Por Esto!
El miedo que le tienen a AMLO
María Teresa Jardí
Conocido es por los que tienen más o menos mi edad, por nuestros hijos y sobrinos e incluso por muchos de los nietos y del resto de familiares, que en el 68 por habernos atrevido, universitarios y politécnicos de la mano a salir a la calle, en demanda de la desaparición del criminal cuerpo de granaderos, exigiendo la derogación del delito de disolución social -convertido hoy en terrorismo— y sumando la liberación de los presos políticos. Conocido es para los participantes, vecinos, maestros y amigos y por los que desde calles y puertas y balcones y ventanas aplaudían el paso de las manifestaciones del Movimiento Estudiantil de 1968, que los estudiantes, que se salvaron de la masacre del 2 de octubre.
Conocido es por los que tienen más o menos mi edad, por nuestros hijos y sobrinos e incluso por muchos de los nietos y del resto de familiares, que en el 68 por habernos atrevido, universitarios y politécnicos de la mano a salir a la calle, en demanda de la desaparición del criminal cuerpo de granaderos, exigiendo la derogación del delito de disolución social -convertido hoy en terrorismo— y sumando la liberación de los presos políticos. Conocido es para los participantes, vecinos, maestros y amigos y por los que desde calles y puertas y balcones y ventanas aplaudían el paso de las manifestaciones del Movimiento Estudiantil de 1968, que los estudiantes, que se salvaron de la masacre del 2 de octubre.
Sabido es que los estudiantes y hasta hacedores de churros que fueron detenidos y convertidos en presos políticos fueron acusados de todos los delitos del código penal.
Acusados de “homicidio contra agentes de la autoridad”. Señalados por los mismos porros usados hoy por los que desde entonces tomaron la decisión de no soltar el poder y se convirtieron en mafiosos.
Acusados sin haber asesinado a nadie y sin portar armas para poder ni siquiera pensar en asesinar a otro.
Aquel dos de octubre que no se va a olvidar. Demostrando están los miembros del Comité del 68 que sobreviven que no se puede olvidar. Y, por eso, en virtud de la memoria que nos quieren cancelar del todo, han sido incluidos en el Memorial de la Memoria los nombres de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa: asesinados, desollados y desaparecidos forzados, por policías y milicos, como fueron asesinados el dos de octubre otros estudiantes que en medio de una fiesta buscaban más democracia y menos represión. Asesinados por el batallón Olimpia armado hasta los dientes. Impunes todavía. Aunque la verdad sea dicha a algunos de los implicados en ese crimen documentado por la historia; la vida se los ha cobrado con creces.
Acusados también, los que no asesinaron el dos de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, en un operativo en el que hoy es fácil suponer que intervino la CIA, de “intento de asesinato contra “agentes de la autoridad”. Todo el Código Penal les imputaron. Se trataba de desacreditar. Más allá de que por lo visto dictada desde entonces estaba la condena contra el pueblo de México.
Desacredita, que algo queda, aprendieron bien la lección los sucesores del Excelsior de entonces que callando lo que ocurría, propició la llegada al 10 de junio y a partir de la nueva represión estudiantil echeverrista se dio inicio a la guerrilla urbana sumada a la que ya existía en lugares desatendidos en manos de maestros también calumniados aunque para la historia se hayan convertido en héroes.
Calumnias que continuaron en contra de los que fueron asesinando. Lo mismo que hacen ahora con los muertos de partidos no convenientes para continuar con lo que quede, si algo queda, del erial en que están convirtiendo al país traidores a la patria que hasta a los yanquis alucinan.
Hay quien cree, de buena fe, que no votar es hacerle el juego al PRI. Si el voto fuera útil para algo sería delito y se perseguiría a los electores como terroristas.
El PRI va a ganar porque el fraude está legalizado. Porque es esperpéntico el Tribunal Electoral. Porque el INE nació muerto llevándose con él al Averno a lo que quedaba de IFE.
Con lo que sí coincido, con los mismos camaradas, con los que difiero por lo que toca a la necesidad aunque sea de anular el voto, es que el PRI lo tiene todo perdido. Y en que les asusta la posibilidad de que AMLO llegue en el 18. Tercos que somos los votantes. Y en que no quieren que MORENA, con sus muchos peros nada menores, se alce con alcaldías y diputaciones en el legislativo que necesitan a modo de la infamia que con México se comete sin rubor ni medida.
De la manga se sacan seis averiguaciones contra el candidato a alcalde de Morena asesinado en Michoacán. ¿Si tenía tantas averiguaciones abiertas por qué no estaba preso? ¿Porque aquí las cárceles son para pobres y no para delincuentes?
El miedo que le tienen a AMLO les sale hasta por los poros, se alcanza a oler, se ve, se siente, y sí debería cuidarse Andrés Manuel porque un muerto más o uno menos los tiene sin cuidado y como son tan incultos no se dan cuenta de que en algunos casos es mejor no querer ver el resultado.
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