La reconocida voz de José Gutiérrez Vivó vuelve a sonar por las ondas radiales, en una entrevista donde el periodista mexicano nos cuenta cómo ha sido su experiencia alejado del micrófono que por varias décadas fue su fiel compañero en el programa “Monitor”.
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"Entre mis ex compañeros, apenas he recibido tres llamados para saber si sigo vivo"
Durante años, José Gutiérrez Vivó fue la voz de su país, pues su matutino radial “Monitor” fue el más popular de México durante sus más de treinta años de existencia hasta que en 2007 fueron finalmente suspendidas las transmisiones. Su particular estilo, directo e irreverente, le valió alianzas y múltiples desencuentros; entre el éxito comercial hasta la quiebra de su empresa, desde el apoyo popular hasta el rechazo de sus ex trabajadores que quedaron con sueldos impagos, el nombre de Gutiérrez Vivó forma parte del ADN mexicano.
Hoy reside en Estados Unidos y hace un tiempo que está alejado del micrófono que durante tantas décadas fue su más cercano amigo. Tal vez por eso quiso hablar de todo un poco, como si tuviera bastante acumulado y contenido, en esta conversación radial que tuvo con Rubén Luengas, transmitida en el programa “Contragolpe” de radio KPFK (Click aquí para escuchar programa completo):
Rubén Luengas: ¿Fuiste censurado en México? En tu último “Monitor” acusaste que el programa no estaba enfermo, sino que lo mataron, ¿cuál fue el conflicto?
José Gutiérrez Vivó: Los problemas comenzaron desde los inicios, cuando estaba como presidente de la república Luis Echeverría Álvarez (...) hay muchos testigos vivientes de estas circunstancias. Lo primero que hice cuando ingresé a la empresa “Radio Programas de México”, que era propiedad de la familia Serna, voy a Los Pinos para hacer la presentación de un nuevo medio, en este caso de “Radio Red”, entonces me acuerdo que me recibió un hombre que era el Director de Comunicación Social, Mauro Jiménez Lazcano (...) me cuestionó sobre todo lo que él quiso preguntar y le dije que necesitaba que el programa estuviera presente en los eventos que ocurren en presidencia, porque cosas buenas, regulares y malas ocurrían (...) y me contestó que no, “aquí solamente se acreditan a los diarios, revistas y televisión”, dijo, pero la radio no es acreditable (...) finalmente, para compensar su negativa, cuando salí de su despacho, una de sus asistentes me entregó una canasta con toda clase de dulces mexicanos, una atención del licenciado. Yo le dije que no, que no tenía caso (...) Nunca acepté favores ni regalos. No estábamos allí para recibir cualquier tipo de atención, de dádiva (...)
¿Y qué pasó con Fox?
El señor Fox, después de unos dos o tres años comienza a darse cuenta de que “Monitor” era un programa que expresaba su opinión, y Fox es una persona que no le gusta que le contradigan, es un hombre que desafortunadamente no tiene la preparación académica para hacerse cargo de un país (...)
El señor Fox dio la indicación a la comunidad publicitaria de México, que no quería ver ni un sólo anuncio en “Monitor”, en otras palabras una “asfixia económica” (...) entonces empieza a ocurrir que los ingresos se reducen, y por una circunstancia política importante, le llamé por teléfono para solicitar una entrevista a la mañana siguiente, cosa que venía haciendo durante los primeros tres años de su adminitración. Recuerdo que me contestó su secretario y dijo que el presidente no daba entrevistas a estaciones radiales de onda AM (...)
Cuando fue candidato al gobierno de Guanajuato, el señor Fox me estuvo esperando 45 minutos en una gasolinera porque iba tarde. Se puso sus moños después, pero antes podía esperar a un periodista bastante tiempo...
Así es. Bueno, aquí es cuando nos sacaron del aire: sucedió que cada tres meses, el jefe de gobierno y el gobernador del estado de México asistían a “Monitor”, y tenían dos horas, sin interrupción, cero comerciales, para que pudieran conversar con el público sobre problemas urbanos, cero política (...) Allí ellos hacían un compromiso de avisar a “Monitor” dos semanas después por escrito que habían resuelto el problema urbano. Estuvieron varios gobernadores, el último fue Enrique Peña Nieto, allí estuvo sentado muchas veces, y otro también fue Andrés Manuel López Obrador (...)
En una de las ocasiones, López Obrador a las diez de la mañana que terminaba el programa, me dice “oiga, don José, ¿me permite usted tres minutos?”, y le dije que sí, dígame usted, y dice él “Quiero aprovechar que estoy en Monitor para informar sobre la noticia tan esperada que si me voy a lanzar por la izquierda de México. Quiero informar que sí, que me voy a lanzar por el PRD a la presidencia” (...)
A las una de la tarde del mismo día comenzaba Martín Espinoza otro programa, y se corta la señal, la corta Radio Centro, nuestra compañía matriz (...) ese fue el momento en que Radio Centro nos sacó del aire, y nos sacó bajo la indicación de Vicente Fox.
¿Qué ha pasado con todos los colaboradores que estuvieron trabajando con radio Monitor?
Han pasado dos cosas muy interesantes. La primera te da una lección humana. Yo creo que de las cientos de personas que trabajaban en al área de información, creo que he recibido llamadas de tres personas para saber si sigo vivo, si respiro, lo que tú quieras. Es uno de los grandes aprendizajes que he tenido en mi vida (...)
Juan Rivas: Señor Gutiérrez, ¿cómo está? Fui alguna vez su colaborador, me gustaría preguntarle qué respuesta hay para nosotros, las instalaciones están cerradas, jamás hubo una respuesta clara, ¿que me responde a mi y los compañeros de México que estamos en incertidumbre?
Clemente Serna vendió la empresa a Radio Centro. Todos nosotros éramos y somos empleados de grupo Radio Centro. Allí están los documentos y yo no estuve presente, me informé después del proceso, que se inició el año 1994 (...) se vendió la empresa “caminando”, como se dice, y seguimos transmitiendo a pesar de que de un día para otro teníamos otro patrón (...)
Se presentó en abril de 2002, una demanda a través del arbitraje internacional, que es la Corte internacional de comercio, por acuerdo de Radio Centro y los trabajadores, se presentó la demanda, se llevó a cabo en México, con jueces mexicanos bajo leyes mexicanas, y concretamente el 30 de enero de 2004, casi dos años después, decidió al Corte que nosotros, los trabajadores, teníamos la razón en las quejas que presentamos contra Radio Centro. Pero todavía no se ha pagado, porque muy concretamente el señor Fox y el señor Calderón movieron lo que no tengo que explicar para que no se pague ni un quinto de parte de Radio Centro.
El señor Felipe Calderón Hinojosa, en un acto que es fuera de lo común, se presentó en mi oficina junto a Josefina Vásquez Mota, que era la coordinadora de su campaña, llegó sin previo aviso, y en una plática que duró unos 35 minutos, me dijo “oiga, don José, le vengo a decir que le conviene vender los periódicos que se compraron”. ¿Por qué? le dije yo, a nosotros no nos conviene (...) Lo que pasó después es que se presentaron 17 personas que destruyeron toda la redacción completa, 1200 metros cuadrados, llegaron cerca del mediodía y bajo el pretexto que llevaban una auditoría, que nunca nos mostraron ni recibimos oficio, el hecho es que destruyen todo y en la madrugada llegó un licenciado de nombre Mascot, pidió permiso para subir, me reuní con él, y me dijo “vengo de parte de la Secretaría de Hacienda” (...)
Crédito foto: Rubén Luengas
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