¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Sin palabras
María Teresa Jardí
La nota dice: “Plagian a una militante priísta en Puebla”. Me pregunto ¿qué importancia tiene que haya sido del PRI o incluso que fuera del verde, azul, amarillo, naranja...? Qué importancia tiene que sea “narco” o “policía” o “soldado” el asesinado. ¿Acaso no son antes que nada seres humanos? Qué importancia tiene la ideología ante lo que son crímenes cada vez más atroces incluso porque se suman al genocidio IMPUNE que en contra del pueblo mexicano se está cometiendo. Genocidio en manos de varios ejércitos que por las calles campean como si eso fuera lo normal. Lo anormal, convertido en normal, por traidores, que por dinero insisten en vender, a sabiendas que ni lo es ni va camino de ser, a México como una democracia.
Un secuestro más de una jovencita de 19 años, estudiante de sicología de la Universidad Autónoma de Puebla, del que se informa que los padres pagaron, “lo que pudieron reunir”, de lo que pedían los que se convirtieron en delincuentes atroces asumiendo que la impunidad es regla.
En criminal se va convirtiendo a la sociedad por el sistema que a la mexicana se aplica vendiendo de mil maneras que la impunidad es la regla.
Al parecer, dos empleados de intendencia del IMSS y el hijo de un ex funcionario del INM (Instituto Nacional de Migración). Con el agravante de haber cobrado el rescate cuando ya había sido asesinada la hija de otros padres, que se suman a los cada vez más agraviados padres, por esos, u otros, gañanes. Confiar en la justicia en México es como hacerse la ilusión de que Juan Molinar Horasitas se habrá encaminado directo al Averno por su mediocridad criminal al haber aceptado entre otras cosas convertir las guarderías en negocio de las familias de los que desgobiernan al país.
En fin... El tema por supuesto es la masacre del día. Está vez le tocó a Tanhuato, Michoacán, ver correr la sangre de sus hijos y poner los muertos.
Pero... en la misma página del diario debajo de la nota antes comentada, se informa que la madre de Cristopher Márquez Mora, asesinado con una brutalidad que sólo se entiende en una sociedad convertida en enferma, por otros niños que no conformes con secuestrarlo, lo torturaron antes de asesinarlo o para asesinarlo. Se informa que la madre se pone en manos de los abogados de la esperpéntica Laura Bozzo y que además vende la historia de su hijo a esa delincuente. Y no cabe más que pensar que desaparecida está la capacidad de asombro. Lo que sin duda tiene que ver también con el exterminio del derecho a la información que se ha ido garantizando a base de generar una incultura política que espanta por decir lo menos. ¿No sabe la madre del infante muerto, por otros niños producto de una sociedad enferma, de un país en manos de pirados sin retorno ni remedio, quién es la Bozzo? Lo más probable es que no tenga ni idea de sus nexos con el milico criminal peruano que en millonaria la convirtiera.
De ahí la venganza contra Carmen Aristegui que, en el peor de los casos, no tenía porqué escuchar quien no quisiera oír el monotema al que era tan afecta Carmen. Pero bien comprados los dueños de la emisora —- que segura estoy que perdió a los radioescuchas —- le cumplieron el capricho a Peña y ahora finge hasta la CNDH que “horroriza” la grabación de la conversación del “no mames” que igual fue pactada para encubrir que los Tlatlaya se reproducen como estampas de la Virgen, vendida su reproducción, como producto, a los chinos. Tienen prisa de matar a todos.
Tocó la masacre en Tanhuato, Michoacán, donde los primeros informes dejaban en claro que los asesinados eran civiles. ¿Y no son civiles también los narcos? Y si eran narcos ¿por qué no estaban presos? ¿Y por qué la ejecución extrajudicial también es regla? ¿Y por qué no dejan en todo caso en paz a “El Mencho”, que seguro es menos malo… ¿Y por qué? ¿Y por qué? Y... ¿Por qué se ha llegado al punto de aceptar como “normal” hasta la venganza de los ejércitos que se encuentran en la calle?..
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