Inquebrantables
* En el corazón de la República, los padres de los estudiantes desaparecidos sufren por la ausencia de sus hijos y exigen a las autoridades su presentación con vida / En varios países se hizo patente la fuerte crítica en contra del Gobierno de Enrique Peña Nieto, quien además de su ineficacia total fue desnudado en su responsabilidad por los hechos de barbarie
Fueron cinco marchas en total, aunque en esta ocasión a la protesta se sumó la tradicional marcha anual del Frente Amplio Social y Unitario (FASU), formado por la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y otros sindicatos.
En esta jornada, los padres propusieron dos encuentros para transformar la lucha social que mantienen desde el 26 de septiembre pasado en demandas que logren la transformación del país.
El ofrecimiento hecho por Melitón Ortega, realizado en el templete instalado en el Hemiciclo a Juárez por los sindicatos del FASU, fue que el 31 de enero se reúna la Asamblea Nacional Popular de Ayotzinapa con las organizaciones sociales, a quienes invitó a “hacer un lado las diferencias” sobre la lucha y en la que denunció la intromisión de partidos políticos.
También solicitó que el 5 y 6 de febrero se lleve a cabo un encuentro con organizaciones sociales en el Congreso de Guerrero para discutir sobre la desaparición forzada en México “y poder estructurar este movimiento, porque ya basta de que esta clase política esté diciendo y haciendo lo que se le antoje”.
“¡Somos humildes, pero no somos pendejos!”, dijo Julio César, padre de uno de los desaparecidos. “Votar es votar por el crimen organizado. En Guerrero no habrá elecciones”, advirtió por su parte el vocero de las familias, Felipe de la Cruz, y agregó: “A los militares se les olvidó que ellos también son pueblo [...]. Cada segundo de sufrimiento se los vamos a cobrar muy caro”.
Los contingentes que partieron desde distintos puntos del Distrito Federal llenaron casi en su totalidad la plancha del Zócalo capitalino esta noche, en donde fueron con música y aplausos. No era un tono de fiesta, sin embargo: era un tono de descontento.
Hace cuatro meses de la desaparición de los 43 normalistas. Y la demanda es la misma, en las calles: presentación con vida y castigo a los culpables.
Antes, un contingente que avanzó desde avenida Tlalpan, en el Distrito Federal, hacia el Zócalo capitalino. Fue el primero en arribar a su destino final. ”Guerrero llega al Zócalo con la frente en alto”, exclamó el que partió por la mañana de Taxqueña.
La marcha entró a la plaza cívica a ritmo de música y aplausos para los padres de los normalistas que encabezaron esta protesta.
El grupo que salió del Ángel de la Independencia avanzó en ambiente de fiesta y rebeldía. “Qué chido movimiento, qué chida subversión”, coreaban algunos manifestantes, mientras una joven mantenía en alto una cartulina con la lista de agravios soportados por los mexicanos: Tlatelolco, Acteal, Aguas Blancas, Villas de Salvárcar, Tlatlaya…
En este contingente destacó el grupo de seminaristas de Acapulco, que por primera vez viajó a la Ciudad de México para apoyar la demanda de justicia por los estudiantes. ”Guerrero es violencia, injusticia, impunidad”, dijo José Trinidad, de 24 años, e interno del seminario Consagrado Santísimo Salvador.
Catalina, tía de Felipe Arnulfo Rosa, expresó: “A cuatro meses de tenerlos secuestrados, sabemos que están vivos. A [Enrique] Peña Nieto se le está cayendo el teatro. Nosotros no venimos a robar, venimos a exigir la aparición de los 43. Nosotros somos campesinos, somos indígenas. No venimos a robar”, agregó.
El contingente se unió al grupo de unos 15 familiares de los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, que hoy cumplen cuatro meses de haber sido desaparecidos forzadamente en Iguala, que encabezan esta tarde una movilización que avanza por Paseo de la Reforma hacia el Zócalo en la Ciudad de México, y que antes partió de cuatro puntos de la capital del país.
Hernán Ortiz, estudiante de postgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo: “La denuncia siguen siendo la aparición de los 43 estudiantes normalistas y la exigencia de justicia y el esclarecimiento de los hechos porque no concuerdan con lo que dice la PGR [Procuraduría General de la República]“.
Omar García, uno de los sobrevivientes del ataque del 26 de septiembre del 2014, respondió a funcionarios y medios masivos que acusan a familiares de los 43 de ser manipulados por un grupo que, dicen, “tienen sus propios intereses”:
“A nosotros nadie nos manipula, nadie nos mueve y nadie nos manipula. Somos del campo, pero eso no significa que no tengamos nociones de lo que pasa, lo vivimos de primera mano [...]. Tenemos que impulsar cambios de fondo que garanticen que los eventos del 26 de septiembre no se repitan y para ello hay que transformar al país”.
Los manifestantes forman parte de una de las movilizaciones organizadas para este día que salieron por la mañana de distintos puntos del Distrito Federal y que esperan concentrarse en la plancha central. Este contingente salió del Auditorio Nacional y ha avanzado por Reforma desde la mañana.
En el Ángel de la Independencia empezaron a concentrarse grupos de sindicatos que se movilizarán a partir de las 16 horas. Se tiene previsto que eventualmente ambas marchas confluyan en una sola y avancen con su destino final.
Al contingente de padres de familia de los normalistas le acompañan cientos de manifestantes que avanzan por los carriles centrales de la avenida, en dirección norte.
“Ejército asesinó 43″, dice una de las mantas al pie del monumento. Están presentes estudiantes y trabajadores de la UNAM, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la Unión Nacional de Organizaciones Rurales y campesinas y el Frente Oriente, entre otras.
Al mismo tiempo que los manifestantes avanzaron hacia el Zócalo capitalino, en la Estela de Luz el padre Alejandro Solalinde Guerra encabezó una misa por los estudiantes.
Los grupos que partirán del Ángel prevén detenerse en el plantón que mantienen desde hace unos días compañeros de los normalistas frente a las oficinas de la Procuraduría General de la República (PGR).
En la movilización principal hay policías ministeriales de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) vestidos de negro comisionados a evitar la infiltración de “anarquistas”, según dijo uno de ellos que se negó a dar su nombre.
Pese a los llamados en marchas anteriores para que los estudiantes no se cubran el rostro, varios avanzan con paliacates y pasamontañas.
Por su parte, la vanguardia de la marcha que avanza sobre la calzada Zaragoza avanza lentamente sobre la calzada de Tlalpan, debido a que manifestantes realizan mítines de aproximadamente una hora.
Cerca de las 15:00 horas el contingente pasó frente al Cuartel de Guardias Presidenciales, el cual se mantenía resguardado. Mientras que los manifestantes gritaban consignas como: “Miren, ahí están los granaderos esperando reprimir”.
Minutos después, se registró una gresca fuera del Metro Chabacano, sin mayores incidentes.
Ni aviadores ni manipulados
Frente al Senado, el contingente que partió del Auditorio Nacional hizo una parada.
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