Por Esto!
Ejecutivo dice borrón y cuenta nueva
Gilberto Balam Pereira
País en el que no pasa nada
No habrá más gasolinazos, bajará el precio de la energía eléctrica, no habrá cobros por llamadas telefónicas de larga distancia, 10 millones de familias dispondrán de televisión digital, apoyo para la recepción de la señal de la televisión digital, apoyo a jóvenes emprendedores de 18 a 30 años para la carrera de empresarios y apoyos agropecuarios a Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Encarrerado con su papel de bienhechor social, no mencionó ninguna palabra acerca de su contraproducente reforma fiscal que ha dejado en aprietos a los pequeños y medianos empresarios que han resultado damnificados con dicha reforma, que ha causado la salida del país de capitales al extranjero, la baja imparable de los precios del petróleo, medidas que en conjunto están propiciando un acelerado desempleo y subempleo, la agresión a la mesa y bolsillo de los trabajadores con la consecuente repercusión en la alimentación de niños y adultos, el alza de los precios de los productos básicos (porque no vamos a comer TV digital ni telefonemas de larga distancia), la miseria en los hogares y de allí sólo un paso al aumento de la violencia y al tráfico de drogas al que se ven obligados a ingresar los jóvenes “ninis”.
Ingresos inequitativos. De todo esto último, ni una palabra adujo el señor porque no sabe qué inventar al respecto, ni la más mínima idea de las estrategias reales para paliar el riesgo social y totalitario, así como la amenaza sempiterna o perenne de la inseguridad y paz a las que aspira con preocupación la sociedad.
Además, a la gente trabajadora le aumentan un miserable minisalario mientras la clase política se forra de aguinaldos y bonos de todo tipo a fin de año (ése sí es un buen fin) a costa de rapiñas al erario.
Con el auxilio de una calculadora electrónica obtuvimos como resultado que cada parásito legislador, por ejemplo, se embolsó la friolera de unos 406 mil pesos entre aguinaldo y otras prestaciones de fin de año. Estos son los consentidos del Ejecutivo, entre los que se incluyen además a los fascistas de la SCJN y los esbirros Secretarios y sus equipos de las inútiles dependencias gubernamentales.
En cuanto a los ingresos de los altos jefes de las Fuerzas Armadas y del Ejército, ésa es una de las informaciones más opacas de la administración pública.
Sí se puede. En su oportunidad, nuestro diario POR ESTO! dio una puntual y amplia información sobre lo que una colectividad unida y con conciencia de su derecho a la libertad puede lograr, rebelándose contra las expresiones fascistas del poder, sin importar la negligencia y oportunismo de los “representantes de elección popular” y de los partidos que ningún papel representan en estas lides populares.
En términos breves diré que habitantes y miembros de autodefensa participaron al grito de ¡que salga el Ejército! en manifestación y plantón para exigir la salida del Ejército del municipio de Ayutla de los Libres (Costa Chica) Gro., con el argumento de que los militares generan tensión, además de que no respetan los derechos humanos y la libertad de tránsito. Después de varias horas de un enfrentamiento pacífico, los militares se retiraron del lugar y volvieron a su cuartel de la amplia región y los manifestantes se retiraron. ¡Bravo! ¡Qué lindo! expresó este tecleador.
Y los legisladores de “elección popular” y los partidos ¿por dónde se andaban? Me preguntaba. Pos grillando sobre sus intereses personales y de partido.
Después de avanzar sobre la carretera Ayutla-Cruz Grande, se dejó venir una plaga de soldados, verdaderas langostas destructivas como los insectos que nos invadieron terriblemente una tarde reciente. Fusiles, toletes, auxilio de la Policía Federal que en todas partes meten las narices a sabiendas que tienen la bendición del jefe máximo de la nación.
En desventaja marchaban los padres de familia de Ayotzinapa, guardias de la Unión de Pueblos y Organizaciones de Guerrero y la fracción de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, todos desarmados, sólo con la entereza de la razón y la justicia social.
La presión de los manifestantes contra el Ejército aumentaba. El Jefe de la Zona Militar acudió para amedrentar y amenazar a los que protestaban por hostigamiento constante de los militares en la región y estaban dispuestos a no dar marcha atrás. Encabronamiento de este Jefe Militar que se dedicó a insultar y ofender a los marchistas.
Para no hacer más largo el cuento. El Subsecretario de Gobernación, Luis Felipe Miranda, previendo mayores y sangrientas posibles consecuencias giró órdenes de que se mantuviera la calma y los militares se vieron obligados a retirarse.
Fue un total triunfo de valentía y riesgo cruento de la población ante las continuas provocaciones de la soldadesca.
Mientras tanto, los legisladores no se movían esperando sus aguinaldos, haciendo planes para el despilfarro; y los partidos inmóviles con la consigna de no provocar rupturas con el equilibrio de la paz además de estar contando firmas para su gran objetivo: ganar lo más, con el menor esfuerzo y riesgo.
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