¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Diez penales más para encerrar a los hambrientos
María Teresa Jardí
Sin vergüenza y como, si en lugar del fracaso que evidencia, de un logro
se tratara, anuncia Mondragón y Kalb, la construcción, como plus de los
negocios para la cómplice empresa privada, la construcción de diez
penales más.
Por no enterarse no se ha enterado la impresentable mafia política del
poder y del dinero, a través, en México, también de la empresa, de que
el avance de la vida digna y civilizada pasa por la baja en las cárceles
y por el buen trato a los animales y a las personas sin importar
condición social ni edad ni sexo ni ideología ni rango social ni
pertenencia criolla o identidad a una nación indígena...
Diez penales más donde poder seguir hacinando a unos cuantos cientos de
miles más de mexicanos pobres. Mexicanos pobres que no alcancen a ser
limpiados con el genocidio convertido por Calderón en regla de
aplicación del mandato de los yanquis impuesto como condena en contra
del pueblo mexicano. Genocidio continuado por Peña.
Convertido, México, en el laboratorio desde donde se busca expandir el
capitalismo salvaje al Sur del Continente Latinoamericano, ahora con el
apoyo de un Papa a modo de las dictaduras, que se impondrán, que nadie
lo dude, aunque algunas, a la mexicana, sean impuestas.
Genocidio continuado por Peña con la misma saña que sienten como actuar
normal también los Mondragón y Kalb contra los pobres. La misma saña
asesina de los impunes Sahagún y García Luna.
Aplicación de la limpia que el sistema requiere. Aplicación del encierro
cuando la limpia resulta ya del todo escandalosa. Limpia y encierro de
jóvenes y de manera exacerbada contra los estudiantes pobres. Lo que se
ha ido imponiendo como cultura imperante por la televisiva mano cómplice
y deseducadora que a la mexicana tan “bien” funciona.
Para “guardar” bien escondidos a los hambrientos anuncia Mondragón que
se construirán, por empresas privadas, las diez cárceles más como eso sí
fuera un logro. Lo que dejará para los “amos” una buena tajada.
Lo que
sí, para los siervos del imperio, que como amos del pueblo aquí se
manejan, sí es un logro. El negocio es el negocio y aunque también sea
negocio el asesinato a final de cuentas hasta para echar a los
ejecutados diarios en fosas comunes hay que pagar un sueldo a los
sepultureros. Más negocio son las cárceles dejadas en manos privadas.
Genocidio que pinta para largo también con Peña y con el que le siga y
con quien siga al que siga... Con sus daños colaterales, de vez en
cuando. Aunque ya se sabe que incluso el drama de la pérdida de la
hermana o del hijo cuando se trata de empresarios tiene su económica
recompensa e incluso hasta política, la del hijo como pago por el
servicio prestado como falsos redentores de “los “derechos humanos”.
Cómplices a modo lo mismo de García Luna, que de Mondragón combatiendo
pobres y estudiantes y maestros... Ya se sabe que aquí, ejecutadas las
ideologías, cuando conviene se cambia de camiseta para traicionar al
otro igual de crédulo. De ese tamaño es la corrupción que aquí impera.
De radios comunitarias y menos en manos de indígenas, nada de nada. La
mafia legislativa incluso declara que cumplen con su deber y es ajena a
la crítica.
Las cárceles para los pobres. Y el sistema radioeléctrico en manos de
los mismos. Reformas a modo. Falacias completas. Un asco los poderes
desarmados en su estructura ética, a la par que las instituciones, que
convierten al Estado en rector, con la firma del pacto social, aquí roto
del todo.
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