México, convertido en laboratorio yanqui

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

Infamia

María Teresa Jardí

Si la humanidad subsiste, al feroz capitalismo que —con la venia de Europa— en América Latina y de manera particular en México, convertido en laboratorio del imperio yanqui, el más maldito de los imperios, se aplica de manera canalla, al punto de que el exterminio se ha convertido en regla, documentará lo que aquí ha sucedido y se horrorizará hasta el encargado del Averno. 

El desprestigio como regla de actuación de la política, degradada al punto de permitir a Televisa, el poder de facto manejado por narcotraidores al servicio los yanquis, imponer una dictadura en manos de asesinos analfabetas programados como entes sin cultura.

Los tres poderes se encuentran en manos de corruptos que han tornado en lodazal la vida del pueblo mexicano y al frente del cuarto (INE) se puso a un cobarde. 

Las instituciones, desarmadas en su estructura ética, encabezadas por superfluos que se sienten dioses, sin darse cuenta de que, en el mejor de los casos, con benevolencia, son vistos en el mundo como payasos. Mientras que el pueblo mexicano, que aún razona, los sabe sus enemigos. 

Enemigo es quien elige ser traidor a la patria donde ha nacido. 

En materia de educación, en esperpéntica se ha convertido a la misma. Se le bajó y bajó a la enseñanza y se fueron enterrando los contenidos que son parte de la historia. Se canceló la enseñanza del civismo y somos el pueblo con menos cultura cívica del planeta. Se acabó con la enseñanza de la geografía para cortar de raíz la sapiencia de lo que ocurre en el Sur para los del Norte y de lo que pasa en el Norte —que se asume como panacea- por los que habitan el Sur. 

Se impusieron corruptos como líderes sindicales y se usó a los medios a modo para difamar a los obreros y trabajadores que continuaban luchando por sus derechos. 

Se degradó del todo a la política y el INE da hoy buena cuenta de que hasta el Verde se encuentra por encima de las instituciones desarmadas del todo en su estructura ética. 

Se permitió que se establecieran en las afueras de las Juntas de Conciliación y Arbitraje golpeadores que los patrones contrataban para romper las huelgas o para lo que se ofreciera. O peor aún, se les llevó ahí por la “clase empresario/política” que, convertida en mafiosa, hasta en esos detalles se manifestaba desde que se tomara la decisión de acabar con el pueblo mexicano. 

Se corrompieron los partidos desde la cabeza y hoy se informa que solamente los que tienen vínculos con el crimen organizado aspiran, bajo las siglas del que sea, a convertirse en alcaldes. Y si alguno hay menos comprometido se le mata y se deja —como el resto— impune el crimen. 

La impunidad tornada en regla incluso por cuestiones logísticas. Desaparecida está también la capacidad de encarar lo mucho que se ha dejado de hacer. Imposible dar respuesta a lo mucho que impune se acumula. 

Se mandó al cementerio nacional la ideología y la corrupción ocupa el lugar de lo que antaño era la izquierda. Más allá de que hasta la derecha pone límites a la ultra derecha en otros lugares e incluso las hijas se deslindan de padres, que son aún peor que ellas o a la inversa, como está ocurriendo, en este momento, con los Le Pen, en Francia.

Se corrompió al sindicato de maestros y hoy se difama a los mentores desanimando a que nadie quiera ser maestro. Les asusta la cultura y se usa al cartel que encabeza Televisa, promotor de la pornografía que ayuda a los jóvenes a convertirse en sicarios, para llamar a los maestros: flojos, guerrilleros, deseducadores... 

Se desprecia a la mujer, como si de huevo de gallo hubieran nacido los que manejan el país, y se asesina sin pudor y maltrata con saña inaudita a las hijas y madres de otros condenados como ellas a la desaparición. Una infamia, que al mundo horroriza, porque ya se empieza a documentar, lo que con México, por traidores, se ha decidido hacer.