otro ejército paramilitar. El Ejército Nacional se desprestigia y la elitista y entreguista Marina, también sacada a la calle, dicta las reglas por encima del Ejército, obedeciendo a lo que los yanquis, que aquí operan como Pedro por su casa, mandan hacer con nuestro agredido país.

 México es hoy el único país del mundo convertido en cementerio del que brotan cadáveres como si fueran estampitas repartidas de la Virgen de Guadalupe.

 El único país donde las ejecuciones extrajudiciales se vuelven a dar a todas horas todos los días al lado de las desapariciones forzadas de personas.

 Un País al que ha llegado, al Distrito Federal, la larga mano del asesino Javier Duarte, por usted mantenido como desgobernante de Veracruz, señor Peña.

 ¿Mejor en qué sentido?

 En México el feminicidio se tolera y el Estado que lo vio nacer ocupa el primer lugar por lo que toca al asesinato de mujeres para placer de pervertidos corruptos protegidos por usted.

 ¿México está mejor que otros países porque usted y su esperpéntica mujer reciben de regalo casas producto de favores que tipifican el delito de corrupción convertido en regla de funcionamiento del agotado sistema neoliberal?

 México es hoy un país donde el genocidio ha sido, por usted señor Peña, convertido en regla. Donde el hambre mata y la miseria crece inexorablemente.

 Un país donde vengativos, como es usted señor Peña, asesinan maestros y periodistas y estudiantes y activistas porque su incultura no le permite entender que todo se le va a revertir y que va camino de pagar por sus antecesores y los que le sigan.

 México es hoy un país sin gobierno, sin policía y sin leyes. Sin instituciones ni división de poderes desarmadas unas y los otros en su estructura ética. En manos de narcopolíticos que usted encabeza como regreso de un PRI que no entendió el mensaje ciudadano.

 Pero se le acaba el tiempo, señor Peña. Y así como Ayotzinapa marcó el principio del fin del sistema político. El asesinato de Rubén Espinoza Becerril y de la activista en derechos humanos participante en el movimiento #Yo soy 132 y de las otras mujeres marca el fin de su esperpéntico genocida desgobierno cobrador de venganzas contra los seres pensantes. Lo que usted, aunque empezara hoy a leer y no dejara de hacerlo ni un minuto de lo que le quede de su patética vida, no lograría nunca ser.

 La ejecución forzada cometida en el Distrito Federal en contra del periodista y sus acompañantes nada tiene que ver ni con Colombia ni con el narcotráfico y todo contra la imposición de la dictadura en marcha.

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