Tecnócratas renunciaron a la soberanía

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
“Reforma Energética”: pesadilla de terror y miseria

Ricardo Andrade Jardí

Aunque ya se había anunciado una y otra vez por las voces más sensatas y preparadas del país que la reforma energética, que tiene poco de reforma y mucho de entrega, se revela, como lo que es en realidad, ante la caída del precio del petróleo y cuando el maquillaje ya no alcanza para seguir fingiendo, no cuando menos más allá de la caja idiota de la telebasura, y el panorama del futuro que se vislumbra, ante la revelación, no deja de ser aterrador. 

Los adiestrados tecnócratas han entregado la seguridad energética, renunciando a la soberanía nacional, para que los grandes saqueadores del mundo se lo lleven todo. En tanto PEMEX la empresa paraestatal que más de 30 años de neoliberalismo y corrupción no pudieron quebrar, es desmantelada de la peor forma. 

PEMEX convertida en “empresa productiva del Estado”, se le ha desangrado para que no pueda ser competencia para los grandes consorcios transnacionales, que no solo no generarán nada de lo mucho que los mediocres administradores de la tecnocracia, que nos desgobiernan, presumieron durante los dos años anteriores, sino que ya amenazan con llevarse todo lo que es nuestro; y lo harán, además, con el respaldo de sus guardias paramilitares que ya se distribuyen por todo el país, con la venia de los mafiosos y cerdos “políticos” que se llenan sus bolsillos con las limosnas que estas empresas les arrojan por su magnifica actuación en el despojo contra una sociedad extraviada en el obligo de su pantanoso confort, en la enajenación ego-centrista de las redes sociales y en la inmovilidad arraigada por años de una educación telebasura impuesta por años de corrupción sindical e inyectada con décadas de Chespirito y Chabelo.

PEMEX se prepara para despedir a miles de trabajadores que ingresaran a la lista de la informalidad y el desempleo, en el mejor de los casos, pues no hay que olvidad que el negocio por excelencia del neoliberalismo, es decir el narcotráfico y sus ramales degradantes, reclutan con rapidez desempleados y desertores. Y es presumible ante la degradación del sistema político mexicano que muchos de esos próximos desempleados terminarán en lo antes mencionado o como trabajadores de quinta en las transnacionales a las que el PRI, PAN, genéricos y similares, pretenden entregarles la riqueza del país.

El retroceso político después de 12 años de panismo y la imposición Monex-Soriana-Televisa del PRI más decadente, sumado a la inmovilidad de acción de la intelectual clasemediera, nos pinta un paisaje desolador del que, de seguir en este rumbo, tardaremos décadas en poder despertar de la pesadilla de terror y miseria que se ciñe sobre lo que fue alguna vez el sueño mexicano de conquistar una república democrática de derecho, por la que tantos hombres y mujeres, iguales a nosotros, dieron su vida...