¿El piloto-Peña ya dejó todo en su copiloto-Videgaray?
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- Dicen que como Fox, Peña nada quiere saber de lo que pasa en el país donde no ha solucionado los problemas de su competencia, y se multiplican las voces que demandan su renuncia. Y que como Fox, también le exige a su secretario de Relaciones Exteriores que le consiga viajes a donde sea; y mientras que lo mantengan encapsulado sin enterarle de nada y menos de las malas noticias. Sabe que después de las elecciones irrumpirán con más fuerza las consecuencias del desastre económico causado por su política económica neoliberalista que empobreció más a los pobres, y no resolvió el desempleo y la sangrienta inseguridad por la cada vez más retadora delincuencia, que tiene bajo terror a casi las tres cuartas partes del país, donde los mexicanos sobreviven víctimas de secuestros, desapariciones forzadas, feminicidios, etc., y un golpe militar-policiaco que no se da abasto para, al menos, contener esas embestidas. Pero Peña se ha escondido asustado de lo que generó su papel de piloto, y sólo aparece en reuniones con empresarios bajo un cordón de soldados.
II.- Ya –se dice– dejó todo en manos de su copiloto Videgaray. Éste es quien manda en todas las ramas del presidencialismo, auxiliado por Aurelio Nuño, Osorio Chong, el almirante y el general de Marina y la Defensa. Pero Videgaray sabe que no le conviene estar marginado de la sucesión y sin otro peñista que pueda ser heredero; y que después de las elecciones donde el PRI-Verde no obtendrán ni 200 diputados federales y con César Camacho de coordinador, provocarán la crisis en el Congreso, los demás partidos harán alianzas apostando al caos en los poderes federales. Cuando estuvo Peña en función de piloto y, con los aires en contra de la baja petrolera y la devaluación del peso, la nave estatal apenas sobrevoló. Ahora no hay piloto; y al copiloto Videgaray no le queda otra que el suicidio político. Por lo que entre veras y bromas, circula lo de: “¡Videgaray, Abre la maldita puerta!”. Esto nos lleva a la superinflación, la escasez de productos, pérdida del poder adquisitivo del salario y brotes de rebelión social.
III.- “La cuestión es la de saber quién manda. Eso es todo”, dice Lewis Carroll (1832-1898). Y eso es lo que está en cuestión. Todo parece indicar que ante su fracaso, el piloto-Peña abandonó ya los deberes de la navegación y se fue a refugiar al sanitario, dejando que el copiloto Videgeray asuma la presidencia. Y lleve al país a un mayor desastre económico que plantea la alternativa: el pueblo se somete o se rebela, para exigir cambio de rumbo y relevo, previa renuncia de estos dos, si es que todavía se puede maniobrar para un aterrizaje menos costoso socialmente. Pero, habrá desempleo y más recortes de personal; aumento de precios, asaltos a tiendas y trasportes de mercancías y manifestaciones violentas con represiones policiaco-militares. Estamos en vísperas de una crisis política general provocada por la crisis económica y el malestar del pueblo que está a punto de consolidar el golpe militar, o que la democracia representativa ceda a la democracia directa. Mientras, el que manda es Videgaray.
cepedaneri@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario