lunes, 25 de marzo de 2013

Crees en tu Dios?...pues pidele que te cure

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Diario Libertad
Opiniones y Comentarios  
Julio Ricardo Blanchet Cruz

Del síndrome del “Tío Lolo”…

De los límites de la fe…

Sin querer entender que en esta vida nada es casual, es decir, que nada sucede porque; que solo hay actos y consecuencias irremediablemente eslabonadas, nos preguntamos, pecando de ingenuos, o atacados de manera brutal por el endémico Síndrome del “Tío Lolo”…

¿Por qué durante la época de lluvias se tapan las alcantarillas? Cuando solo basta caminar unas cuántas calles para encontrar la respuesta, la gente tira la basura que las tapa…

¿Pero la tira también cuando está en su casa, o busca dónde depositarla? Porque si yo no tiro la basura en mi casa, no tengo derecho a tirarla en la casa del vecino; y resulta que la ciudad es la casa de todos. De igual manera que El Planeta es nuestra casa común…
Tampoco si transitan por carretera y cruzan la frontera con los EEUU, van a bajar la ventanilla del auto y arrojar la basura. Ni locos que estuvieran. Si son iberoamericanos seguramente les meten de balazos; y si son negros tal vez los sienten en la silla eléctrica (aunque ésta ya haya caído en desuso)…

Lo que quiere decir es que tenemos claro lo que no debemos hacer, pero nos hacemos tarugos solos, y lo hacemos. Lo que quiere decir que hay algo más de fondo por lo que se actúa de esa manera tan incoherente…
Hace algunos años, el Presidente Municipal de una risueña población de Veracruz (lo de risueña es porque así se dice literariamente) de apellido Lovillo, convirtió a Teocelo, que así se llama la risueña población, en el Municipio más limpio de todo el Estado…

¿Qué cómo lo hizo? Pues fácil, salía todos los días en la mañana y personalmente barría el frente de su casa. Es claro que todos los empleados del Municipio comenzaron a hacer lo mismo y todo el Pueblo los siguió; hasta haciendo competencias para ver quién tenía más limpia su calle, su barrio…

Cambió la administración y las siglas del Partido gobernante no fueron las mismas; y como aquí no hay continuidad más que para lo malo, para robar, por ejemplo, pues el nuevo Alcalde, que antes barría el frente de su casa, dejó de hacerlo, y todo regresó al cochinero…

Cuando se enferman, es la prueba más clara de que la inmensa mayoría, el 99.999999 % de los habitantes del mundo que dice que tiene fe, nada más lo dice de dientes para afuera. Ya que no pudiendo engañarse a mismos, reconocen que su fe no llega a tanto y mejor acuden con el médico…

Porque si tuvieran verdaderamente fe en su Dios, cualesquiera que este sea, acudirían a Él para que los aliviara de sus dolencias, no al facultativo. Y es porque en el fondo sabemos que los Dioses y toda su parafernalia son solo patrañas…

Recuerdo aquél honorable obispo que padeciendo psoriasis (enfermedad de la piel que no les da a quienes no comen ningún tipo de carne) acudió con un amigo de la infancia que se había convertido en un prestigiado médico…
Como se habían conocido desde la juventud y habían pasado juntos no pocas aventuras, la barrera del protocolo nunca había existido entre ellos y el discípulo de Hipócrates a boca de jarro le soltó…

“Mira, lo que tienes requiere de cortisona; pero no te la recomiendo porque a la larga vas a tener problemas más serios de los que ya tienes. También puedes moderar tu alimentación, y si comes de otra manera, lo mismo y mejoras, pero se ve que la comida es tu debilidad…

Sin embargo, si quieres curarte para siempre y seguir tu vida como si nada hubiera sucedido, además a ti te saldría gratis, entonces úntate agua bendita y con una sola aplicación seguro que estarás curado”…

El obispo perdió la compostura y respondió con un más que tajante: “¡No te mides!”…

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.  
rbc@diariolibertad.org.mx

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