jueves, 21 de marzo de 2013

A quién beneficiaría la visita de Bergoglio?

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Diario Libertad 
Invitamos al padre Maciel
Tomás Mojarro 

Pedimos a Su Santidad que visite nuestro país. México es un pueblo predominantemente católico y seguramente a los mexicanos les daría mucho gusto ver y tener muy de cerca al Papa". (Peña durante su visita a El Vaticano.)

¿Y qué tan pronto tendremos entre nosotros al Papa de Roma? ¿Con Francisco más beatos, más santos, más entrevistas con los empresarios y un país más cargado a la derecha? ¿Su primera visita tendrá puntos de contacto con la postrera de Juan Pablo II? Poco tiempo de vida le restaba al polaco cuando lo anunció el obispo Onésimo Cepeda:

- Lo acabo de ver en El Vaticano, y la verdad, pues lo vi muy malito, pero sacará fuerzas de flaqueza y vendrá a nuestro país a canonizar a Juan Diego. Creo que hay Papa para rato. Por lo menos para lo que nosotros necesitamos, que es un mes y medio.

Y una vez confirmada la visita de Karol Wojtyla el vocero de la Arquidiócesis mexicana: "Para los gastos por la visita de Juan Pablo II nos hemos apoyado en las escuelas y agrupaciones de los Legionarios de Cristo. Ya hemos invitado al padre Maciel. El Papa no nos cobrará por la celebración de la misa, ni los cardenales que lo acompañan. La misa de canonización de Juan Diego costará a la Iglesia lo que salga del recibo de la luz. Los camiones y todo eso corre a cargo de las empresas. Ellas patrocinan todo eso".

Lucas, evangelista: ¡Ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios!

Y hablando de ellos: “Se convocó a los empresarios a participar con donativos en la realización del viaje pontificio”. Guillermo Ortiz, vocero del comité organizador de la visita papal:

- No sé por qué algunos miembros de la iniciativa privada no consideran costeable invertir en la gira del Pontífice. Hago un llamado a que los empresarios participen en este acontecimiento que es de la Iglesia mexicana, pero que tiene su repercusión para la vida de México y para la imagen de México ante todo el mundo.

En mayo de 1990, de hinojos ante Juan Pablo II, se manifestaron diversos empresarios mexicanos. Un tal A. F. de Castro, hombre de empresa:

- Su Santidad: los empresarios deseamos el bienestar social de todos los que dependen de nosotros. Creo que los empresarios somos un medio del que Dios se vale para la administración de la riqueza temporal

- Yo, Su Santidad, (un E. García Suárez, de la Conf. de Cámaras de Comercio) soy partidario de un capitalismo popular que, como la imagen de María, se intuye y se preanuncia. (Válgame.)

G. V. Madero, empresario: “El Papa nos deja un paquetón. Claro, Su Santidad habla de lo que debería ser, no de lo que es en la realidad. Gracias a Dios, la visita papal redituó una ocupación hotelera del 100 por ciento".

Y un Patricio Martínez, dirigente de comerciantes:

- Su Santidad el Papa vino a reafirmar lo que nosotros ya sabíamos como doctrina social, tal como lo expresó el propio Juan Pablo II en torno al capitalismo, al lucro exacerbado, al amor del dinero y a la mala retribución al trabajo e injusta distribución de la riqueza. De alguna manera, nosotros ya la practicábamos, porque nosotros no defendemos el individualismo egoísta que algunos practican porque siempre hay abejas negras (sic). No, Su Santidad no dijo que el dinero sea malo, lo que pasa es que, por supuesto, no lo podemos amar al mismo nivel que todos los empresarios amamos a Dios.

Ayer Wojtyla, y los empresarios. Ahora Francisco y "los pobres". (Dios.)

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