La esperanza del fin del imperio yanqui

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
La cuenta regresiva llega para todos

María Teresa Jardí

De manera radial la noticia. La búsqueda de inmediato en los portales el pasado miércoles, 7 de enero, de un año que pinta para fatídico, pero que también apunta ya la esperanza del fin del imperio yanqui. 

7 de enero que será recordado por la historia por esa noticia, seguramente entre otras igual de malas o aún peores, pero las que suelen focalizarse y pasar inadvertidas por la inmensa mayoría de personas que están hartas de las malas noticias.

La negación a entender, por una buena parte de la humanidad, que sólo conociendo lo que ocurre en los más remotos confines del mundo y combatiendo las causas de fondo que lo producen y a los responsables de las mismas, es que pueden conjurarse los hechos que propician esas noticias. Esas, que en unos cuantos despiertan el interés, que de repente, por la barbarie, no menor que el horror exhibido por el resto, pero que a alguna define, saca a muchos a la calle en todas las latitudes como protesta. Lo que sucedió, al fin, en el caso mexicano, con la desaparición forzada de 43 estudiantes de la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa. Lo que ocurrió con los franceses, a los que Ayotzinapa queda tan lejos que apenas importa, con la noticia del ataque al director, editores y otros caricaturistas de la irreverente revista Charlie Hebdo. Por saber, ya se sabe que uno de los asesinos de los caricaturistas antaño se había reunido con Sarkozy. Mientras Le Pen aprovecha para pedir la instauración de la pena de muerte en Francia, país de las libertades, no se cansan de repetir, en particular los medios masivos de comunicación desinformativa y a modo del que les paga. 

País de libertades, aunque nunca del todo y menos aún para todos. País de libertades, unas más y otras menos, incluso para los franceses según se sube en la lista de los que todo lo tienen o se baja en la misma hasta llegar a los que de nada disfrutan. 

No debe la humanidad olvidar campos de concentración donde metían a los refugiados españoles que salían de su patria obligados por el golpe militar dado por el general Francisco Franco contra la República elegida por el pueblo Español como su forma de gobierno. 

No se puede olvidar que la resistencia contra la invasión alemana, hoy tan amiga de Francia, la dieron los españoles, en Francia. Lo que también es obligado reconocer que muchos franceses agradecen y recuerdan.
Pero igual alarmante eran las casi nulas referencia a las razones de ser del grupo atacante. Pero pasado el azoro inicial las mismas se multiplican. 

A final de cuentas lo que destapa el atentado es que el imperio yanqui está tocado de muerte y que muchos más de los que se puede pensar se dan cuenta y empiezan a aparecer los que de ello se dan cuenta. Elijo un documento editorial publicado en “Posos de anarquía” de un diario español virtual titulado: “Otra visión del atentado en Charlie Ebdo”. 

“... se cometió un terrible atentado en el medio satírico Charlie Hebdo. Un ataque que no tiene ninguna justificación, como sucede con absolutamente todos los actos violentos de esta naturaleza. No tardaron en aparecer las primeras muestras de solidaridad con el semanario francés, tanto off-line como on-line, multiplicándose las viñetas satirizando al profeta Mahoma, dibujando tinteros sangrantes, congregando a multitudes en las calles… y, sobre todo, clamando en defensa de la libertad de expresión. Sin embargo, pienso que cometeríamos un tremendo error si nuestra reflexión se quedara ahí. Creo que caeríamos en un terrible reduccionismo, en una simplificación tan simplona que roza la necedad... Antes de malinterpretar mi argumento y tacharme de estúpido, hagan el ejercicio de ponerse en el lugar de un islamista: Para empezar, un islamista no nace, se hace y no es por ciencia infusa, sino por fuentes externas. ¿Qué factores influyen para que un musulmán se torne en islamista? Bueno, sería hipócrita no admitir que la política exterior de Estados Unidos es determinante. Desde Washington y con la complicidad europea se han inventado guerras preventivas dejando a Irak en peor situación que antes del conflicto; se han cometido violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos; se han realizado torturas, se han documentado y se ha tenido la desfachatez de no juzgar a sus autores; se han cometido miles de asesinatos con drones infringiendo el Derecho Internacional…”. Mañana sigo con un ejemplo que me salté y con la continuación de las ideas que se publican en el editorial. Pero lo que queda claro es que la crónica, que rara vez se equivoca, anuncia ya el fin del imperio yanqui.