jueves, 6 de agosto de 2015

Ahora sí, la tercera sea la vencida

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
El retorno de AMLO
Ricardo Monreal Ávila
Si la suerte de la fea la bonita la desea, el posicionamiento de López Obrador (AMLO) rumbo a la elección presidencial del 2018 debe ser objeto de envidia de varios políticos “guapos” que están apuntados para buscar la presidencia de la República.

El pasado mes de julio coincidí con AMLO en un vuelo Ciudad de México-Tuxtla Gutiérrez. Íbamos a apoyar las campañas de los candidatos de Morena en el estado de Chiapas. Fiel a su costumbre AMLO viajó en clase turista, enfundado una guayabera blanca y un sombrero de paja, sentado en una ventanilla. Pocos se percataron de su presencia durante el vuelo, pero al estar en la sala de espera del equipaje, sin el sombrero de paja, uno a uno los pasajeros del vuelo se acercaron a saludarlo y a tomarse unas selfies con él. Yo conté casi 50 pasajeros, la mayor parte de ellos jóvenes, quienes le brindaron palabras de aliento y apoyo. Al decir de sus acompañantes, escenas similares son cada vez más frecuentes en los recorridos y plazas públicas que visita el dirigente de Morena los fines de semana.

Habrá quien piense que aún es muy temprano para hablar de la sucesión presidencial del 2018, y que “no por mucho madrugar amanece más temprano”. Pero también es cierto que “al que madruga Dios le ayuda.

Estas consideraciones son de actualidad, dada una encuesta publicada el pasado domingo por el Grupo Reforma, donde abre el juego de la sucesión presidencial del 2018. Como suele hacerlo al acercarse la segunda parte de un sexenio, el diario publica la primera encuesta para la carrera presidencial del 2018. “Inicia AMLO adelante”, con 42% de las preferencias entre ciudadanos, seguido de Margarita Zavala 28%, Miguel Mancera 25%, Jaime RodríguezEl Bronco” con 19% y Miguel Ángel Osorio Chong con 18%, entre los aventajados.

Un dato adicional relevante: Morena, el nuevo partido de AMLO, es el segundo partido mejor posicionado, con 18% de intención de voto, frente a un PRI y un PAN empatados en 23%. Por si fuera poco, en todos los careos o escenarios de posibles contendientes para el 2018, el AMLO ignorado, marginado, vilipendiado y masiosare “populista mesiánico”, obtiene una holgada ventaja que va desde 9 hasta 15 puntos.

La conclusión del estudio del diario (que nadie en su sano juicio calificaría como lopezobradorista), es puntualmente impecable. “Actualmente no hay nadie mejor posicionado que AMLO rumbo al 2018. Pero la carrera es larga y con obstáculos”.

Hace 12 años (lunes 8 de septiembre del 2003), el diario Reforma desplegaba el siguiente titular: “Aventaja AMLO hacia 2006. Su encuesta reportaba 37% de intención de voto para López Obrador, 23% para Santiago Creel y 20% para Roberto Madrazo, mientras que “ninguno” era de 7% y “no sabe” 13%. Aunque también advertía que, por partidos, la preferencia era otra: PAN 29%, PRI 22% y PRD 16%.

En aquel año, AMLO, además de ser el gobernante de la capital de la República, era un político popular (83% de aprobación, con 7.7 de calificación), acababa de darle carro completo al PRD en la Asamblea Legislativa y el triunfo en 14 delegaciones en julio de ese año, mientras que sus programas sociales y las obras viales ya se escuchaban en el resto del país. Mejor, imposible.

Vendría después toda una operación de Estado para desbarrancarlo: videoescándalos de corrupción, recorte de partidas federales en la capital de la República, los señalamientos de “populismo mesiánico” y el proceso de desafuero mancomunado PRI-PAN, que culminaría con la campaña de “un peligro para México”. Una larga guerra de lodo y golpeteo que inició en enero de 2004 y concluyó en términos mediáticos en diciembre de 2006: casi 36 meses de sobreexposición. Así se incubó y se inoculó la Amlofobia.

Las vueltas que da la vida. Sin cargo público de por medio; con una exposición mediática o informativa prácticamente nula; ignorado por los grandes noticieros electrónicos; con discretos recorridos semanales a ras de tierra que, si se anuncian, es mediante perifoneo o volantes fotocopiados; y con una Amlofobia inoculada y cultivada en el inconsciente colectivo, López Obrador tiene una preferencia electoral ¡5 puntos mayor! a la que reportaba hace 12 años, en su mejor momento como jefe de gobierno. Para dimensionar esta cifra: hoy somos 16 millones de mexicanos más que en 2003, con un padrón incrementado en 14.5 millones de nuevos electores.

Y vaya si habrá obstáculos. Ya se están fraguando: desde una segunda versión de desafuero, como el juicio que pretende promover el PRI en el INE por presuntos “actos anticipados de campaña” y “exceso de gastos, hasta la inmadura comparación con Nicolás Maduro que hacen algunos panistas (ya se les murió Hugo Chávez). “El peligro para México” seguramente será reeditado como “el peligro para tu empleo y tus ahorros”. Pero pocos se tragan dos veces un mismo anzuelo.

Algunos dirán que AMLO está de regreso. La verdad es que nunca se ha ido. Liderazgos políticos de esta especie, con raíces y alma social, fraguados en terracería, ya no existen en el país.

Sólo falta que cada vez más ciudadanos se den cuenta que lo de AMLO no es una obsesión, sino una claridad de visión; no es una fijación, sino una vocación; y no es una necedad, sino una necesidad de cambio, para que ahora, la tercera sea la vencida.

ricardomonreala@yahoo.com.mx
Twitter: @ricardomonreala


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