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Peligro constante
La prensa extranjera puso a Veracruz en la mira con el asesinato de Rubén Espinosa y cuatro mujeres más en la Ciudad de México / Mencionaron cómo Rubén dejó Veracruz, una Entidad gobernada por el priísta Javier Duarte de Ochoa y conocida por los asesinatos de periodistas
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de agosto (SINEMBARGO).- Para los periodistas en México, la muerte de Rubén Espinosa pone de manifiesto el creciente peligro que representa su trabajo, publica este día Los Angeles Times, que junto a The New York Times, CNN, Univisión, la BBC de Londres, Al Jazeera, El País, El Mundo, y las agencias Reuters y The Associated Press consignan el asesinato del fotoperiodista cuyo cuerpo fue encontrado en un departamento de la colonia Narvarte junto al de cuatro mujeres, una de ellas identificada como Nadia Vera, activista.
“El nivel de impunidad es lo que permitió que esto sucediera”, dijo un periodista en la Ciudad de México, que también tuvo que huir de Veracruz. “Los periodistas desplazados solían venir a la Ciudad de México como una isla de protección. Ahora no hay ningún lugar a dónde ir, ningún lugar para correr”, comentó a Al Jazeera.
La Ciudad de México solía considerarse un “santuario” para muchos periodistas que huían de sus entidades bajo amenaza. Eso ha terminado, paulatinamente. De acuerdo con organizaciones como Artículo 19, en los últimos pocos años las agresiones a reporteros y fotoreporteros se han acrecentado a niveles nunca antes vistos. Ahora, con la tragedia de la colonia Narvarte, hasta donde fueron alcanzados tanto un activista como un periodista, parece confirmar que el “santuario” terminó.
La prensa extranjera menciona cómo Rubén dejó Veracruz, una entidad gobernada por el priista Javier Duarte de Ochoa y conocida por concentrar el mayor número de asesinatos de periodistas en México. Rubén temía por su vida. “El señor Espinosa cubría a menudo la política en Veracruz, un estado en el sureste de México conocido por ser un lugar hostil para los periodistas, y se pronunciaba en contra del acoso de sus colegas periodistas”, escriben Paulina Villegas y Azam Ahmed en la crónica que The New York Times publica sobre la protesta de periodistas ocurrida ayer en la Ciudad de México.
“De los siete periodistas asesinados en 2015, cuatro trabajaban en Veracruz. Desde 2010, 13 periodistas han sido asesinados allí en el mandato del Gobernador Javier Duarte, del Partido Revolucionario Institucional en el poder, de acuerdo con Artículo 19, un grupo de derechos de los medios. En total, 41 periodistas han sido asesinados desde 2010”, dice la publicación del diario neoyorquino.
Deborah Bonello escribe en Los Angeles Times que “el joven fotógrafo había huido del estado de Veracruz, en temor por su vida, y había ido a buscar su seguridad en la Ciudad de México”. Y agrega: “la administración de Duarte ha sido la más mortífera para los periodistas en la historia del estado. El Gobernador ha sido criticado por sus comentarios acerca de este tipo de delitos. Durante un discurso en Veracruz el 1 de julio acusó a algunos periodistas de trabajar para el crimen organizado”.
La periodista del diario angelino se refiere a lo dicho por Duarte de Ochoa en una reunión con reporteros, con motivo del Día de la Libertad de Expresión. Ahí, el cordobés dijo:
“Pórtense bien, todos sabemos quiénes andan en malos pasos, dicen que en Veracruz sólo no se sabe lo que todavía no se nos ocurre. Todos sabemos quiénes de alguna u otra manera tienen vinculación con estos grupos […], todos sabemos quiénes tienen vínculos y quiénes están metidos con el hampa […], pórtense bien por favor, se los suplico. Vienen tiempos difíciles”.
En entrevista para ese medio, Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), dijo que ningún caso de un periodista secuestrado o asesinado en Veracruz se ha resuelto.
