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Sandoval Íñiguez, 80 años y muchos escándalos: misoginia, intolerancia, discriminación… y hasta lavado
Por: Redacción
Ciudad de México, 28 de marzo (SinEmbargo).– “Las mujeres no deben de andar provocando, por eso hay muchas violadas”, dijo alguna vez. O: “los gays son una minoría que no me preocupa”.
Son declaraciones del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, uno de los más conocidos e importantes representantes de la Iglesia católica en México. El prelado de origen tapatío cumple hoy 80 años, de los cuales por lo menos la cuarta parte han estado rodeados de escándalos.
Durante 17 años estuvo al frente de la Arquidiócesis de Guadalajara, a la que llegó tras el asesinato del cardenal Jesús Posadas Ocampo. El caso lo sostuvo en pugna con el ex Procurador Jorge Carpizo, el mismo funcionario que en 2003 lo acusó de lavado de dinero.
Más tarde, de nueva cuenta sería demandado por un funcionario, esta vez por el ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien lo acusó por daño moral debido a sus criticas a las bodas entre personas del mismo sexo y la adopción de las mismas en la ciudad de México.
Y es que, uno de los católicos más conservadores del país, Sandoval no aprueba siquiera la educación sexual. Su trayectoria sobresale por sus constantes declaraciones y su postura en contra de todo lo que considera “inmoral” o incorrecto.
Amigo de políticos y funcionarios y aficionado al golf y a las tortas ahogadas, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez nació el 28 de marzo de 1933 en Yahualica, en la región de Los Altos de Jalisco, cuna de la Guerra Cristera. Forma parte de uno de los sectores católicos más conservadores del país.
A los 12 años ingresó al Seminario Diocesano de Guadalajara. Posteriormente, fue enviado a Roma a continuar sus estudios.
En la Pontificia Universidad Gregoriana obtuvo la licenciatura en filosofía y el Doctorado en teología dogmática. También en Roma recibió la ordenación sacerdotal el 27 de Octubre de 1957.
Regresó a México para ser director espiritual del seminario donde estudió. Luego se desempeñó como obispo coadjutor de Ciudad Juárez, Chihuahua, y obispo diocesano de la misma iglesia.
Tras el asesinato de Juan Jesús Posadas Ocampo, el 24 de mayo de 1993, Sandoval Íñiguez tomó su lugar. El Papa Juan Pablo II fue el encargado de realizar el nombramiento el 21 de abril de 1994 y tomó posesión hasta el 19 de mayo de ese mismo año.
Cinco meses después, fue nombrado cardenal de la Iglesia.
Desde que llegó a la cúpula eclesiástica ha pugnado por el esclarecimiento del homicidio de Posadas Ocampo, al asegurar que se trató de un “crimen de Estado”.
Tras 17 años de servicio, el 7 de diciembre de 2011 dejó su puesto y heredó el reclamo de justicia por el caso de su antecesor.
EL CASO POSADAS
Durante la investigación, arremetió en más de una ocasión contra el ex Procurador Jorge Carpizo, a quien acusó de obstaculizar las indagatorias y de presuntamente ocultar pruebas.
De acuerdo con el prelado, Posadas tenía en su poder información que involucraba a funcionarios con el narcotráfico, por ello había personas que deseaban “callarlo”. Hay “peces gordos de la política” involucrados en su muerte, dijo.
En el sexenio de Vicente Fox también se quejó de la supuesta indiferencia del mandatario: ”Cuando empecé a pedirle que ayudara a aclarar el asesinato del cardenal Posadas, pues ya se volvió lejano, ya no quiso hacerme caso[...] Ellos me hicieron ir al rancho en San Cristóbal; ellos me llevaron y me trajeron, yo no pedí ir”.
En agosto de 2007, durante una entrevista con la agencia católica ACI Prensa, aseguró saber quién y por qué habían matado a Posadas.
DENUNCIA POR PRESUNTO LAVADO DE DINERO
En 2003, el propio Carpizo interpuso una denuncia contra el Cardenal por presunto lavado de dinero. En la querella también se involucró a 10 de sus hermanos y a uno de sus abogados.
Por dicha acusación, Sandoval compareció ante un juez de la Procuraduría General de la República (PGR) por cerca de ocho horas. A finales de ese año, la Procuraduría determinó no ejercer acción penal contra él, pues no encontró elementos que demostraran el ilícito.
EN CONTRA DE LA SALUD SEXUAL
El 24 de julio de 2005, Sandoval Íñiguez criticó la “Cartilla por los Derechos Sexuales de las y los jóvenes de Jalisco” que la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) promovía entonces.
A través de una publicación del Semanario, de la Arquidiócesis de Guadalajara, señaló que los 12 derechos sexuales de los adolescentes que se encontraban en la cartilla eran ”una serie de barbaridades capaces de generar un enorme daño a la sociedad”.
Y afirmó que el documento sólo llevaría sólo “a los jóvenes a la perdición”.
Por otro lado, el cardenal llamó a la secretaría de Salud “corruptor de menores” por distribuir una cartilla de vacunación para menores de 19 años en la que se abordaba el tema de la sexualidad y métodos anticonceptivos. En otra publicación del Semanario se dijo: “Los muchachos menores de 18 años no tienen derecho a votar, a comprar cigarros o cervezas, pero curiosamente sí tienen derecho a los anticonceptivos, en una edad que, según la propia Ley, no tienen conciencia clara de su sexualidad ni de sus responsabilidades”.
SUPUESTA PETICIÓN PARA “FRENAR” A AMLO
De acuerdo con el cable 06VATICAN61 de Wikileaks, redactado por la Embajada de Estados Unidos en el Vaticano, a Sandoval Íñiguez le preocupaba el avance de la izquierda en Latinoamérica, y señaló que aumentaba el poder de Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Néstor Kirchner, Michelle Bachelet y Andrés Manuel López Obrador.
Ante esto, el cardenal habría pedido ayuda a Washington para frenar el avance del político tabasqueño en 2006.
Según el documento, el prelado "preguntó si el presidente (entonces George W. Bush) podría ayudar. Sandoval afirmó que durante el gobierno de López Obrador “el crimen y la violencia habían aumentado en la ciudad de México".
Pronto la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Arquidiócesis de Guadalajara se sumaron en defensa de Sandoval Íñiguez.
La CEM “no tiene duda de la mala intención de la mentira filtrada por Wikileaks”, aseguró.
BUENA VIDA
La revista Quién realizó en 2008 una visita a la casa de Tlaquepaque, Jalisco, del cardenal tapatío. En el lugar sobresalían diversos artículos y adornos que fueron donados al prelado por sus fieles.
Sandoval Íñiguez -dice la publicación- se dejaba consentir por las religiosas Carmen, Imelda y Mari Cruz, quienes le cocinaban.
En su domicilio, el cardenal cuenta con una alberca techada en la que nada todos los días. En ese entonces vivía con cinco perros, tres pavo reales, tres loros, una gallina, un gallo y un chango.
Tras dimitir a su cargo en 2011, anunció que se quedaría a vivir en la casa. “La primera razón es porque no tengo a dónde ir, no tengo ninguna otra propiedad, nunca he conseguido ni un metro cuadrado para mí, y lo segundo es que la diócesis a la que he servido tiene la obligación de ver por mi casa y mi sustento”, dijo.
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