¡¡Exijamos lo Imposible!!
Blog Pedro Echeverria
¿Asesinaron a Chávez como al papa Juan XXIII creador del Concilio Vaticano II?
Pedro Echeverría V.
1. El Papa Juan XXIII murió de cáncer en el estómago en junio de
1963, 50 años antes que Hugo Chávez. Advierto que de ciencias médicas sé
lo que la mayoría de la población por intuición sabe y no puede probar;
pero a partir de muchas lecturas y reflexiones se puede pensar que
muchas enfermedades son heredadas, contagiadas y transferibles a
propósito. Hace 50 años, en una madrugada de junio de 1963 –con miembros
del PCM- salimos a pintar las bardas en Mérida con la consigna:
“Asesinan al Papa”. Una señora madrugadora nos reclamó preguntando:
¿Piden que asesinen al Papa? Respondimos de inmediato: No señora, es el
imperialismo de EEUU el que está asesinando al Papa porque el Concilio
Vaticano II está condenando al imperialismo yanqui y la corrupción
imperante al interior de la Iglesia. No le habló a la policía y nosotros
seguimos pintando.
2. Juan XXIII apenas estuvo cuatro años en el papado, de 1959 a 1863,
pero en esos años tuvo la idea, convocó a religiosos, reunió miles de
ponencias y cubrió la primera parte del Concilio Vaticano II que
continuó el papa sustituto, Paulo VI, hasta diciembre de 1965. Además
promulgó dos documentos: Mater et Magistra (1961) y Paz en Terris
(1963). La realidad es que Juan XXIII captó eso que llaman: “el espíritu
de la época”. Cuando él asume el cargo, Fidel Castro ha tomado el poder
en Cuba exhortando al mundo a hacer la revolución; millones de jóvenes
estamos en las calles apoyando a Fidel, al Che, a Cienfuegos, a Raúl,
incluso a Dorticós. ¿Qué puede decirse de las cinco o seis guerrillas
que surgen en varios países de América buscando derrocar a sus
respectivos gobiernos? Imagínense: hasta el presidente López Mateos
declaró en 1962 que “era de izquierda… pero dentro de la constitución”.
3. Obvio, en los sesenta, tanto la iglesia católica (Pío XII, Juan
XXIII, Paolo VI), así como los gobiernos de los EEUU (sean Eisenhower,
Kennedy y Johnson) eran rotundamente anticomunistas, pero los
multitudinarios movimientos sociales, la revolución y las independencias
amenazadoras en América Latina, Asia y África, presionaban muy fuerte a
las instituciones. No sólo Kennedy se vio obligado a lanzar su programa
de “Alianza para el progreso” repartiendo leche y otros artículos
gratuitos, sino que la misma iglesia reconocía que tenía que cambiar,
“modernizarse” para que sus feligreses la sigan. Por eso muchos críticos
del catolicismo han sostenido hasta hoy que los “cambios en la Iglesia”
sólo son de fachada para no morir y que no debemos dejarnos engañar.
¿Puede permanecer una institución –aunque fuera la dogmática iglesia-
vivir sin realizar cambios?
4. Por ello cuando en estas semanas se ha escrito que el presidente
venezolano Hugo Chávez fue asesinado por los yanquis, no se puede
descartar esa posibilidad porque Chávez era realmente un “coco” para el
gobierno y los empresarios yanquis; los denunciaba en todos los foros y
había logrado reunir a más de 10 gobiernos “antimperialistas” muy cerca
de él. Pero si realmente Juan XXIII fue asesinado hace 50 años entonces
el asunto es mucho más grave. Con razón Fidel Castro –quien ha sufrido
decenas de atentados de todo tipo por parte del imperio yanqui- le
recomendaba a Chávez: “Cúidate hermano, tú tienes un enorme valor para
Venezuela y el mundo, cuida lo que comes, revisa bien tus alimentos”.
¿No se recuerda acaso que las agencias noticiosas de EEUU han propagado
en el mundo el derrocamiento y la muerte de Castro en por lo menos una
decena de veces, sobre todo en la invasión de Playa Girón en 1961?
5. No puede olvidarse que la “Teología de la Liberación”, esa
corriente que nace en el seno de la Iglesia católica en el continente
americano, que ha lanzado como consigna “la opción por los pobres”, fue
impulsada por el Concilio Vaticano II y, tres años después, por la
Conferencia de Medellín que se desarrolla en cinco días de agosto de
1968, precisamente cuando están en ebullición el gran mayo estudiantil
de 1968 en Francia, la primavera de Praga, Checoslovaquia, los grandes
movilizaciones estudiantiles en Alemania, EEUU y México. La década de
los años sesenta fue fundamental para la Iglesia al seguir pasos
liberadores con personajes como el peruano Gustavo Gutiérrez, Leonardo
Boff (brasileño), Oscar A. Romero (Salvadoreño) Jon Sobrino (español),
Camilo Torres (colombiano), o en México como Méndez Arceo, Samuel Ruiz,
Raúl Vera, Alejandro Solalinde o Arturo Lona. Preguntaban entonces:
¿Cómo conseguir que la fe no sea alienante sino liberadora?
6. ¿Quiere esto decir que el Pentágono, la CIA, el FBI, la DEA, el
Departamento de Estado yanquis, acuden a todos los medios para eliminar a
sus enemigos? “Elemental, mi querido Watson”, dirían los que saben. “En
la guerra y en el amor se vale todo”, aunque la ONU haya metido algunas
prohibiciones que nadie le hace caso. ¿Se puede olvidar que las bombas
atómicas de Hiroshima y Nagazaki arrojadas por los yanquis en 1945
todavía causan muchas muertes por contaminación? ¿Puede olvidarse los
bombas químicas Napalm que los yanquis arrojaron en Vietnam para
destruir a miles de seres humanos que resistían su invasión? Si los
gobiernos yanquis han mantenido (secuestrados) o no a grandes inventores
de armas atómicas, químicas y nucleares, ¿no es acaso demasiado
sencillo para los gobiernos gringos inventar cualquier inyección,
cualquier líquido, polvo o crema, para destruir a un enemigo de manera
“pacífica” sin dejar huella?
7. No sé si los dirigentes del antimperialismo como Lula, Vilma,
Cristina, Evo y demás “casualmente” se han enfermado; ellos tienen que
investigar. No se si el destacado papa Juan XXIII y el dirigente Hugo
Chávez fueron asesinados; para mí no solo es posible sino además muy
fácil en los tiempos actuales. A mí me da diarrea sólo pensar en ello.
Pero en última instancia, ¿no es acaso el sistema capitalista –sobre
todo la “libertad comercial”, lo transnacional y la globalización de los
últimos 30 años- lo que de manera obligatoria nos ha cambiado los
productos que consumimos? Juan XXIII, junto con Juan Pablo I, han sido
de los papas que menor tiempo vivieron gobernando como tal. Muchas cosas
saldrán a la vista en los próximos meses y años y parece que nada
pasará porque aún la fuerza el imperio es muy grande. Quizá ni Wikileak
pueda llegar a esas profundidades. (30/III/13)
Consultar: http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
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