Por Esto!
Preocupación
Luego de un encuentro de una hora en la Casa Blanca, ambos mandatarios dieron una conferencia conjunta en la que Barack Obama reiteró su apoyo a México en materia de combate al los cárteles del narcotráfico, en la cooperación en temas de migración y la aplicación de las reformas estructurales.
“En materia de seguridad hemos seguido con preocupación los hechos trágicos de los estudiantes. El Presidente [Peña Nieto] habló de su estrategia y nosotros queremos apoyar esas medidas para apoyar el flagelo”, señaló el mandatario estadounidense en su mensaje a medios.
Obama reiteró su ofrecimiento de ayuda a México para combatir el crimen organizado, sin embargo aclaró que será el pueblo mexicano quien tome la decisión sobre este apoyo y resuelva a través de la justicia este tema.`
Por la mención que hizo Obama sobre la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, aunque sin mencionarlos específicamente, quedó claro que el mandatario estadounidense preguntó a Peña Nieto sobre los avances de la investigación de este crimen.
“El presidente Peña Nieto pudo describirme las reformas y programas que ha iniciado alrededor de estos asuntos”, agregó Obama.
El encuentro entre los presidentes de México y Estados Unidos, que duró unos 45 minutos, con un lapso similar para dedicarlo a un almuerzo de trabajo en el que participaron sus asesores más cercanos, fue aprovechado por ambas partes para resaltar los deseos de fortalecer la relación de los dos países.
Peña Nieto, quien obvió hablar del caso Ayotzinapa, resaltó que la relación entre ambas naciones debe estar sustentada en la amistad, cordialidad, respecto mutuo e intereses comunes para poder alcanzar la prosperidad económica.
El presidente de México reconoció a Obama “su audacia” para emitir órdenes ejecutivas en materia migratoria, a través de las que podrán regularizar su estatus de residencia y laboral unos 11 millones de inmigrantes indocumentados (en su mayoría mexicanos), por un periodo de tres años.
“Es claro un acto de justicia para la gente que llegó de otras partes del mundo y que ahora son parte de la comunidad de Estados Unidos”, enfatizó Peña Nieto.
Enseguida aseguró que su gobierno ya está listo para ayudar a los mexicanos indocumentados que califiquen para el permiso temporal de residencia y trabajo en Estados Unidos, con el fin de que pueden demostrar que llegaron a la Unión Americana antes de 2010.
En términos de la propuesta de Obama de fortalecer la cooperación en materia de seguridad, Peña Nieto aseguró que su gobierno está determinado a seguir intercambiando información de inteligencia y logística para poder combatir al crimen organizado.
En diciembre pasado, el gobierno de Obama ya había ofrecido a México su colaboración para investigar la desaparición de los estudiantes.
“Esto será investigado [el caso Iguala]. Hemos ofrecido asistencia para dar exactamente con lo que pasó, nuestras capacidades forenses, para llegar al fondo”, manifestó Obama en una entrevista concedida a la cadena latina Telemundo.
Por su parte, Peña Nieto afirmó que el “claro reto” que tiene su país actualmente es “combatir con mayor eficacia y contundencia al crimen organizado”.
Afirmó que México, por su parte, trabajará en el tema migratorio en su frontera sur.
Las protestas
Mientras Obama y Peña Nieto estaban reunidos en el Despacho Oval, cerca de medio centenar de manifestantes se concentraron ante la Casa Blanca para protestar contra el Presidente mexicano y exigir respuestas ante la desaparición de los estudiantes.
Desde ayer, grupos de activistas entregaron cartas a senadoras para que pidieran la cancelación de la ayuda militar a México, incluso la organización internacional Human Rights Watch hizo la misma petición al gobierno de Obama y exigió la cancelación de los recursos de la Iniciativa Mérida ante la falta de resultados por parte de México en el tema de combate a los cárteles de la droga.
“¿Quiénes son Ayotzinapa? Todos somos Ayotzinapa”, “¡Vivos se los llevaron, vivamos los queremos!”, “¡No eres bienvenido Peña Nieto!” y “¡Ayotzinapa vive y vive, la lucha sigue y sigue!”, son algunas de las consignas que gritaron los manifestantes afuera de la Casa Blanca.
También un grupo de ciudadanos de Nueva York salió a primera hora de este día para viajar con rumbo a Washington para protestar en contra del mandatario.
