Homozapping
Después de Iguala, nada será igual: Alejandro Encinas Entrevista publicada en Revista Proceso 1995.
No hay optimismo en el semblante del senador Encinas, a pesar que viaja más ligero de equipaje y tiene esperanzas en involucrarse “en el espectro de esa izquierda desencantada con los partidos, incluso con sectores que antes estuvieron cerca del PAN”. Aclara que no se sumará a Morena, el partido que hará su estreno electoral en este 2015, pero con quien “indudablemente tengo mayor identidad política”.
En un año, Encinas perdió más de 20 kilos, se ganó el respeto de todas las bancadas en el Senado que lo perfilaron, incluso, como posible presidente de la Mesa Directiva, pero los acontecimientos de Iguala del 26 y 27 de septiembre pasado, le pesan. Lo cimbraron. Y lo llevaron a acelerar una decisión que meditó con sus colaboradores en los últimos cuatro meses.
“El país es otro después de Iguala. Los hechos demuestran el nivel de penetración de la delincuencia organizada en los tres niveles de gobierno y en los tres poderes de la Unión… Este nivel de penetración ya alcanzó al PRD… Después de Iguala nada puede ser igual y esto implica hacer un replanteamiento más allá de las izquierdas, del conjunto del Estado y al mismo tiempo, del reforzamiento de los mecanismos de participación de los ciudadanos”, reflexiona a lo largo de la entrevista con Proceso, un día después de anunciar su retiro del PRD, el jueves 22 de enero, en el Museo Estación Indianilla.
Antiguo militante del Partido Comunista, fundador del PSUM, del PMS y del PRD, diputado suplente del legendario dirigente ferrocarrilero Demetrio Vallejo en la LIII Legislatura (1985-1988), Encinas es un político de izquierda convencido de la vía electoral, pero augura un negro panorama para los comicios federales del 2015: al ir fragmentada en cuatro partidos, el 20 por ciento de los votos de izquierda se dividirán entre el PT y el MC (que alcanzarán su registro cada uno con 3 por ciento de los votos) y el 14 por ciento restante se dividirá entre el PRD y Morena.
“Morena va a tener resultado exitoso: va a obtener su registro, va a tener triunfos municipales, va a tener un grupo parlamentario y quizá, alguna delegación política del Distrito Federal, pero eso, a mi juicio, no alcanza para ganar la presidencia de la República”, afirma al hacer un balance de los escenarios electorales del 2015 con “un alto nivel de abstencionismo; un voto de castigo en muchos ciudadanos que van a ir a votar y a anular su voto”.
Encinas le apostará a formar cuadros militantes con las bases de la izquierda del PRD, de los que no están en partidos, firmará un convenio con la fundación alemana Frederich Eberth, le atraen fenómenos recientes como la candidatura ciudadana de Enrique Alfaro, en Guadalajara, pero también admite que puede fortalecerse una “derecha conservadora” a nivel nacional.
“La alianza que llevó a la reforma energética y a las reformas constitucionales fue una alianza de derecha y de la más conservadora. No hay que creer que esta crisis nos va a conducir a un avance democrático. Al contrario, nos puede llevar a una mayor regresión del país. Hay que repensar todo. Al Estado, no solamente a las izquierdas, y evitar que venga una salida de corte autoritario”, argumenta.
Grupos de Interés en el PRD
-Del PRD se han ido sus dos candidatos presidenciales, sus 5 ex jefes de Gobierno, ¿qué significa eso senador?
-Dos cuestiones: el agotamiento de un modelo partidario que disolvió cualquier posibilidad de democracia interna y que fue cooptado por las corrientes políticas que se convirtieron en grupos de interés. Hoy el PRD está conducido por una coalición de corrientes y de grupos de interés, cuya identidad es el control del aparato, de las candidaturas y de los cargos de gobierno. Se reparten proporcionalmente hasta los metros cuadrados de las oficinas del partido y eso ha ido exacerbando las diferencias políticas internas, sino minando la autonomía del partido, su credibilidad ante la sociedad y llegando al extremo, con Iguala, que el proceso de degradación de las instituciones públicas ha alcanzado al PRD.
“Creo que hay un agotamiento del PRD y del conjunto de sistema de partidos. No representan los intereses de la sociedad sino de una partidocracia que se ha articulado en torno a la órbita del Ejecutivo federal, tanto en el PAN como en el PRD, absolutamente ajenos a la realidad.
“Es una crisis sistémica: de los partidos, de las instancias de representación popular y de los poderes del Estado. Hay que hacer un replanteamiento total que no admite medias tintas. Lamentablemente, el principal partido que habían construido las izquierdas ha sido alcanzado por este proceso de descrédito y descomposición, de las instituciones de cara a la sociedad”.
-¿Qué papel juega el crimen organizado en este proceso de descomposición?
-Los hechos de Iguala demuestran el nivel de penetración de la delincuencia organizada en los tres niveles de gobierno y en los tres poderes de la Unión. Todo mundo omite hablar del Poder Judicial, pero es el instrumento fundamental de la impunidad hoy. El dato del subprocurador Renato Sales de que ninguno de los detenidos por secuestro ha sido sentenciado por los jueces, es alarmante.
“Este nivel de penetración ya alcanzó al PRD. El partido que surgió de la lucha por la democracia, pasó a ser de víctima a victimario. Hay un país distinto después de Iguala. Después de Iguala nada puede seguir igual y esto implica hacer un replanteamiento más allá de las izquierdas, del conjunto del Estado y al mismo tiempo de reforzamiento de los mecanismos de participación de los ciudadanos.
“O rompemos esa inercia o la degradación política del Estado, no sólo profundizará la crisis sino alentará la mano dura. El uso de la fuerza es la única manera de mantener a un Estado débil. No caben los contrapesos, la disidencia y es la única manera de mantener el control político y el poder”.
-¿No hay nada que esté despresurizando y mirando hacia la sociedad civil?
-La cancelación de la consulta popular (en materia energética) es el mejor ejemplo de las resistencias. Fue negada. Si ya no es a través de la vía institucional, de la consulta popular, si las elecciones se definen por el dinero, que gana quien más vínculos tiene con los poderes fácticos, con el poder económico o los poderes delictivos, de acuerdo a la región o municipio, estamos convirtiendo a las instituciones del Estado en voceros de los poderes fácticos o en cómplices de la delincuencia organizada. Eso es lo que hay que terminar.
-¿Su salida entonces es un síntoma de esta descomposición?
-Por eso no se trata de si me voy del PRD o si me voy a Morena con quien, indudablemente tengo mayor identidad política. Es el momento de hacer un alto en el camino para replantear las cosas.
“Veo tres momentos importantes que definirán esta crisis: a) el desenlace de las investigaciones de Iguala y si hay, en verdad decisión de fincar responsabilidades de quienes son los responsables de estos hechos; b) conocer el nivel de penetración del crimen organizado en los partidos, no sólo en Guerrero sino en todo el país, porque son muchos. Tiene que haber una salida a fondo. El fracaso del comisionado Alfredo Castillo en Michoacán deja una ‘papa caliente’, en medio del proceso electoral. Ahí se rompió la mediación entre la sociedad y las autoridades; y c) en el caso de la izquierda también el resultado de las elecciones de junio 2015.
(continúa mañana)
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