“El hecho de que hay total impunidad hace que esto sea abrumador para los periodistas que siguen haciendo su trabajo y que se sienten totalmente vulnerables porque no tienen garantías”, dijo.
La BBC de Londres refiere que Veracruz es uno de los estados mexicanos más peligrosos para los periodistas. Menciona que muchos periodistas amenazados en los estados mexicanos, como fue el caso de Rubén, se han refugiado en la capital y el gobierno ha establecido una agencia para ayudar a protegerlos.
“El grupo de defensa de la libertad de expresión Artículo 19 dijo que el señor Espinosa fue el primer periodista asesinado en el exilio en la ciudad de México. Dijo que su muerte marcó un nuevo nivel de violencia contra periodistas en México”, publica el medio británico.
CNN reseña cómo “Espinosa había abandonado el estado costero de Veracruz el mes pasado porque se sentía amenazado. Se fue a la capital, donde buscó refugio, pero no rehuyó a hacer entrevistas con otros medios de comunicación acerca de sus experiencias”.
“Él describió Veracruz – donde 13 periodistas han sido asesinados en los últimos cinco años – como un lugar donde ‘es complicado hacer periodismo’”, escribe Mariano Castillo para la cadena norteamericana.
Los Angeles Times publica que “Veracruz, también plagada por la violencia de los cárteles de drogas, se encuentra entre los peores estados en un país que es uno de los más peligrosos del mundo para los periodistas. Según algunos cálculos, 88 periodistas han sido asesinados en México desde 2000 (recuentos varían debido a que diferentes organizaciones utilizan diferentes criterios). Siete periodistas han sido asesinados en lo que va de este año, y cinco fueron asesinados en 2014″.
Sobre el estado de la violencia contra los periodistas en Veracruz, Univisión, la cadena de televisión en español más grande en Estados Unidos, escribe: “Veracruz ha sido un estado peligroso para el trabajo periodístico. Once periodistas fueron asesinados en el estado desde 2010, todos durante el periodo del gobernador Javier Duarte en tanto que el más reciente ocurrió hace apenas un mes, según el Comité para la Protección de los Periodistas. Otros dos, incluido Espinosa, eran periodistas de Veracruz que aparecieron muertos fuera del estado”.
El diario español El País, reseña que Espinosa se tuvo que ir de Xalapa, capital de Veracruz, porque sintió que su vida corría peligro. “Unos desconocidos armados habían empezado a seguirlo. Hacían guardia en la puerta de su casa, le sacaban fotos, dijo que llegó a sentir su aliento a un palmo. Denunció las amenazas y apuntó directamente a aquel hombre que algún día fotografió, Javier Duarte. La salida iba a ser un paréntesis. Tenía pensado volver a Veracruz. Allí había dejado a su novia, a sus amigos, a su casa y con las prisas por ponerse a resguardo en el Distrito Federal, a su propio perro”.
Al respecto, la cadena árabe Al Jazeera dice que el asesinato de Espinosa “ha originado tensión entre los reporteros que siempre han considerado la capital de México como un refugio frente a la intimidación de los medios y a la violencia de otros lugares”.
La agencia norteamericana The Associated Press dice que “con una investigación apenas en curso, grupos de protección periodista mexicanos ya están expresando el temor de que las autoridades no van a tener en cuenta que el brutal asesinato del reportero gráfico pueda estar relacionados con su trabajo – a pesar de que huyó del estado cubrió temiendo por su seguridad”.
“Cuando se trata de asesinatos de periodistas, las autoridades de México históricamente se han apresurado a descartar su trabajo como un motivo, a pesar de que el país es el más peligroso de América Latina para los periodistas. Alrededor del 90 por ciento de los asesinatos de periodistas en México desde 1992 han quedado impunes, según el Comité para la Protección de los Periodistas”, escriben para AP Katherine Corcoran y Alberto Arce.
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