miércoles, 6 de marzo de 2013

Viva Chávez te llevamos en el corazón

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
La Jornada
Multitud doliente se vuelca a las calles para adiós a Chávez

El féretro, cubierto con la bandera del país, apareció en la entrada del hospital y apoyada en él la madre del ex mandatario lloraba desconsolada, mientras el himno sonaba con la voz del comandante grabada.
Agencias

Caracas. Los restos mortales del presidente venezolano Hugo Chávez son trasladados hoy miércoles desde el hospital hasta la Academia Militar de Caracas, acompañados por miles de desconsolados seguidores que se volcaron a las calles para darle un último adiós.

El féretro, cubierto con la bandera venezolana arrancó su recorrido en la entrada del hospital militar y apoyada en él, la madre del ex mandatario, Elena Frías, lloraba desconsolada tapándose la cara con un pañuelo, mientras sonaba el himno venezolano.

Tras una breve oración, el ataúd fue colocado sobre un carro fúnebre e inició una lenta marcha por las calles de Caracas, resguardado por miembros de la militar Guardia de Honor.

El vicepresidente Nicolás Maduro, vestido con una chaqueta deportiva con los colores venezolanos, avanzaba delante del carro, junto al presidente boliviano, Evo Morales.

Miles de seguidores, muchos vestidos con camisetas rojas, el color del chavismo, acompañaban el cortejo, decorado con varios ramos de flores blancas y amarillas, mientras otros lo observaban encaramados en los balcones de los edificios.

El himno venezolano volvió a sonar de nuevo, esta vez con la voz de Chávez grabada y entonada por todos los presentes.

El cortejo llegará a la Academia Militar, donde se instalará, hasta el viernes, la capilla ardiente con los restos del mandatario fallecido el martes a los 58 años, víctima de un cáncer.

Ahí se celebrará el funeral de Estado al que está previsto que acudan decenas de mandatarios.

Aún no está definido dónde reposará.

En la mañana, las Fuerzas Armadas despidieron a su comandante en jefe con 21 salvas en su honor que retumbaron a lo largo y ancho de la nación caribeña, mientras los altos mandos militares prometían defender la ruta constitucional.

Las calles del país amanecieron tranquilas, pero la incertidumbre flota en el ambiente.

Largas colas de automóviles se aglomeraron frente a las gasolineras, se suspendieron las clases en los colegios y muchos comercios permanecen cerrados desde la tarde de ayer.

¡Viva mi comandante!”

“¡Hasta la victoria siempre comandante, te amamos!”, gritaba con desespero y con dos lágrimas inmensas que le caían por las mejillas Héctor Carrasquel, de 40 años y que vino desde Tejerías, en el estado Aragua, para despedir a Chávez, que falleció el martes víctima de un cáncer.

“¡Viva mi comandante, te amamos Chávez!”, agregó el hombre mientras trataba de acercarse a la seguridad que protegía el féretro, cubierto con una bandera de Venezuela y adornado con flores blancas, rojas y amarillas, los colores del pabellón del país.

Los miles de seguidores del mandatario se abrazaban y lloraban entre gritos de lamento, destrozados al ver el ataúd, que también iba rodeado de familiares y ministros, mientras avanzaba lentamente hacia la Academia Militar, donde se instalará hasta el viernes la capilla ardiente para despedir al líder carismático que gobernó desde 1999.

Bajo un sol abrasador los chavistas iban caminando, en autos y motocicletas, desbordando las calles a su paso frente a edificios con decenas de personas en sus balcones y techos presenciando el cortejo blandiendo banderas y vestidos con camisetas rojas, color de los oficialistas, que dominó en lugar del luto.

A una cuadra del hospital militar, adonde Chávez llegó el 18 de febrero tras estar hospitalizado más de dos meses en Cuba, donde se sometió a su cuarta cirugía contra el cáncer, algunos chavistas pusieron música típica de los llanos venezolanos, recordando que al fallecido presidente le gustaba cantar.

“Cómo lloró mi comandante la última vez que cantó”, dijo una mujer.

Al paso del féretro, un grupo de gente en una esquina lanzó pétalos de flores y con los puños en alto gritó “Chávez, la lucha sigue”, mientras una mujer montada sobre un camión decía por un megáfono: “Acompañemos a su última morada al hombre que quebró la historia en dos partes, más nunca Venezuela será igual, convirtamos el dolor en fuerza”.

Otros compraban fotografías del mandatario. “Le voy a sacar réplicas a las fotos y se las voy a dar a mis nietos, a mis tataranietos y a toda mi familia. Esto es historia, pasarán más de cien años para que haya otro líder así”, expresó Luz Mayel, de 38 años.

Perdidas en la multitud, un grupo de madres pobres que se beneficiaron de programas sociales impulsados por Chávez portaban claveles rojos, como símbolo de que el legado del gobernante se quedará en sus corazones, dijeron.

“La flor roja es más que el color de la revolución, es el color de nuestra sangre, de nuestro corazón y ahí se nos metió el presidente y ahí se queda latiendo con el corazón de los pobres”, dijo Alexandra Rivas, que se benefició del programa “Madres del Barrio” para asignar bonos y dar formación técnica a amas de casa pobres.

“Ahora que Chávez no está aquí, quedamos sus mujeres, esto no es la revolución con Chávez, esta es la revolución de Chávez y sus mujeres haremos que siga”, agregó esta mujer, junto a decenas de otras que llevaban una corona fúnebre con flores del tricolor venezolano.

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