En Chicago, a primera hora cerraron el Consulado y ofrecen información sobre la Iniciativa Mérida, tratado firmado entre Estados Unidos, México y algunos países de Centroamérica para combatir el narcotráfico. También hablan del corporativo G4S, una empresa de seguridad privada utilizada por el consulado mexicano y las formas en que los consulados violan rutinariamente las leyes y tratados internacionales por medio del uso de la actuación policial, la intimidación y el maltrato a los ciudadanos mexicanos en el exterior.
Y finalmente de los “ataques contra los estudiantes de Ayotzinapa y la farsa de investigación que lleva acabo la Procuraduría General de la República (PGR); presos políticos en México y la represión contra los movimientos sociales”.
Se realizaron más movilizaciones en ciudades como Los Angeles, Dallas, St. Louis, Salt Lake City, Houston, Portland y Oregon, entre otras.
Las manifestaciones se llevaron a cabo en diversos horarios, y la mayoría se realizaron frente al consulado de México en la ciudad respectiva.
En el caso de Houston, por ejemplo, la manifestación fue frente al Consulado de México.
En el caso de Seattle, varios manifestantes se dieron cita frente al consulado portando pancartas en reclamo por el caso de Ayotzinapa así como por otras masacres realizadas en México.
Algo similar sucedió en Chicago, donde un grupo de ciudadanos mexicanos se reunieron fuera del consulado para protestar contra el presidente de México.
El grupo, además, entregó una carta al cónsul en la que expresaban su indignación por la crisis de justicia que atraviesa el país.
En el barrio de Queens, en Nueva York, también se llevó a cabo una pequeña protesta, en la que se portaron carteles y se realizaron danzas tradicionales.
Para los manifestantes estas movilizaciones tienen como objetivo llamar la atención sobre las violaciones a los derechos humanos que existen en México, y llevar a Estados Unidos a reaccionar ante ellas, del mismo modo lo hace contra países como Irán o Venezuela.
Hospedado en la Casa Blair, Peña Nieto no pudo evitar el que a sus oídos llegaran las denuncias y gritos de un centenar de personas que se dieron cita al frente de la mansión presidencial, quienes reclamaron justicia y claridad en el caso de Ayotzinapa.
A unos 300 metros de distancia del ala este de la Casa Blanca, donde se encuentra la Oficina Oval, Peña Nieto acudió a su encuentro con Obama en un automóvil blindado, acompañado de Roberto Miranda, jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP).
“¡Justicia, justicia, ellos son, ellos son, los que chingan la nación!, ¡Fue el Estado, fue el Estado!”, eran los reclamos del centenar de manifestantes al momento de que el presidente de México ingresaba a la Casa Blanca.
En la sesión de fotografías de la Casa Blanca, a la que por petición de Los Pinos sólo entraron 11 reporteros mexicanos (de la fuente presidencial) y 11 estadunidenses, tres de los cuales en realidad eran reporteros de medios europeos, entre ellos El País y las agencia de noticias EFE y la BBC, no se permitió a los representantes de los medios formular preguntas.
La sesión del encuentro fue muy cordial tanto que Obama, al romper el protocolo, acompañó a Peña Nieto hasta la misma puerta de ingreso al ala este de la Casa Blanca, y una vez ahí, solo frente a unos cuantos reporteros, se pasó otros cinco minutos hablando con su invitado.
Peña Nieto y Miranda salieron de la Casa Blanca en el auto blindado para recorrer los 300 metros de distancia que los separaban de la Casa Blair, y a su salida el coro de los manifestantes creció:
“¡Asesino, asesino, asesino!, ¡Killer, killer!”, fueron los gritos que acompañaron la salida del mandatario mexicano de la Casa Blanca.
Regresa a México
El Presidente de México Enrique Peña Nieto llegó este martes en punto de las 11:00 horas a la Casa Blanca. A bordo de una camioneta negra blindada, Peña Nieto entró por el acceso principal de vehículos de la residencia oficial, escoltado por una guardia de honor integrada por los cinco cuerpos de las Fuerzas Armadas.
En la puerta de la casona de la Avenida Pennsylvania 1600, lo recibió Peter Selfridge, jefe de Protocolo de Estados Unidos, quien lo condujo a la Oficina Oval donde despacha el Presidente Barak Obama.
El Presidente Peña estaba acompañado por el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Aurelio Nuño Meyer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario