Homozapping
Después de Iguala, nada será igual: Alejandro Encinas
Entrevista publicada en Revista Proceso 1995.
Las Perspectivas de Morena
-¿Qué escenario electoral pronostica para 2015?
-Veo un escenario de un alto nivel de abstencionismo; un voto de castigo en muchos ciudadanos que van a ir a votar y a anular su voto; y de nueva cuenta una participación de la estructura de los partidos, del gobierno y del dinero tomando las decisiones.
“En el caso de la izquierda, va fragmentada a competir por el mismo electorado que, en el mejor caso, difícilmente alcanza el 20 por ciento de la votación. Ese porcentaje se va a dividir entre 4. Suponiendo que el PT y el MC tendrán el 3 por ciento cada uno para tener su registro, el otro 14 por ciento se va a dividir entre el PRD y Morena. Morena va a tener un resultado exitoso: va a obtener su registro, va a tener triunfos municipales, va a tener un grupo parlamentario y quizá en alguna delegación política del Distrito Federal, pero eso, a mi juicio, no alcanza para ganar la presidencia de la República.
“Si alguno de los aliados alcanza para ganar el registro habrá que pensar alguna forma de recuperar un proyecto que le debió dar continuidad del Movimiento Progresista. Por eso yo me opuse a la formación de un nuevo partido en Morena y estuve a favor de mantener el frente de los partidos que integraban la coalición del 2012.
“Y si el PRD no hubiera querido, nos hubiéramos quedado con el PT, MC y con Morena. Este se hubiera quedado como un gran paraguas que rebasaba con mucho las filas de los partidos políticos y le abría un espacio de participación de los ciudadanos que no quieren o no creen en los partidos. Ese escenario se va a abrir en junio de 2015”.
-¿Finalmente tenía razón en tu tesis de que era mejor un frente que un partido político nuevo en el caso de Morena?
-Sigo convencido de esa situación. Sé que es imposible llegar a una alianza con el núcleo dirigente del PRD, pero la base militante del partido, más allá de los grupos y las corrientes, existe, y ha tenido distintos comportamientos: uno, mantenerse en una actividad, marginados de la toma de decisiones; otros, han emigrado muchos a Morena y a otros partidos. Otros se han retirado de la actividad política, aunque simpatizan con las causas de la izquierda. Algunos se han mantenido a los espacios de las corrientes o se han ido a las organizaciones no gubernamentales.
“Tiene que haber una unidad desde las bases. Morena debió haber convocado a las bases perredistas, desde el principio, y no alentar una actitud anti-PRD que involucró a todos y no todos los perredistas son iguales. Hay que reconocer a esa base militante a la que le costó muchas vidas.
“He recibido mensajes de militantes que se mantendrá en el PRD, llegando al extremo de postular a gente como José Luis Abarca, que era un delincuente, acusado de matar a militantes perredistas, por lo menos a 4 que se han acreditado, y se quiso promover como diputado federal y su mujer fue electa para formar la dirigencia del PRD en Guerrero. Pone en evidencia el nivel de descomposición política.
Navarrete y la Crisis de Iguala
Antes de su renuncia al PRD, siguiendo la decisión que antes tomó Cuauhtémoc Cárdenas, ex fundador, ex candidato presidencial tres veces y ex jefe de Gobierno, Encinas sostuvo varios debates públicos con la nueva dirigencia encabezada por Carlos Navarrete, de la corriente Nueva Izquierda, cuyo ascenso coincidió con la crisis de Iguala.
“Hablé con Carlos Navarrete de enfrentar esta situación con energía, que no podía mantenerse Angel Aguirre al frente del estado, como tampoco los presidentes municipales que han sido señalados por sus vínculos con el crimen organizado, que había que aclarar cuáles fueron los mecanismos que permitieron que Abarca fuera candidato y por qué no se aplicó ninguna sanción penal por sus presuntos homicidios de compañeros de partido y aún aunque en la plática tuvimos coincidencias, en el Consejo Nacional, Navarrete no sólo no los acompañó sino que defendió que Aguirre se mantuviera en la gubernatura para no perder su primera votación como presidente nacional del PRD, lo cual le hubiera dado legitimidad y no descrédito”, rememoró Encinas.
-¿El coincidió contigo?
-Sí, también en una plática personal que tuvimos. Y cuatro meses después le han apostado al silencio, a que se desgaste el movimiento, a que se pierda memoria. Hay una frase muy desafortunada de Navarrete que describe la estrategia que han seguido: ‘tenemos un muy buen control de daños’, lo dijo en una entrevista. No se trata de controlar los daños sino de restaurar los daños, de sancionar a los responsables
-¿Ese Consejo Nacional fue lo definitivo para definir su separación?
-Iguala fue lo definitivo, todo lo que ha estado girando en torno a Iguala. Ahora que tengo información por la parte de la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional, que conozco a través de las pláticas con muchos interlocutores el nivel de descomposición que existe.
-¿También Morena falló en Iguala?
-Ahí faltó una decisión más puntual. Lázaro Mazón en el momento que se nombra a José Luis Abarca como candidato a presidente municipal era miembro de Nueva Izquierda, su hermano fue el presidente municipal suplente, el mismo presidente de seguridad municipal de Abarca, lo fue de Mazón. Todo eso debió haberlo aclarado Morena y no solamente retirarlo como su precandidatura a gobernador de Guerrero.
“No veo ninguna responsabilidad de Morena en todo este proceso, porque ellos no participan en ninguna decisión de gobierno, pero Iguala afecta a todos los partidos en su conjunto. Eso se tiene que asumirse”.
-¿Incluso, afectó la relación de la izquierda partidista con la izquierda antielectoral?
-Así es.
-¿Tiene contactos con ellos?
-He tenido contacto, siempre he sido muy respetuoso con ellos, de atender los asuntos muy puntuales. Ellos tienen una visión totalmente distinta del trabajo legislativo, del trabajo partidista. Ellos están en la lógica de la instauración de un poder popular, de un proyecto más surgido desde las comunidades.
-¿Esta posición que ha adoptado ahora, podría facilitar la interlocución con ellos?
-No necesariamente porque ellos tienen su dinámica propia, sus propias instancias de organización. Ahí más bien tenemos que ser muy respetuosos.
“Me veo más bien involucrado en el espectro de esa izquierda desencantada con el espectro partidista, incluso con ciertos sectores que estuvieron cercanos al PAN. Creo que opciones ciudadanas como las de Enrique Alfaro en Guadalajara son muy representativas de cómo debe abordarse esta crisis.
“Hay que seguir de cerca cómo fue la elección a gobernador de Guadalajara y este movimiento ciudadano tan importante en la capital de Jalisco, que puede ser un referente muy significativo de las nuevas modalidades de participación ciudadana asociada a los partidos.
Crisis Global de los Partidos
-¿Su decisión forma parte también de un diagnóstico, de una tendencia nacional?
-Es local e internacional. El agotamiento de los partidos es internacional. El descrédito de los políticos es global. Los fenómenos en Europa hay que observarlos. Tienen, por un lado, nuevas expresiones como la plataforma española Podemos, pero también un resurgimiento de la ultraderecha porque no es la única opción la salida democrática. La otra opción es la salida conservadora, y en México no estamos muy lejos de que ello suceda. En la medida del debilitamiento del Estado, del mayor debilitamiento de la figura presidencial, puede conducir a una salida autoritaria o a un reposicionamiento de los grupos más conservadores.
La alianza que llevó a la reforma energética y a las reformas constitucionales fue una alianza de la derecha y de la más conservadora. No hay que creer que esta crisis nos va a conducir a un avance democrática. Al contrario, nos puede llevar a una mayor regresión del país. Hay que repensar todo. Al Estado, no solamente a la izquierda, y evitar que venga una salida de corte autoritario.
-¿Te ves como candidato de algo?
-No, absolutamente de nada. Quiero ser un puente intergeneracional. Ha llegado el momento de un movimiento generacional. En el PRI y en el PAN ha habido más apertura hacia los jóvenes….
-¡Pero qué jóvenes han llegado! ¡Como dinosaurios!
-Claro, jóvenes muy envejecidos en su pensamiento, en la tercera edad del pensamiento político porque son jóvenes que se formaron en los grupos de interés y en la partidocracia. No se formaron en la lucha social. Se formaron en función de la subordinación a un dirigente o a un grupo, por eso piensan como ancianos. Es un interés conservador. Eso también pasa en el PRD. Hay jóvenes que les interesa mantener su ingreso salarial.
Hay que formar una nueva generación con vocación
-¿Se ve como un político bisagra?
-Eso es muy difícil afirmarlo porque implica la aceptación de los demás. Estoy convencido que puedo tender puentes, con muchos dirigentes y con muchos dirigentes medios y militantes de diferentes partidos. Yo soy senador por el Movimiento Progresista. Llegué con una plataforma y una agenda legislativa de una coalición electoral y me asumo como tal. NO es demagogia. Lo asumo como tal. No voy a actuar en función del interés personal. Quiero ayudar a construir una nueva identidad colectiva.
Las Perspectivas de Morena
-¿Qué escenario electoral pronostica para 2015?
-Veo un escenario de un alto nivel de abstencionismo; un voto de castigo en muchos ciudadanos que van a ir a votar y a anular su voto; y de nueva cuenta una participación de la estructura de los partidos, del gobierno y del dinero tomando las decisiones.
“En el caso de la izquierda, va fragmentada a competir por el mismo electorado que, en el mejor caso, difícilmente alcanza el 20 por ciento de la votación. Ese porcentaje se va a dividir entre 4. Suponiendo que el PT y el MC tendrán el 3 por ciento cada uno para tener su registro, el otro 14 por ciento se va a dividir entre el PRD y Morena. Morena va a tener un resultado exitoso: va a obtener su registro, va a tener triunfos municipales, va a tener un grupo parlamentario y quizá en alguna delegación política del Distrito Federal, pero eso, a mi juicio, no alcanza para ganar la presidencia de la República.
“Si alguno de los aliados alcanza para ganar el registro habrá que pensar alguna forma de recuperar un proyecto que le debió dar continuidad del Movimiento Progresista. Por eso yo me opuse a la formación de un nuevo partido en Morena y estuve a favor de mantener el frente de los partidos que integraban la coalición del 2012.
“Y si el PRD no hubiera querido, nos hubiéramos quedado con el PT, MC y con Morena. Este se hubiera quedado como un gran paraguas que rebasaba con mucho las filas de los partidos políticos y le abría un espacio de participación de los ciudadanos que no quieren o no creen en los partidos. Ese escenario se va a abrir en junio de 2015”.
-¿Finalmente tenía razón en tu tesis de que era mejor un frente que un partido político nuevo en el caso de Morena?
-Sigo convencido de esa situación. Sé que es imposible llegar a una alianza con el núcleo dirigente del PRD, pero la base militante del partido, más allá de los grupos y las corrientes, existe, y ha tenido distintos comportamientos: uno, mantenerse en una actividad, marginados de la toma de decisiones; otros, han emigrado muchos a Morena y a otros partidos. Otros se han retirado de la actividad política, aunque simpatizan con las causas de la izquierda. Algunos se han mantenido a los espacios de las corrientes o se han ido a las organizaciones no gubernamentales.
“Tiene que haber una unidad desde las bases. Morena debió haber convocado a las bases perredistas, desde el principio, y no alentar una actitud anti-PRD que involucró a todos y no todos los perredistas son iguales. Hay que reconocer a esa base militante a la que le costó muchas vidas.
“He recibido mensajes de militantes que se mantendrá en el PRD, llegando al extremo de postular a gente como José Luis Abarca, que era un delincuente, acusado de matar a militantes perredistas, por lo menos a 4 que se han acreditado, y se quiso promover como diputado federal y su mujer fue electa para formar la dirigencia del PRD en Guerrero. Pone en evidencia el nivel de descomposición política.
Navarrete y la Crisis de Iguala
Antes de su renuncia al PRD, siguiendo la decisión que antes tomó Cuauhtémoc Cárdenas, ex fundador, ex candidato presidencial tres veces y ex jefe de Gobierno, Encinas sostuvo varios debates públicos con la nueva dirigencia encabezada por Carlos Navarrete, de la corriente Nueva Izquierda, cuyo ascenso coincidió con la crisis de Iguala.
“Hablé con Carlos Navarrete de enfrentar esta situación con energía, que no podía mantenerse Angel Aguirre al frente del estado, como tampoco los presidentes municipales que han sido señalados por sus vínculos con el crimen organizado, que había que aclarar cuáles fueron los mecanismos que permitieron que Abarca fuera candidato y por qué no se aplicó ninguna sanción penal por sus presuntos homicidios de compañeros de partido y aún aunque en la plática tuvimos coincidencias, en el Consejo Nacional, Navarrete no sólo no los acompañó sino que defendió que Aguirre se mantuviera en la gubernatura para no perder su primera votación como presidente nacional del PRD, lo cual le hubiera dado legitimidad y no descrédito”, rememoró Encinas.
-¿El coincidió contigo?
-Sí, también en una plática personal que tuvimos. Y cuatro meses después le han apostado al silencio, a que se desgaste el movimiento, a que se pierda memoria. Hay una frase muy desafortunada de Navarrete que describe la estrategia que han seguido: ‘tenemos un muy buen control de daños’, lo dijo en una entrevista. No se trata de controlar los daños sino de restaurar los daños, de sancionar a los responsables
-¿Ese Consejo Nacional fue lo definitivo para definir su separación?
-Iguala fue lo definitivo, todo lo que ha estado girando en torno a Iguala. Ahora que tengo información por la parte de la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional, que conozco a través de las pláticas con muchos interlocutores el nivel de descomposición que existe.
-¿También Morena falló en Iguala?
-Ahí faltó una decisión más puntual. Lázaro Mazón en el momento que se nombra a José Luis Abarca como candidato a presidente municipal era miembro de Nueva Izquierda, su hermano fue el presidente municipal suplente, el mismo presidente de seguridad municipal de Abarca, lo fue de Mazón. Todo eso debió haberlo aclarado Morena y no solamente retirarlo como su precandidatura a gobernador de Guerrero.
“No veo ninguna responsabilidad de Morena en todo este proceso, porque ellos no participan en ninguna decisión de gobierno, pero Iguala afecta a todos los partidos en su conjunto. Eso se tiene que asumirse”.
-¿Incluso, afectó la relación de la izquierda partidista con la izquierda antielectoral?
-Así es.
-¿Tiene contactos con ellos?
-He tenido contacto, siempre he sido muy respetuoso con ellos, de atender los asuntos muy puntuales. Ellos tienen una visión totalmente distinta del trabajo legislativo, del trabajo partidista. Ellos están en la lógica de la instauración de un poder popular, de un proyecto más surgido desde las comunidades.
-¿Esta posición que ha adoptado ahora, podría facilitar la interlocución con ellos?
-No necesariamente porque ellos tienen su dinámica propia, sus propias instancias de organización. Ahí más bien tenemos que ser muy respetuosos.
“Me veo más bien involucrado en el espectro de esa izquierda desencantada con el espectro partidista, incluso con ciertos sectores que estuvieron cercanos al PAN. Creo que opciones ciudadanas como las de Enrique Alfaro en Guadalajara son muy representativas de cómo debe abordarse esta crisis.
“Hay que seguir de cerca cómo fue la elección a gobernador de Guadalajara y este movimiento ciudadano tan importante en la capital de Jalisco, que puede ser un referente muy significativo de las nuevas modalidades de participación ciudadana asociada a los partidos.
Crisis Global de los Partidos
-¿Su decisión forma parte también de un diagnóstico, de una tendencia nacional?
-Es local e internacional. El agotamiento de los partidos es internacional. El descrédito de los políticos es global. Los fenómenos en Europa hay que observarlos. Tienen, por un lado, nuevas expresiones como la plataforma española Podemos, pero también un resurgimiento de la ultraderecha porque no es la única opción la salida democrática. La otra opción es la salida conservadora, y en México no estamos muy lejos de que ello suceda. En la medida del debilitamiento del Estado, del mayor debilitamiento de la figura presidencial, puede conducir a una salida autoritaria o a un reposicionamiento de los grupos más conservadores.
La alianza que llevó a la reforma energética y a las reformas constitucionales fue una alianza de la derecha y de la más conservadora. No hay que creer que esta crisis nos va a conducir a un avance democrática. Al contrario, nos puede llevar a una mayor regresión del país. Hay que repensar todo. Al Estado, no solamente a la izquierda, y evitar que venga una salida de corte autoritario.
-¿Te ves como candidato de algo?
-No, absolutamente de nada. Quiero ser un puente intergeneracional. Ha llegado el momento de un movimiento generacional. En el PRI y en el PAN ha habido más apertura hacia los jóvenes….
-¡Pero qué jóvenes han llegado! ¡Como dinosaurios!
-Claro, jóvenes muy envejecidos en su pensamiento, en la tercera edad del pensamiento político porque son jóvenes que se formaron en los grupos de interés y en la partidocracia. No se formaron en la lucha social. Se formaron en función de la subordinación a un dirigente o a un grupo, por eso piensan como ancianos. Es un interés conservador. Eso también pasa en el PRD. Hay jóvenes que les interesa mantener su ingreso salarial.
Hay que formar una nueva generación con vocación
-¿Se ve como un político bisagra?
-Eso es muy difícil afirmarlo porque implica la aceptación de los demás. Estoy convencido que puedo tender puentes, con muchos dirigentes y con muchos dirigentes medios y militantes de diferentes partidos. Yo soy senador por el Movimiento Progresista. Llegué con una plataforma y una agenda legislativa de una coalición electoral y me asumo como tal. NO es demagogia. Lo asumo como tal. No voy a actuar en función del interés personal. Quiero ayudar a construir una nueva identidad colectiva.
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