El INE, el Verde… la decepción
Durante meses, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) le ha visto la cara a la institución que, supuestamente, tiene la misión de “contribuir al desarrollo de la vida democrática, garantizando el ejercicio de los derechos político-electorales de la sociedad a través de la promoción de la cultura democrática y la organización de comicios federales en un marco de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad”.
En los hechos, la misión del INE ha sido cabalmente incumplida. En cambio, el Verde, apoyado en su padrino el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que actualmente tiene el poder federal y, al parecer, también el poder de trastocar las leyes, ha violado sistemáticamente la legislación electoral, incluso burlando la autoridad del Instituto, que poco ha hecho para ejercerla.
Encima, la grabación que exhibió a Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del INE, en una plática en la que se burla de los indígenas de México y donde el Doctor por la Universidad de Turín muestra un nivelazo de léxico y calidad humana, pone aún más en entredicho la calidad moral de algunos consejeros para conducir las elecciones en un país que atraviesa por una de las peores crisis de desconfianza hacia las instituciones públicas.
Ayer, a 18 días de que se lleve a cabo la jornada electoral intermedia, en la que se elegirán a nueve gobernadores, así como a legisladores y autoridades municipales, un estudio reveló que prácticamente todos los mexicanos tienen una alta desconfianza a las instituciones del Estado por la corrupción, y de todas ellas los partidos políticos son a los que se le tiene más recelo: el 91 por ciento de la población no confía en ellos.
Los resultados del estudio “México: anatomía de la Corrupción”, elaborado por María Amparo Casar Pérez, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), de la mano del Instituto Mexicano para la Competitividad AC (IMCO), plantean que estos grados de desconfianza son preocupantes ya que están depositados en los organismos que, en teoría, son los pilares de la democracia representativa, sistema con el que sólo el 27 por ciento de la población se siente satisfecho.
Otro dato de la investigación revela que el 83 por ciento de los mexicanos no confía en sus legisladores, y el 80 por ciento tiene recelo en las instituciones del sistema judicial.
“El desprestigio de los partidos políticos no es sólo producto de la corrupción, sino que es un fenómeno que responde a diversos factores, pero es muy preocupante que estas dos instituciones (partidos políticos y cámaras legislativas) sean las más desprestigiadas. Al ser las más cuestionadas por la ciudadanía, podríamos estar muy cerca de una crisis social e institucional muy seria […] No sólo se trata de exhortos a la cultura de la legalidad o al comportamiento ético que nos deben nuestros representantes populares, sino una cuestión de sobrevivencia del Estado mexicano. Los candidatos que quieren ganar las elecciones, ganar el poder, deben darse cuenta que la corrupción es algo que está valorando la ciudadanía”, comentó Casar Pérez.
Pero ante todas las evidencias y testigos, un partido como el Verde se pasa por el arco del triunfo cualquier señalamiento, e incluso reta a la autoridad, porque ésta se lo permite, repitiendo la dosis de ilegalidad que se le ha venido cuestionando desde hace meses. Eso, claro, lo puede hacer, porque el INE, como otra vez mostró ayer, es incapaz de aplicar una sanción ejemplar, y cortar por lo sano: sacar de las boletas, y sobre todo del presupuesto público, al PVEM y a todas la rémoras que ya por décadas han comido del dinero de todos los mexicanos.
La decepción es grande. Del INE se esperaba mucho más. Pero hoy, luego de una sucesión de hechos vergonzosos, esa autoridad sigue sin someter la corrupción y las prácticas ilegales de los partidos, que por la impunidad que promueven desde sus presidencias y desde el Congreso, se han ganado a pulso ser la institución menos confiable en México.
(SINEMBARGO.MX)
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